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Lazos Rotos

Nuevo Estatuto y topes electorales.

Medios alternativos / El Guanche.- Antonio Cubillo*. El Parlamento de Canarias está preparando la reforma del actual estatuto caduco que, en su día, las fuerzas políticas limosnearon en la metrópoli. Hoy en día, empujados por los éxitos y la publicidad del Estatut catalán, los dirigentes de Coalición Canaria, presionados por sus bases y por la creciente opinión pública, se lanzan a reformar el estatuto con la feroz oposición del PP, partido de la derecha española y el conocido juego doble del PSOE.

El pueblo y la opinión pública se preguntan, en ese proyecto, ¿dónde está la verdadera reforma electoral?, que es lo más importante. Los dirigentes de la CC insinúan que eso de la reforma electoral y los llamados topes lo resolverán después, aunque últimamente hablan de 69 diputados y algunas variaciones de topes, pero no hay nada claro por ahora.

El pasado año -y hay que mirar atrás, cómo no, (ver prensa, primera semana de marzo 2005)- la delegación del PSOE en Canarias (partido monárquico de la metrópoli), a través de su portavoz, Sr. Alemán -muy español él-, quería apuntarse un tanto ante sus electores diciendo que están por la reforma de los topes electorales. En el periódico canario independiente EL DÍA, del viernes 11/3/05, decía: "El grupo socialista anunció su retirada de su proposición de ley contra la reforma electoral y propuso abrir el diálogo para un acuerdo, para rebajar las actuales barreras electorales". Una situación parecida se planteó en 2002, ¿y qué pasó después? Se callaron los partidos metropolitanos, PSOE y PP, y siguió en el Parlamento gobernando la "tripartocracia", presidida por un no canario del PP, Gabriel Mato, impuesto expresamente por el gobierno de Aznar, como todos sabemos.

Ahora, PP y PSOE, partidos monárquicos, defensores a ultranza de la bandera de los perros y del colonialismo, hablan de topes dientes afuera, pero en realidad quisieran que se mantuviera la actual situación para seguir cogobernando en esta colonia y seguir explotándola y robándole sus riquezas, pues para eso sirven las colonias.

La antidemocrática ley de topes electorales vigente en Canarias, como todos sabemos, se la sacaron de la manga un aciago día las llamadas fuerzas presentes en el Parlamento junto con los partidos de la metrópoli PP y PSOE, para establecer la "tripartocracia" y eliminar a todas las posibles fuerzas vivas o partidos políticos de Canarias que no están de acuerdo con ellos o que están por la independencia, que es lo que les preocupa. En estos momentos en que el pueblo empieza a despertarse, le es muy necesaria a la tripartita estos topes, para seguir repartiéndose el pastel sin la presencia de otras fuerzas políticas.

Con los llamados topes electorales se buscaba hacer desaparecer para siempre a partidos que representasen a los independentistas del Archipiélago. Todos sabemos que los topes van en contra de un sistema electoral democrático y libre, aparte del handicap que significa la Ley d'Hont, aplicable por el sistema electoral español. La democracia exige que exista el pluripartidismo, pero estos topes van en contra de la libertad de expresión y de asociación de los ciudadanos de esta colonia africana. A los creadores de los topes no les ha importado nada estos pasados años que los topes sean antidemocráticos; hasta ahora, sólo lo que han buscado es mantenerse en el Parlamento, y para ello han recurrido a todas las martingalas antidemocráticas para perpetuar el sistema. Claro que los ejemplos catalán y vasco han abierto los ojos a las bases de CC y a muchos de sus dirigentes, que ven el porvenir diferente de hace unos años.

CC hoy en día debe repensar su estrategia, pues el pueblo canario puede pasar factura de su comportamiento y de sus alianzas con los partidos españoles, y más ahora, que con la llegada masiva de no canarios a las islas el pueblo canario se siente arrinconado más y más en nuestra propia tierra. Como ya se sabe, en islas como Fuerteventura la población canaria es sólo de un 20%.

En todas las últimas elecciones, el Congreso Nacional de Canarias, con razón, por lo expuesto, pidió la abstención, como es público y notorio, y ya se sabe lo que pasó y hasta dónde llegó la abstención. El Congreso Nacional de Canarias (CNC) y otros partidos netamente canarios estamos por la más alta participación del pueblo canario en las elecciones, si son libres y democráticas, en donde participen sólo los canarios, como es lógico. Por ello, ya no nos conformamos con los antiguos topes ni con los que propone ahora el PSOE o Coalición Canaria, y exigimos que se haga ya una reforma electoral seria, en base al 2%, a nivel del Archipiélago, y el 4 ó 5% máximo a nivel de la isla, así como que se amplíe el número de parlamentarios en Canarias a 70 en vez de los 60 actuales, pero que en esa lista de diez nuevos parlamentarios sólo puedan votar y participar los canarios y no los españoles, para así desarmar las posibles maniobras del PP y PSOE.

Como es lógico, contamos con la oposición de los poderes de metrópoli y de la derecha dura española en Canarias (Soria-Tavío), que ven un peligro para sus intereses económicos y temen, cómo no, que el Parlamento actual (a cuyo frente han impuesto a un no canario, con el consentimiento de las demás fuerzas ¡qué vergüenza!), se les escape de la mano y les exija cuentas de sus gestiones en cabildos y ayuntamientos, gestión que ha permitido que reine en este Archipiélago un ambiente enorme de corrupción como nunca se había visto en Canarias, en todos los niveles y en ese propio Parlamento, que fue capaz de dictar y aprobar una ley abusiva e ilegal para expropiar, hace unos años, a los legítimos propietarios vecinos del edificio del Parlamento en la capital tinerfeña.

CC debe pensar que con un Parlamento con 10 ó 15 partidos canarios, por ejemplo, es más difícil que sea monopolizado por los partidos españoles PP-PSOE. Un Parlamento y un Gobierno canarios formados por una alianza de partidos canarios podrán desarrollar las fuerzas productivas de nuestra nación y vislumbrar un futuro diferente a una colonia para transformarnos en un Estado archipielágico, pero para ello hay que prescindir de los partidos de la metrópoli, que quieren que Canarias siga siendo un archipiélago de un Estado como hasta ahora.

Además, en la reforma electoral que proponemos y que es lo que piensan muchos canarios, se debe exigir que el presidente del Gobierno sea elegido por el pueblo en votación directa de sólo los canarios, y no de los residentes extranjeros. No se puede, como hasta ahora, elegir un presidente por arreglos políticos entre la tripartita, como viene sucediendo hasta ahora. Sería conveniente también que en el nuevo Estatuto se luche por que haya listas abiertas para la elección de cargos y otras demandas que la opinión pública viene solicitando en un amplio debate público en los medios canarios y no españoles de comunicación sobre la reforma de la ley electoral.

Coalición Canaria (CC) debe pensárselo bien en estos momentos históricos, plantearse un futuro realista y práctico para esta nación, o seguir con su anticuada alianza con los partidos españoles metropolitanos, PSOE-PP. El dilema es pensar en Canarias como nación, como república, y en su futuro, aliándose con partidos canarios que luchen sólo por Canarias y por nuestros justos y legítimos derechos nacionales, o seguir aliada con los partidos metropolitanos enemigos de Canarias y de sus libertades.

Sería conveniente que todos los partidos canarios (no los de la metrópoli), que están pensando en las elecciones de 2007 y ven lo que sucede estos días con las discusiones bizantinas sobre el futuro Estatuto, salgan a la palestra pública en periódicos netamente canarios y no en sucursales de intereses extraños y metropolitanos y exijan el fin de los antidemocráticos topes, antes de pensar en las próximas elecciones y en la reforma del estatuto impuesto por Madrid

* Presidente del Congreso Nacional de Canarias, brazo político del MPAIAC.

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