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Lazos Rotos

Por fin abrió la estación de Santa Cruz.

Gofiosfera / La ruina de las islas canarias .- Todavía no me lo puedo creer. Esta mañana estuve en el Intercambiador de Santa Cruz. Después de 12 años de obras y atrasos, por fin inauguraron el Escorial de TITSA (ver aquí). Por supuesto, la obra tiene muchos aspectos criticables, que, como siempre, pasaré a describir a continuación.

El mayor defecto que tiene es la mala organización de la información. A pesar de que, increíblemente, han puesto paneles que informan de las salidas y las llegadas, su ubicación no es la más adecuada. Los colocaron en el hall de la “rotonda” provisional, es decir, lo que iba a ser la estación para las guaguas urbanas y que, al final, se quedó en estación del tranvía. También hay otros en el acceso a las dársenas, pero hay que bajar uno o dos pisos, según el nivel del que salgan las guaguas, para verlos.

Es decir, donde más importante es que pongan la información, es donde no la pusieron. Si, por ejemplo, usted viene del Puerto de la Cruz y quiere seguir para el Barrio de la Alegría, para saber cuándo sale alguna línea que pase por dicho barrio, tendría que bajar dos pisos, ver el panel, y volver a subir. Es como si en un aeropuerto, en lugar de haber pantallas de salidas por todas partes, hubiese que ir al aparcamiento a consultarlas, y luego volver a subir. Además, en el tiempo que pierde, puede que se le escape la conexión.

También hay información en cada uno de los postes de cada dársena, indicando la fecha, la hora y la línea que va a salir desde ese punto, con la hora de la próxima salida. Y aquí tenemos otro error. La información sobre la hora y la línea no es estática, y no aparece de manera continua, sino que se desplaza o se alterna con otras informaciones, lo que hace que localizar una línea sea infernal. Esto se resolvería si hubiese un panel de información en el andén, como ya dije anteriormente, y es un problema más, provocado por dicha carencia. Por suerte, un conocido de TITSA me dio un papel que repartieron entre los chóferes, para que conocieran el lugar de salida de cada línea, y que publico aquí para quién desee utilizarlo.

No me convence la distribución de la zona comercial, ni la conexión con lo que será la estación del tranvía. Se hace a través de un pasillo que da un rodeo, en lugar de ir directamente a su destino. Esto provoca que el recorrido sea más largo, algo indeseable en un lugar donde suele haber prisa para cambiar de medio de transporte. Sobre todo cuando esté funcionando el tranvía.

Tampoco la ubicación de las papeleras en las dársenas es adecuada, puesto que, si la guagua aparca muy adentro (algo que tiene que ser así con las articuladas), la papelera va a parar junto a la puerta, y los pasajeros tienen que acceder rodeándola. Lamentable.

La posición de la visera de la estación, levantada hacia el norte, hace que, cuando llueva, se mojen todos los bancos, y no hay muchos lugares donde protegerse de la lluvia. Es otro detalle triste, de mucho diseño pero poca funcionalidad. Esto lo he comprobado en varias ocasiones, pues esta parte lleva por lo menos 5 años terminada, y siempre se ha mojado, sobre todo cuando hace viento. Algo lógico que no entiendo como se les escapó a los arquitectos.

Por último, y dada la obsesión de Melchior por el tranvía, es una pena que el edificio haya perdido funcionalidad al quitarle la parada de las urbanas. Se puede decir que queda algo “cojo”. Lo peor es que dichas líneas se han tenido que colocar en dársenas previstas para las interurbanas, lo que hace que, recién inaugurada la estación, ya esté colapsada desde ese punto de vista. La prueba es el papel interno que escaneé y adjunto algo más arriba. Hay dársenas de las que saldrán 5 líneas diferentes.

Pues nada, en general, la obra no es de lo peor que he visto, y puede mejorar sensiblemente si se ponen esos paneles de información en las dársenas. Si no fuera por el retraso y lo que hemos sufrido en la rotonda asquerosa que sirvió durante más de 10 años como estación provisional, esta vez habrían aprobado…

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