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Lazos Rotos

Nueva sección dedicada a Las Teresitas. Asociación Tinerfeña de Amigos de la Naturaleza.

ATAN

En la web de ATAN se puede acceder a nueva sección dedicada a la Playa de Las Teresitas. Por el momento, el contenido son artículos que ya estaban publicados, además de documentos que irán añadiendo, junto a las fotos que tienen en su archivo. También incluyen el siguiente texto de presentación:

Las Teresitas. Una playa turistica. A finales de los años cincuenta comenzó el proceso de turismo de masas, fue el resultado de la puesta en servicio de los reactores comerciales -capaces de transportar un elevado número de viajeros a bajo precio- y, por supuesto, el crecimiento económico de los países europeos. En esos años, contar con una playa y sol eran condiciones imprescindibles para convertir una ciudad en centro turístico y ese es el caso de Las Palmas, la playa de Las Canteras fue el núcleo del primer gran centro turístico de la isla.

El litoral de Santa Cruz no tenía nada equivalente, dotarla de una playa se convirtió en una obsesión para los dirigentes de la ciudad, lo contrario suponía quedar al margen del negocio turístico. La única zona susceptible de transformarse en ese polo turístico era la playa de Las Teresitas. En 1957 se aprobó provisionalmente el Plan parcial de Ordenación Urbana del Barrio de San Andrés y de la Playa de Las Teresitas. En 1965, siendo ministro de Información y Turismo de Franco, Manuel Fraga Iribarne, se aprobó un plan para la promoción de la futura urbanización.

Pero el proceso tropezó con varios inconvenientes que explican su dilatación en el tiempo y la pervivencia de un enfoque de la oferta turística basada en los parámetros de los años sesenta: una playa con arena dorada que evocara los paraísos tropicales de las postales turísticas, árboles tropicales, cocoteros incluidos, y una pantalla de grandes hoteles en primera línea.

El primer inconveniente a resolver fue convertir la arena negra y los callados por el amarillo de una nueva lámina de arena y, el segundo, solucionar en acceso terrestre a la playa. En 1970 comenzaron las obras del espigón y se trajo arena del Sahara, pero hasta 1979 no se acondicionaron los aparcamientos que ajardinaron con palmeras canarias y flamboyanes. A partir de ese momento la playa solo ha recibido pequeñas reformas y la reposición de la arena perdida. Resuelto a medias el problema del acceso, la especulación urbanística desencadenada en torno al proyecto ha producido, además de largos y complicados procesos jurídicos, sonados pelotazos por parte de empresarios siempre bien informados y relacionados.

Como en tantos otros casos, unos pocos se hicieron mucho más ricos sin haberse gastado un euro en planos o en ladrillos.

Las obras han comenzado este año sin que las polémicas, denuncias y conflictos judiciales hayan concluido, lo único que ha cambiado es el objeto de la especulación, si antes eran las construcciones hoteleras, ahora son las viviendas el gran negocio. Mientras tanto, los antiguos propietarios, y el conjunto de los habitantes del barrio, han sufrido los largos años de “desidia” municipal. En realidad, ha sido la consecuencia de una política para esta zona subordinada a los intereses de estos constructores - especuladores.

Algo similar ha ocurrido con la playa, los hechos demuestran que los regidores municipales se ha preocupado mucho por Las Teresitas, pero muy poco de los usuarios y, todavía menos, de su entorno. Carece de saneamiento y de alumbrado, nadie se ha preocupado por los problemas de accesibilidad, no cuenta con servicios adecuados, la vigilancia es inexistente o no funciona y nadie obliga a cumplir las normas. Así, es frecuente ver perros en la playa y sus correspondientes excrementos, motos de agua cruzando la zona de los bañistas, embarcaciones de recreo fondeadas en su interior... ¿Qué podemos esperar de un ayuntamiento que sigue utilizando la playa como sede de eventos multitudinarios que la dejan en estado lamentable?

El proyecto de dotar a Santa Cruz de una playa turística es una ejemplo más del modelo urbanístico de los gestores de la corporación capitalina: El dinero público se usa para crear las infraestructuras, las instituciones públicas recalifican, privatizan el dominio público incluyendo, contra lo establecido en la ley, los terrenos ganados al mar y los especuladores inmobiliarios se forran comprando y vendiendo los terrenos revalorizados, con el dinero de todos, por los responsables del ayuntamiento. Los únicos que hemos perdido somos los usuarios de la playa, los vecinos de Santa Cruz que llevamos más de treinta años sufriendo las consecuencias de una política municipal que sólo ha beneficiado ¡con millones de euros! a unos pocos empresarios.

El resto de los ciudadanos nos hemos limitado a pagar obras, los eventos festivos - que ya incluyen hasta la hoguera de San Juan - y a especular si habrá relación entre tantos “eventos” pagados con dinero público y los éxitos lectorales de un partido cuya gestión ha sido y es tan nefasta para el municipio.

En Santa Cruz de Tenerife, a 5 de Julio de 2005

Fuente: Asociación Tinerfeña de Amigos de la Naturaleza (ATAN)
Enlace: Leer el artículo 'Las Teresitas. Una playa turistica' en su fuente original

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