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Lazos Rotos

Año y medio después de terminar como presidente del Gobierno, Aznar se manifiesta como un auténtico cretino.

La foto de Azores

Agencia / inSurGente.- Así lo demuestran las continuas declaraciones públicas, siempre destempladas, siempre muy significativas, del ex presidente, que se deja llevar de sus emociones y aparece como un político definitivamente ultraderechista. Ahora confiesa su amor por la “foto de las Azores”, la expresión pública de su complicidad con las comprobadas mentiras y falsedades de Bush y de Blair en relación con las Armas de Destrucción Masiva de Sadam Huseim y con el origen de la guerra de Iraq. La gloria de Aznar es el crimen contra la humanidad y los crímenes de guerra que compartió con sus “amigos”. “Prefiero la foto de las Azores en la que aparecía la bandera de España entre las de Estados Unidos y Reino Unido, a comprobar ahora que con el Gobierno socialista la bandera española se encuentra entre Castro y Chávez".

Aznar se siente seguro tras el casi inconcebible cinismo y descaro de Blair que es capaz de superarse cien veces a si mismo en la última intervención ante la Asamblea General de la ONU.

Blair le reclamó “mayoría de edad” a las Naciones Unidas en favor de “un liderazgo en la lucha contra el terrorismo”. Es decir, una rendición incondicional ante la voluntad de los EEUU para evitar las escandalosas desobediencias finales en el largo trámite para la preparación de la invasión de Iraq. Además reclamó un consenso para evitar la “proliferación de armas nucleares, químicas y biológicas”, sin acordarse de la eliminación de tales armas e interpretando proliferación como incorporación de nuevos países a la producción de este tipo de armas y no como su continuo desarrollo por las grandes potencias, especialmente los EEUU. Tampoco se refirió Blair a la más peligrosa forma de proliferación que es el aumento de la “disponibilidad para el uso de armas de destrucción masiva”, especialmente perceptible también en los Estados Unidos, en relación con las armas nucleares.

Blair que al referirse a la miseria de los millones de personas que mueren de hambre en el mundo lo hizo con la expresión “repugnancia”, negó que “de ninguna forma el terrorismo es responsabilidad nuestra, las causas no hay que buscarlas más que en una ‘doctrina de fanatismo’. No habrá ninguna victoria hasta que nuestra defensa de la Libertad no sea tan absoluta como su fanatismo, hasta que nuestra pasión por la democracia no iguale su apasionamiento por la tiranía”.

Aznar también se identifica plenamente con un Bush al que no reconoce en sus peores momentos. El Bush que ya no sabe salir de la inercia guerrera en Iraq y que morirá lentamente por ello. El Bush que ha demostrado una inercia apática e indiferente ante el Katrina mientras el desastre era anunciado y se aproximaba a miles de compatriotas. Menos “compatriotas” por cuanto la mayoría eran pobres y negros.

Para identificarse con Bush y expresar su testimonio servil, Aznar no duda en manifestar su desprecio a Cuba y Venezuela: "Recuerdo que en la foto de las Azores, la bandera de España se encontraba entre las banderas de Estados Unidos y Reino Unido y ahora, está entre Castro y Chávez. Es un gran cambio".

Tampoco duda en criticar ásperamente la propuesta de una Alianza de Civilizaciones que propugna José Luis Rodríguez Zapatero. Para Aznar la OTAN es la única alianza posible aunque no integre más que a unos cuantos: "La Alianza trasatlántica es la más importante en el mundo para expandir democracia y bienestar".

El odio a Cuba queda expresado por el apoyo total de Aznar al plan de recolonización de la administración Bush. Las deformaciones de la realidad son ilimitadas y siguen los esquemas irracionales de la “guerra fría” y del anticomunismo más feroz: “Cuba es el único país del continente americano que no disfruta de una sociedad libre”. "La situación en Cuba es por desgracia la misma. Los cubanos continúan viviendo bajo un régimen político que rechaza reconocer sus derechos y somete a su población en la pobreza y la opresión".

"En el 2003 propuse una política común en la Unión Europea que se resumía en algo muy concreto: nada (a Cuba) salvo el apoyo a los disidentes. Desgraciadamente, esta política se ha cambiado con el nuevo Gobierno socialista y ahora el cambio es muy simple: nada con los disidentes", manifestó.

Con todo para Aznar Cuba no es el problema principal al que se enfrenta Latinoamérica sino el "nuevo populismo", es decir, los movimientos políticos "que tienen una clara persuasión antiliberal y que renuncian a la democracia". Por supuesto: Hugo Chávez.

"Hoy en día, el mayor riesgo en América Latina surge de aquellos cuyo sueño es una revolución continental financiada por grandes recursos petrolíferos, un movimiento que exporta ideas antiliberales y antidemocráticas a todos los países que forman la región".

Los servicios de Aznar al Imperio son indudables, su fidelidad es absoluta.

Fuente: Leer el artículo original en inSurGente.

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