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Lazos Rotos

El Obispado ordena el cierre cautelar al culto de la iglesia de La Caleta.

La drástica medida es consecuencia de la actitud violenta de algunos vecinos contra el párroco. La iglesia de San Andrés, en el barrio de La Caleta de Interián, situado a caballo entre los municipio de Garachico y Los Silos, ha dejado de ser Casa de Dios, temporalmente. "La actitud violenta de algunos vecinos contra el párroco" es el motivo que argumenta el Obispado de Tenerife para tomar la drástica decisión de cerrar este templo al culto de manera cautelar y retirar los símbolos sagrados.

El origen de esta medida que tiene a medio barrio soliviantado y a la otra mitad perplejo, fue la manifestación que un grupo de vecinos realizó contra el párroco el pasado domingo día 5, y que, al parecer, terminó "con insultos, amenazas y zarandeos al cura".

Fuentes del Obispado explicaron a DIARIODEAVISOS que "la actitud violenta de algunos de los vecinos participantes en esa protesta no autorizada ha obligado a adoptar, como medida cautelar, el cierre de la iglesia, la suspensión del culto y la retirada del Santísimo, por la seguridad del párroco y del templo. Lamentamos la reacción tan violenta de algunas personas. Este no es el camino. Estamos abiertos al diálogo, pero reivindicamos el derecho de la iglesia a organizar la vida de una parroquia".

Según ha podido saber este periódico, el progresivo desencuentro entre buena parte de los feligreses de La Caleta y el cura, al que algunos tachan de "dictador y poco dialogante", llegó a su punto más crítico cuando el titular de la parroquia decidió cambiar la cerradura de la iglesia. Por ese motivo, unas cincuenta personas se concentraron el pasado día 5, por fuera de la iglesia para mostrar su repulsa al cura. Al término de la misa varios vecinos discutieron con el sacerdote y protagonizaron un incidente, aunque fuentes de la Guardia Civil aclararon que "no consta ninguna agresión y, de momento, no se ha presentado ninguna denuncia".

El Obispado explicó ayer que el cambio de la cerradura de la iglesia de La Caleta "se hizo por la necesidad de mantener el orden en el templo". Destacaron además que tras el incidente "han sido numerosas las llamadas de teléfono en apoyo del cura, y ninguna en contra".

Preocupados por el cariz que han tomado los acontecimientos, el alcalde de Los Silos, Santiago Martín, y el primer teniente de alcalde de Garachico, José Heriberto González, se reunieron el sábado pasado en el centro cultural de La Caleta con un centenar de vecinos, con el fin de tratar este asunto. Santiago Martín precisó que "los políticos no pretendemos inmiscuirnos en las competencias de la iglesia. El motivo de la asamblea era sencillamente actuar de nexo o mediadores para abrir una vía de diálogo con el Obispado y acabar con la crispación vecinal". De hecho, el principal acuerdo de la reunión fue crear una comisión vecinal, formada por cinco personas, que solicitará ahora audiencia con el obispo para esclarecer lo sucedido y ayudar a que la parroquia vuelva a la normalidad.

El alcalde de Garachico, Ramón Miranda, hizo ayer un llamamiento "al diálogo y la concordia entre todas las partes" y ofreció su mediación para acabar con los focos "de alteración social y mala convivencia" que existen tanto en La Caleta como en Genovés, dos barrios que casualmente comparten el mismo párroco.

Fuente: Diario de Avisos

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