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Lazos Rotos

¿Para quién es la riqueza que generan las turbinas?

Asociaciones / Tagororachinech.- Si lo que acontece en Chío, no lo contasen diríamos que nos recitan un guión de una película, y de las malas, pero no, es cierto. En un pueblo que lo único que ha querido es vivir tranquilo y que sus vecinos sigan siendo dueños de su futuro, apareció el “falso desarrollo” y mando parar.

Cuando pusieron en marcha las turbinas en Los Pajales, comenzaron a notarse los efectos, que rápidamente se encargaron de desmentir desde el consistorio, alegando que era calima, ó como dijo un concejal: “eso es Polen en suspensión” ¡Ya hay que ser bocazas!

No contentos con esto, se ha encargado de mantener y sostener que era calima, eso si de color amarillo-defecación, utilizando este color con intenciones despectiva, ya que así calificamos la mierda que desprendían las turbinas. Sin saber o no querer saber el daño que estas dichosas turbinas están ocasionando a todo un sistema socio económico, del que dependen miles de personas y, cuyas consecuencias no serán recuperables en mucho tiempo, al margen de los problemas de salud pública que serán irreversibles, pero para los que nunca han tenido conciencia y, difícilmente la tendrán “esto es desarrollo y bienestar”.

Los agricultores de la zona están padeciendo lo imaginable, con los ruidos que producen estas infernales máquinas, están soportando temperaturas nunca vistas en sus invernaderos. Los residentes de la zona se han visto obligados a llamar, de forma constante a la policía local para denunciar los perjuicios que están sufriendo. Los titulares de las explotaciones de turismo rural, una actividad que si es sostenible, han visto como pierden sus clientes, como todos ellos ven que no pueden hacer frente a los créditos firmados para poder sacar adelante sus cosechas, que ven difícil el hacer frente a las hipotecas que han solicitado para acondicionar las casa para el turismo rural. Eso sí a los hoteles de la zona no les afecta, sus clientes no se marchan, no reclaman por circunstancias ajenas a la explotación turística, sus cosechas están garantizadas. Aún así son capaces de seguir diciendo que esto es por el interés general, ¿Pero de quién?

Cuando se reclama que se haga cumplir con las normativas, argumentan que lo exijamos por la vía judicial. Por ahí lo estamos haciendo. Y durante el tiempo que dure este proceso ¡a joderse toca!, pero que ningún agricultor se le ocurra adecentar su cuarto de apero, que ninguna casa de turismo rural sea acondicionada, porque aparece el matón de patio de colegio y, la policía municipal con ordenes dadas a precintar y sancionar a los infractores, pero para estas turbinas ilegales, dañinas, peligrosas miran para otro lado, no vayamos a joderle el cholo a algún amigo, o ¿Serán patrocinadores de campañas electorales?

Ya no sabes si sientes vergüenza de que te representen esta gente, si siente indignación, rabia, impotencia…, o por otro lado que la avaricia no conoce límites y hay que destruir todo los que se ponga por delante, para conseguir fines propios, sin importarte cuantos dejas por el camino, al final ¿a quien le importa el sector agrícola?, ¿a quien le importa las explotaciones de turismo rural?, ¿a quien le importa la vida de los vecinos de Chío?, pues sí nos importa a nosotros a los chieros, aunque ya se han encargado de llamarnos “chiítas fundamentalistas”, por defender lo que consideramos de justicia. Eso sí lo que nosotros llamamos justicia para esta gente no es riqueza.

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