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Lazos Rotos

Nada está cambiando en Marruecos. Carta-réplica al articulo de EL PAíS de hoy sobre el Sáhara.

Por un Sáhara libre

Queridos amigos y colaboradores:
Ante todo, muchas gracias por vuestra apoyo y ayuda.

Os escribo esta carta, como contrarespuesta a un artículo publicado hoy en el periódico español El Pais en el que pretenden darnos a entender que algo está cambiando en el sistema político y judicial marroquí.

Cada uno de nosotros, a nuestra forma, inteligente y necesaria, puesto que todas las formas de lucha sin violencia por la justicia son válidas, trabajamos por el respeto a la libertad y a los derechos del ser humano.

El pueblo saharaui ha sido y es un pueblo continuamente castigado, oprimido y vejado. Lo fue por España, que lo abandonó después de casi un siglo de colonialismo, para luego y, hasta ahora, serlo por su opresor, el gobierno marroquí, y nada está cambiando en esa política represiva, que cada día se recrudece ante la determinación de un pueblo que no cejará en su empeño por lograr la independencia.

Los saharauis han demostrado su valor y paciencia a lo largo de la historia, están convencidos de que su lucha es justa y noble y han sabido transmitir esa verdad al resto del mundo. Si algo ha cambiado, es que los saharauis hemos aprendido a conocer y dominar la tecnología para hacer llegar, en la medida de lo posible, las continuas violaciones de los derechos humanos en los territorios ocupados, y en otras zonas del territorio marroquí donde los estudiantes saharauis han sido agredidos sin justificación alguna. Eso ha permitido que surja una voz muy fuerte en el exterior, que aboga por ellos y reconoce las injusticias que están soportando. Ya son muchos los países que reconocen a la RASD (República Árabe Saharaui Democrática), millones las personas que, en España y en otros lugares del mundo, han alzado sus voces para denunciar esta situación. Eso es lo que ha cambiado, que ahora sabemos como hacer llegar a todos nuestro padecimiento. La determinación y el valor del pueblo saharaui, nace de su convicción, y esa convicción no existe en Marruecos. Para ellos el Sáhara es una cuestión económica y de poder, para los saharauis se trata de su derecho a la libertad. Nuestra lucha nos une y nos conmueve, esta cargada de nobleza y dignidad, por eso no será abandonada jamás.

No existen indicios de democracia en Marruecos, existe el miedo a ser señalados con el dedo por otros países si tocan de nuevo a Tamek, si vuelven a torturar a Haidar o a Hamad. Pero les cuesta controlar su despotismo y su violencia, por eso Aminatu está en la cárcel con más de diez puntos de sutura en la cabeza y con la columna y otras partes de su cuerpo destrozadas. Por eso no supimos del paradero de Tamek hasta ayer, que algunos lo vieron entrar en el tribunal penal del Aaiun, por eso celebran juicios arbitrarios y sin sentido, que desesperan a los abogados llegados desde España y condenan a jóvenes a diez, quince y veinte años de cárcel por manifestarse pacíficamente en pro de su libertad, por eso siguen violando a mujeres saharauis en plena calle y acosan psicológicamente a familias enteras, por eso siguen destruyendo violentamente hogares y saqueando todo lo que encuentran a su paso, por eso siguen torturando hasta la saciedad y realizando interrogatorios agotadores y vesánicos a todos los saharauis que no aceptan sus condiciones , por eso organizan teatros en la calle, vistiendo a sus propios funcionarios con derra y melfa (vestimenta típica saharaui) que aún huele a naftalina, amenazándoles con el despido si no participan en sus manifestaciones insulsas. Han impuesto el dolor y el miedo a la población saharaui para controlar cualquier indicio de protesta, pero no lo han conseguido. Su política de represión, por el contrario, ha incitado, aún más si cabe, a los saharauis a seguir exigiendo su derecho a la autodeterminación, un derecho reconocido por Naciones Unidas. El pueblo saharaui, al que pertenezco, es un pueblo sabio y milenario, con una cultura diferente a la marroquí, y que con el paso de los años, esas diferencias se han marcado aún más. Nuestra lucha es pacífica, no hemos utilizado la violencia en ningún momento, no castigamos ni humillamos a nuestros opresores, no asesinamos ni utilizamos armas, nuestra única arma es nuestro derecho. Con nuestros cuerpos pagamos la negativa del gobierno marroquí, pero nuestra voz es cada vez más fuerte, porque millones de personas en el mundo están gritando con nosotros, el derecho del pueblo saharaui es ya el derecho de todos los seres humanos a ser respetados. Exigimos la libertad, y el que la exige con nosotros, siente que exige la suya también. Tamek, Haidar, Hamad... son parte de una gran lista de hombres y mujeres que nos han sorprendido con su valentía y coraje. Pero la lista es muy grande, podría estar días, semanas y no terminaría de nombrarlos a todos. Me siento orgullosa de pertenecer a este pueblo que me vio nacer y por el que seguiré luchando aunque sea lo último que haga en la vida.

Gracias por vuestra participación en esta MARCHA AZUL por la libertad.

Por un Sáhara libre :: Salka Embarek*

*Salka vive en Tenerife y forma parte de la comunidad saharaui de canarias. ...

Reportaje en El País. La Pasionaria de El Aaiún

Aminatu Haidar se ha convertido en el rostro femenino de la revuelta saharaui contra Rabat tras su ingreso en la Cárcel Negra.

La prensa marroquí que menos respeta los tabúes la describe como La Pasionaria de El Aaiún. La mujer, Aminatu Haidar, era ya conocida por su larga lucha por la independencia del Sáhara Occidental, pero su nuevo encarcelamiento por las autoridades de Marruecos la ha hecho célebre.

Un total de 168 eurodiputados, entre los que figuran buen número de los socialistas españoles, firmaron un llamamiento pidiendo su liberación y la de todos "los presos políticos saharauis". Un puñado de miembros de la Eurocámara la ha propuesto además para el Premio Sájarov de derechos humanos.

Haidar, de 38 años, divorciada y madre de dos hijos, Hayat y Mohamed, fue detenida el 17 de junio al salir de las urgencias del hospital Hassan Ben Mehdi, en El Aaiún, al que acudió para que le cuidasen las heridas que le infligió horas antes la policía cuando trataba de organizar una manifestación en pleno centro de la capital sahariana. Le dieron 10 puntos en la cabeza pero rehusaron entregarle un certificado médico.

Tiene experiencia en detenciones. A finales de 1987, con 20 años, fue apresada por primera vez, junto con 17 mujeres, cuando iba a echarse a la calle a protestar con motivo de la llegada a El Aaiún de una comisión de la ONU.

Estuvo desaparecida casi cuatro años, "durante los que fue sometida a los horrores de las mazmorras secretas marroquíes", afirma Mohamed Sidati, encargado de las relaciones del Frente Polisario con Europa. Ese largo secuestro mermó su salud, tiene lesiones en la columna vertebral, y le impidió seguir estudiando más allá del bachillerato, que acabó en El Aaiún.

Tras la muerte de Hassan II, en 1999, Haidar se dedicó de lleno a la lucha política al tiempo que se esforzaba en defender los derechos humanos. No dudó en trabajar codo con codo con grupos marroquíes, como la Asociación Marroquí de Derechos Humanos, y participar en sus mítines. Allí narró sus años de cárcel y arremetió contra la prensa y los partidos del majzen (entorno del monarca), que silenciaron aquello. Tanta militancia le acarreó carecer de pasaporte y perder su puesto de funcionaria del Ayuntamiento de Bujador.

"El mero hecho de poder formular estas denuncias demuestra que el país está cambiando", señala Larhdaf Eddah, un saharaui que dirige la televisión local. "Pero Aminatu forma parte de esos ex presos incapaces de superar esa terrible experiencia y darse cuenta de que Marruecos adquiere, a trancas y barrancas, otro rumbo". "Se venga de lo que sufrió en el pasado insultando el porvenir".

El Marruecos de 2005 no es, desde luego, el de 18 años atrás. Haidar no "desapareció" esta vez, sino que 61 horas después de su detención, dedicadas a interrogarla, fue llevada ante el fiscal del tribunal de apelación. Los cargos que pesan sobre ella son similares a los de los jóvenes saharauis condenados este mes, pero la fecha del juicio no ha sido aún fijada, señala su abogado, Erguibi Lehbid, hermano del líder del Polisario.

Las prisiones marroquíes tampoco son lo que eran en tiempos de Hassan II. Haidar se queja de sus condiciones carcelarias, pero logra que sus escritos traspasen los barrotes de la Cárcel Negra -aún conocida por su nombre español- de El Aaiún pese a estar recluida en una celda de aislamiento. Sus compañeros de lucha se encargan de repartirlos.

"Esta prisión", escribe, "no posee las condiciones mínimas de una institución penitenciaria". Un organismo oficial marroquí precisó que el número de reos allí encarcelados rebasaba en 407% la capacidad del penal. "No tenemos derechos a las visitas diarias, ni a la radio y a la lectura (de prensa), y aún menos a una alimentación digna, a medicinas, etcétera", añade.

"Es un milagro que siga con vida", concluía otra de sus misivas dirigida a los independentistas saharauis, "porque soy una mujer agotada físicamente por tantos años de desaparición y encarcelamiento, tanta tortura y tantas vejaciones". "Pero estoy aquí y seguiré estando con todas mis fuerzas, sabiendo que estáis luchando por nosotros". "Estoy tan segura de vosotros como lo estoy del mar que me espera a 25 kilómetros, tan segura como lo estoy de la mirada cariñosa de mis hijos a quienes tanto añoro".

Fuente: Artículo leído en Indymedia Canarias

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