Blogia
Lazos Rotos

Icod y Santiago del Teide, epicentros de tres nuevos seísmos de baja intensidad

Icod y Santiago del Teide, epicentros de tres nuevos seísmos de baja intensidad El Instituto Geográfico Nacional registró ayer tres nuevos seísmos de baja intensidad y de origen magmático, con lo que se constata que persiste la situación anómala que ha llevado a las instituciones relacionadas con el riesgo volcánico a intensificar la vigilancia. A las 00.58 horas se localizaba un primer temblor al sureste de Santiago del Teide, de 1,4 grados en la escala Richter. Sólo un minuto después aparecía un segundo seísmo, esta vez en Icod de los Vinos, cerca de la costa y de zonas pobladas, y de una magnitud de 2,1 en la escala Richter.

En cuanto a la profundidad, el Instituto Geográfico Nacional no la precisa en el caso del primero y sí en el segundo: 13 kilómetros. A las 6.16 de la mañana se registraba ayer el tercer terremoto de baja intensidad, otra vez en Santiago del Teide y en un punto próximo al epicentro del primero de ellos. Son tres seísmos más de la extensa cadena de movimientos de origen volcánico -sólo dos fueron sentidos por la población- localizada principalmente en la dorsal noroeste de la Isla desde el pasado 22 de abril. Los expertos han advertido que en un proceso de estas características hay erupción en un 10% de los casos y no la hay en un 90%.

Anormalidad sísmica. La anormalidad de la actividad sísmica -Canarias suele registrar terremotos tectónicos marinos pero no a relativamente poca profundidad y en el interior de las Islas- es uno de los parámetros que indican que hay una reactivación volcánica en el subsuelo de Tenerife, tal como han destacado todos los científicos. Otro de estos parámetros es el estudio de la emisión de gases, que ha tendido a la normalidad después de dispararse en abril-mayo, aunque se mantiene la vigilancia permanente, centrada en zonas alrededor de las Cañadas del Teide.

Fuente: La Opinión de Tenerife

1 comentario

Tomás -

¿Sólo duerme, entonces, ese gigantón?. Me sorprende (o no) la escasa difusión pública de esas evidencias.