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Lazos Rotos

Libertad para los cinco. Inocentes.

Yaciel Peña de la Peña (Las Tunas, Cuba).- La Fundación Nacional Cubano-Americana (FNCA), el Consejo para la Libertad de Cuba (CLC), Hermanos al Rescate, Movimiento Democracia, Alpha-66 y otras muchas de conocida trayectoria delictiva, son las responsables de numerosos sabotajes y agresiones contra Cuba, con un saldo de miles de muertos, heridos y grandes pérdidas económicas, contrabando de armas, drogas y personas. E incluso, sus miembros han fraguado cientos de planes para tratar de asesinar al presidente cubano Fidel Castro y realizado acciones terroristas en el propio territorio estadounidense y en terceros países.

Hoy, por el simple hecho de denunciar esas criminales acciones contra un pueblo bloqueado hace más de 40 años, Antonio Guerrero, Fernando González, Gerardo Hernández, Ramón Labañino y René González, continúan en cárceles norteamericanas, tras ser sometidos a un juicio manipulado en la propia ciudad de Miami, completamente hostil y dominada por la mafia de origen cubano, donde era imposible realizar un proceso justo e imparcial, a tenor con las propias leyes de los Estados Unidos y del Derecho Internacional.

Por si fueran pocas las sentencias dictadas contra los Cinco patriotas, el gobierno norteamericano, además, ha obstaculizado sistemáticamente las visitas de las madres, esposas e hijos de los prisioneros, lo que constituye una sanción adicional para ellos y sus seres queridos. Adriana Pérez y Olga Salanueva, esposas de Gerardo Hernández y de René González, respectivamente, e Ivette González, la pequeña hija de René, no han podido visitarlos desde hace más de cinco años.

De igual manera, las autoridades norteamericanas han dificultado las visitas de los abogados de la Defensa y las de funcionarios consulares cubanos radicados en los Estados Unidos, lo que desconoce arbitrariamente el Artículo 37 de las Reglas Mínimas para el tratamiento de Reclusos.

Inocentes. René González, Gerardo Hernández, Antonio Guerrero, Fernando González y Ramón Labañino no cometieron ninguno de los delitos por los que fueron juzgados y condenados. De hecho, no fue posible demostrar su culpabilidad por ninguno de los cargos que se les imputaron. Ellos no espiaron al ejército ni trataron de atentar contra la seguridad nacional de los Estados Unidos. Su misión era la de proteger las vidas y los bienes de los ciudadanos cubanos, informando a tiempo de los ataques terroristas organizados por los grupos contrarrevolucionarios de Miami. No son delincuentes, no violaron las leyes norteamericanas. Son víctimas de la venganza y la frustración de la mafia miamense, por no haber podido detener el avance del pueblo de la Isla, ni impedir que crezca la solidaridad del propio pueblo de los Estados Unidos.

Yaciel Peña de la Peña (Las Tunas, Cuba)

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