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Lazos Rotos

Los adjetivos mercenarios. Demagogia versus clase política.

La demagogia se ha convertido en una de las principales herramientas del lenguaje de los políticos. Cuando nos referimos a políticos pluralizamos sin detenernos en fronteras, ni de la "importancia" de estos, lo podemos ver en los políticos a nivel local, insular e internacional. Con la "globalización" de los mercados, de la guerra, la demagogia se ha convertido en el disfraz de la mentira para hacerla aparecer, a los ojos de los ciudadanos, menos mentira. A esto es lo, que en el siguiente artículo, se denomina adjetivos mercenarios. Les dejamos con la lectura del artículo.

Los adjetivos atados al sustantivo "guerra" son los traidores de la paz. La palabra
"guerra" es tan terriblemente significativa que siempre debería aparecer desnuda, ninguna otra palabra debería prestarse a socorrer su exhibición.

Los adjetivos atados al sustantivo "guerra" son los traidores de la paz. La palabra "guerra" es tan terriblemente significativa que siempre debería aparecer desnuda, ninguna otra palabra debería prestarse a socorrer su exhibición. Por eso hablo de adjetivos mercenarios, se colocan al lado de la guerra y la disfrazan de algo, ¿de qué? De algo que se pronuncia en voz baja pero que es limpio, quirúrgico, humanitario, justo, rápido, preventivo... Adjetivos que se pronuncian más alto que el sustantivo "guerra" que los arrastra.

Hay palabras como "guerra", "bomba", "libertad" o "justicia" que sólo con pronunciarlas vislumbramos lo que designan, y con tanta nitidez e intensidad que conviene preguntarse por qué adjetivo alguno se empeña en estar ahí, calificando de "preventiva" la guerra, de "ecológica" una bomba, de "infinita" la justicia, de "duradera" la libertad. ¿Por qué esos adjetivos están ahí? El adjetivo, cuando no da vida, mata, nos advierte el poeta, esos adjetivos atados a nombres de tal fuerza sustantiva ¿qué vida les dan?

Ante cualquiera de esos pares de palabras ¿quién no ha experimentado pinchazos en el cerebro? "Guerra preventiva", "Libertad duradera", "Justicia infinita", "Bomba ecológica"... Cualquier hablante acostumbrado a emplear con sentido su idioma siente el pinchazo de la contradicción hurgando en su cerebro. Sencillamente, duele escuchar eso. Todo puede decirse, la mentira y la verdad tienen por igual cabida. ¿Y la ausencia de sentido? nos preguntamos ahora. ¿Es semánticamente aceptable el contrasentido? ¿Estamos realmente ante sin sentidos?

Las palabras, todas las palabras, tienen significado, pero ¿lo tienen estos pares de palabras? Conocemos el significado de esos nombres, sabemos lo que significan cada uno de esos sustantivos y adjetivos, pero ¿qué sucede al unirlos para que los encontremos inaceptables de algún modo?

Justicia infinita. Libertad duradera. ¿Son términos con un claro sentido? Si decimos "justicia" vemos una de las cuatro virtudes cardinales que inclina a dar a cada uno lo que corresponde o pertenece. No necesitamos que sea infinita. No entendemos qué significa ese extremo. Ese adjetivo le añade connotaciones de algo tan exagerado que la justicia resulta mermada, pues una justicia tan desproporcionada ya no es, evidentemente, justa. Si "Justicia infinita" fue un lema que duró tan poco fue precisamente porque sonaba demasiado arrogante, como a terrible venganza de los castigos divinos. Fue sustituido en semanas por "Libertad duradera" no por evitar ofender a los musulmanes, para quienes solo Alá puede aplicar ese tipo de justicia, pues el nuevo lema seguía remitiendo a esferas divinas. Del mismo modo, si decimos "libertad" no vemos cortapisas para ejercerla.

¿Cómo entonces se le añade "duradera", si el emparejamiento de ambos términos deja sin sustancia al nombre "libertad"? ¿No se trata ahora de una libertad condicionada? "Guerra preventiva", "bomba ecológica", "catástrofe humanitaria".

¿Pueden ser antítesis del tipo "Es hielo abrasador, es fuego helado"... del soneto de Quevedo? No. La antítesis es una combinación, en la misma estructura sintáctica, de dos palabras o expresiones de significado opuesto, que originan un nuevo sentido. El sentido que consigue transmitirnos el soneto de Quevedo sobre el amor es ese totum de sentimientos que confluyen en la pasión amorosa.

El usa de esta figura retórica y multiplica el sentido de cada predicado del amor al utilizar dos términos contrapuestos. Pero ¿hay un sentido multiplicado en "guerra preventiva"? ¿Cabe prevenir a alguien de algo haciendo uso de ese algo? ¿Cabe en nuestra mente la idea de prevenir a alguien de una guerra haciendo una guerra? Decimos guerra y vemos la muerte, ¿alguien puede concebir la noción de matar a alguien para evitar la muerte? Es evidente que no. Esa multiplicación del sentido, propia de la antítesis, no la encontramos en "guerra preventiva"; ni en "bomba ecológica" ni en "catástrofe humanitaria" Estamos en el caso del contrasentido. Significado cero.

Si no hay un sentido multiplicado, ¿se tratará, entonces, de una expresión irónica? Pero la ironía como recurso literario consiste en dar a entender lo contrario de lo que se dice; en los casos de estos pares de palabras no sabemos aún qué es lo que se nos dice. ¿Cómo darle un segundo sentido al contrasentido si no podemos obtener un primero?

Es lenguaje de guerra: Uno de los dos tiene que morir. Una expresión tiene significado sólo si su presencia no está completamente determinada por el contexto , ¿en qué contexto adquieren algún significado estas expresiones? Hemos llamado a estos adjetivos mercenarios porque son términos que van a la guerra al servicio de un amo militar. A vivir en el contrasentido. Los amos de la guerra crean un lenguaje de guerra. En esos pares contradictorios, sin sentido, una palabra tiene que devorar a la otra: "Bomba ecológica", "catástrofe humanitaria", "guerra preventiva"; es imposible que las dos sigan ahí. Son términos enemigos obligados a guerrear en un feroz contrasentido, para que alguno de los dos imponga su significado.

Es lenguaje de guerra, procede mediante sustituciones semántica: se hace la guerra para lograr la paz; las guerras son calificadas de humanitarias, limpias, preventivas; las bombas de ecológicas; si arrasan países es un acto de "justicia infinita"... Lenguaje de guerra; adjetivos mercenarios que engordan su significado aniquilando el de su vecino. El contrasentido es tan fuerte que nuestro cerebro no lo soporta y elige retener uno de los dos términos.

¿Cuál?: Los adjetivos portadores de nociones como "preventivo", "ecológico", "justo", "ecológico", etc. Aunque nos llegan ecos del otro término, había ahí una guerra, no lo vemos, porque el significado "guerra" unido a esos adjetivos que hemos preferido retener es inadmisible; era, recordémoslo, como pinchazos de espinas en el cerebro.

Hemos dicho que el sustantivo "guerra" es tan rotundo que es difícil barrerlo de un plumazo, es el portador de la verdad, el núcleo significativo de una referencia en el mundo real, y, sin embargo, quien gana es la mentira que porta el adjetivo, pues ¿quién no prefiere unas guerras así, sin muertos, limpias, justas, rápidas..., a una guerra desnuda, meramente sustantiva, con su horrible carga de muerte inocultable?

Esos adjetivos que sólo parecen crear contrasentido, cumplen una sucia jugada verbal que consiste en seducir con las palabras: la guerra al lado de ellos parece menos guerra, su sustancia se disuelve entre los adjetivos. Si observamos cómo se repiten, quién los lanza, caeremos en la cuenta de lo que son.

¡Son estereotipos! Deberíamos temblar al comprobar que están aquí.

Quien seduce no tiene por qué convencer. Vence tramposamente. Llegan a nuestros oídos expresiones que no entendemos y que, sin embargo, nos resulta muy fácil repetir. Alguien nos las repite una y otra vez hasta hacernos ver lo que no es posible ver. Sencillamente, porque no existe. No hay guerras justas, quirúrgicas, ecológicas, humanitarias, preventivas... No. Pero el virus del contrasentido ha sido inoculado. Así se crea el "lugar común". Son estereotipos. Están aquí. Persiguen ocultar la realidad. Esos pares cumplen tal función.

Autor: Mª Ángeles Maeso :: Artículo extractado del original.

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