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Lazos Rotos

Imaginemos, si podemos.

Imaginemos, si podemos. “Imagina que no existiera el Cielo, es sencillo si lo intentas, que no existiera el Infierno y sobre nosotros simplemente cielo. Imagina toda la gente viviendo por el presente... Imagina que no hubiera países, no es difícil de hacer: nada por lo que matar ni por lo que morir... y que tampoco hubiera religión. Imagina toda la gente viviendo su vida en paz. Imagina que no hubiera propiedades, me pregunto si puedes, que llevaran a la avaricia o al hambre, una fraternidad del hombre: imagina toda la gente compartiendo el mundo... Puedes decir que soy un soñador, pero no soy el único. Espero que algún día te unas a nosotros y que el mundo viva unido”.

Imagine fue escrita por Lennon hace ya 33 años, toda una generación. No conocí ni el movimiento Beatles ni nada de toda la apasionante década de los 60, llegué tarde. Pero, afortunadamente, llegan los ecos de aquellos tiempos hasta nuestros días. La vigencia de estas letras es absoluta, ya que habla de paz y guerra, con un trasfondo religioso y de pertenencias o imperialista. Irremediablemente, uno tiene que mirar, una vez más, para Irak, donde confluyen todos esos elementos descritos por el de Liverpool. Hace ya 33 años, al menos, que se exige un cambio en el rumbo de la sociedad mundial, pero no ha llegado.

Y tardará en llegar. Viendo los detalles que se dejan caer desde la convención republicana en EE.UU., pocas esperanzas nos quedan. Bush, desafortunado líder de este movimiento, parece el mejor colocado para revalidar la Presidencia de este país. Las alusiones a Dios, al terrorismo, a la justicia, a la libertad, a la democracia son incesantes, golpeando con cada una de ellas la línea de flotación de la esperanza que cualquiera pudiera tener sobre la evolución hacia la prosperidad como Humanidad. Pero, ¿qué se puede esperar de una república demócrata en la que los principales partidos políticos reciben el nombre de republicanos y demócratas, como si el otro partido no lo fuera? ¿No lo son? Yo qué sé, y cada vez menos ganas de enterarme de qué va el tema de esta gente.

A pesar de vivir en la era de la tecnología, de los continuos avances médicos y sociales, hay determinados aspectos en los que nos seguimos comportando como hace tres milenios: seguimos arreglando nuestras diferencias a base de cañonazos. Ya lo hacían los egipcios con los sirios, asirios y persas, y posteriormente los griegos, romanos, bárbaros, europeos, etc. Esos afanes imperialistas han llegado hasta nuestros días en estado puro, sin evolución en sus principios, pero si en los medios, cada vez más destructivos y caros.

En la guerra el cambio no llega. Pero, al menos, podemos imaginarlo uniéndonos a aquellos que ya lo hacían desde los 70.

Fuente: Abelardo Gómez Márquez :: Canarias Ahora

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