Tagoror Achinech pide que se haga público las mediciones de las emisiones de las turbinas.

Asociaciones / Tagoror Achinech.- El Colectivo Tagoror Achinech ha solicitado al Ayuntamiento de Guía de Isora que hago público los niveles de emanaciones que han ocasionado las turbinas desde su entrada en funcionamiento. Desde que se solicito la Autorización Ambiental Integrada y en distintas declaraciones, el Ayuntamiento de Guía de Isora, ha anunciado y comunicado que contrataría una empresa, dependiente de la Universidad de Las Palmas, para realizar las mediciones de emanaciones de partículas contaminante, que desprenden las turbinas colocadas en Los Pajales. Y después de ver durante el periodo de verano, como la contaminación se concentraba sobre Chío y alrededores, se debe dar una explicación a la ciudadanía de qué cantidad y qué partículas son las que componen esa franja contaminante que “ha decorado” el horizonte de Chío.

Desde el ministerio de Medio ambiente se ha publicado el informe anual de emanaciones correspondiente al ejercicio 2005 y, se comprueba que las turbinas colocadas en Oroteanda (Arona), son las cuartas que más incumplen el protocolo de Kyoto y, teniendo en cuenta que las instaladas en Chío son de características similares, se teme en igual de incumplimiento y, la población debe saber con que se tiene que enfrentar ante tales emanaciones, para prevenir sus efectos dañinos.

El Dióxido de Nitrógeno (NO2) y el Dióxido de Azufre (SO2) son los principales causantes del fenómeno de la lluvia ácida, por lo que los agricultores de la zona deben tener conocimiento de estos niveles emitidos a la atmósfera, para hacer frente a los riesgos que ello conlleva y, prevenir si esto es posible, sus efectos perjudiciales sobre la producción agrícola.

La cantidad de CO2 que se haya emitido al aire es otro de los datos que deben hacerse público para general conocimiento de todos, pues ello implica observar si se ajustan a lo asignado, en su momento, que es de 21.600 toneladas anuales, que ajustándose a esta autorización no deja de ser nocivo para la población, ni perjudicial para el entorno por el efectos del calentamiento global.

El conocimiento de la cantidad de partículas que se han emanado a la atmósfera darán los datos necesarios para exigir la aplicación de medidas correctoras y, hacer acciones de prevención, ante posibles casos de afección a la salud de la población, entendiendo que debe actuar en prevención ante los daños perjudiciales de esta instalación, hasta que finalmente sea desmontada.

Chío a, 25 de septiembre de 2006