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Lazos Rotos

El mar y las potencias marítimas.

Medios alternativos / El Guanche.- Antonio Cubillo*. No cabe duda de que las grandes potencias marítimas surgieron cuando ciertos pueblos inteligentes y emprendedores supieron dominar el mar. Un simple repaso de la historia nos demuestra esta tesis, desde Creta, Egipto, Fenicia, Cartago, Grecia, Roma y China, en una cierta época, a Venecia y, por último, la insular Inglaterra, dominadora de los mares del mundo a través de su flota. Pequeñas islas o ciudades como Creta, Tiro, Sidón, Cartago, Atenas o Venecia basaron su esplendor en el dominio del mar Mediterráneo, y su consecuencia lógica fue el control del comercio marítimo. Muchos pueblos insulares o territorios marítimos no llegaron a comprender nunca lo que significaba el mar que les circundaba y sólo lo explotaban circunstancialmente para la pesca de litoral o pequeño comercio de cabotaje. Tuvo que llegar la conexión estructural del dominio del mar, con grandes y rápidas flotas, para comprender que dicho dominio conllevaba el del comercio, la riqueza y, como consecuencia final, el desarrollo social y cultural y las ideas de libertad y democracia que desarrollaron los griegos al estar en contacto con otros pueblos y otras culturas.

Cuando consideramos fríamente lo que significó el dominio del Mediterráneo por los fenicios de Sidón, Tyro, Malaka, Cartago, Gadir y Lixius, ciudades pequeñas, pero florecientes, pero con potentísimas flotas de tirremes y cuatrirremes que transportaban sus salazones y el producto de sus factorías, así como el aceite y el vino por todo el Mediterráneo, llegando incluso a acuñar sus propias monedas de oro, plata o electrum, los pueblos insulares, como los canarios, deberíamos reflexionar y reestudiar nuestro porvenir, a tenor de nuestras circunstancias marítimas y las lecciones de la historia.

Actualmente, las potencias marítimas están estableciendo su Zona Económica Exclusiva (ZEE) en 350 millas. Como Canadá, Chile, Perú y otros. Países que nos interesan por su proximidad, como Mauritania y Marruecos, aunque aún tienen sus 200 millas, ya están pensando, junto con otros países africanos, en aumentarlas a 350. Estos países africanos, si quieren potenciar sus riquezas marinas, deben potenciar sus flotas de pesca y mercante, aunque no sabemos si llegarán a controlar el comercio como hicieron los fenicios, los otros pueblos citados y, últimamente, los ingleses y, allá en el Pacífico, Japón y Corea, ya que hace falta una tradición marina y una infraestructura industrial y de libertad de comercio, que no se adquiere de la noche a la mañana. Si no desarrollan sus flotas, sus puertos sólo servirán de tránsito o vulgares puertos de contenedores, como algunos canarios quieren convertir los nuestros.

Canarias tiene todas las condiciones para convertirse en una potencia marítima, si nos ponemos a reflexionar en dónde estamos y el mar que nos rodea. El día en que nuestra nación establezca las 350 millas de su ZEE y trace la mediana, en tanto que Estado archipielágico con nuestros vecinos y colindantes, y una élite política inteligente piense en el futuro, teniendo en cuenta nuestras grandes posibilidades en tanto que potencia marítima, ese día todo cambiará. En vez de basar nuestra riqueza sólo en el turismo y en los puertos de contenedores o en puertos para los pesqueros extranjeros y mercantes que transporten las mercancías que entren y salgan de Canarias, ese día brillará un nuevo sol sobre nuestra patria guanche.

Ese día, la nación canaria, con miles de barcos de pesca, miles de navíos mercantes y flota militar para defender nuestras costas y nuestros navíos, ondeando en esos barcos la bandera nacional tricolor de las siete estrellas verdes, ese día empezará el verdadero desarrollo de Canarias. Las islas de La Gomera, El Hierro y Lanzarote volverán a albergar las grandes pesquerías, factorías de salazones y conserveras, mientras los puertos de Las Palmas, Santa Cruz de Tenerife y Santa Cruz de La Palma servirán de bases de atraque a los mercantes canarios, que llevarán nuestras frutas, nuestros vinos, nuestros quesos y todos nuestros productos naturales a todos los puertos de destino. Claro que nuestra nación exigirá que todos nuestros productos sean exportados solo y exclusivamente por nuestros barcos, pero ello es cuestión de soberanía y nadie podrá reprochárnoslo. Lo mismo sucederá con la explotación exclusiva de las riquezas pesqueras y minerales de nuestra ZEE, donde sólo faenarán nuestros barcos pesqueros y conserveros, protegidos internacionalmente por la Convención Internacional del Mar de Montego Bay, todo ello redundando en nuestra industria, en nuestro comercio y, en una palabra, en la riqueza de la nación archipielágica.

Creemos que en este nuevo año 2006 ha llegado el momento de la reflexión, porque el desarrollo de todas estas riquezas y fórmulas favorecerá a nuestro pueblo trabajador, y se crearán miles de puestos de trabajo para los canarios redundando todo ello en el engrandecimiento de Canarias, en tanto que Estado archipielágico soberano con moneda propia.

*Antonio Cubillo Ferreira Presidente del Congreso Nacional de Canarias (CNC)

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