La agonía de un genocida. Sharon se va, pero la construcción del muro de la vergüenza continúa.

Medios alternativos / inSurGente.- "Todo lo que nos queda por hacer es rezar por él", se lamenta el ex líder del Partido Laborista israelí Simon Peres. El primer ministro israelí, Ariel Sharon, está en el quirófano donde seguirá durante varias horas y su situación es muy grave. Sharon fue sometido a una intervención quirúrgica con motivo de una grave y masiva hemorragia cerebral. Tiene medio cuerpo paralizado.

Según ha informado el Hospital Universitario Hadasa, en Jerusalén, ocho horas después de que el primer ministro fue ingresado en el hospital, el director general del centro, Shlomo Mor Iosef, informó que "hay zonas (del cerebro) quedan aún por tratar" pero no especificó cuales. El jefe del Gobierno está con respiración asistida y "su situación es difícil", indicó Mor Iosef.

Después de que le administraron medicamentos para frenar la hemorragia, Sharon fue sometido a una radiografía múltiple (citi-escan) y fue devuelto al quirófano para continuar con la operación. "Estas operaciones son muy largas y puede prolongarse durante varias horas mas", dijo el director general del Hospital Hadasa de Jerusalén.

El viceprimer ministro de Israel Ehud Olmert asumió provisionalmente sus funciones y ha convocado al Consejo de Gobierno para las 09:00 de la mañana (07:00 GMT). La masiva hemorragia cerebral que sufrió Sharón anoche podría impedir que vuelva a ejercer sus funciones como jefe de Gobierno, según coinciden médicos especialistas, al destacar la gravedad del estado del primer ministro.

Fuentes no oficiales decían que los cirujanos no pudieron parar la hemorragia y el escepticismo parecía cundir entre los neurocirujanos, que hacían comentarios a las emisoras locales.

El estado de Sharon, que el próximo 28 de marzo tenía intentar conseguir la reelección en los comicios nacionales con intención de impulsar el proceso de paz con los palestinos al frente de su nuevo Partido Kadima, causa gran preocupación en la clase política, y en la opinión pública israelí. La evolución de Sharon, hora a hora.