De manzanas y peras.
El matrimonio entre homosexuales es tratar de la misma manera lo que es diferente. Si se suman dos manzanas, pues da dos manzanas. Y se suman una manzana y una pera nunca puede dar dos manzanas, porque es que son componentes distintos. Hombre y mujer es una cosa, que es el matrimonio, y dos hombres o dos mujeres serán otra cosa distinta. Ana Botella
¡He visto la luz! No lo había entendido hasta ahora. Nadie había conseguido bajar a mi nivel, a ese nivel que compartimos las masas, el nivel de la plebe, el nivel de los que no han sido iluminados por el conocimiento. ¡Claro! ¡Era tan fácil! ¡Cómo pude no haberlo visto antes! ¡Cuál pudo ser el velo que nubló mi mente para no dejarme pensar con claridad! ¡Qué informaciones malvadamente mentirosas habían sojuzgado mi cerebro, para evitar que algo tan simple creciera en su interior!
Pero ya ha pasado. Una vez que el conocimiento llega, incluso en las mentes subdesarrolladas, es imparable, nada volverá a ser lo mismo. Lo veo todo claro. Ya no tengo miedo. Mi espíritu se regocija, libre al fin.
Las manzanas no son peras, y una manzana y una pera, no son dos manzanas
¡Qué brevedad! ¡Pero qué hermosura!
¡Cuánta sapiencia! Y a la vez, ¡Cuánta simpleza!
Escucha el impresionante documento (mp3)
Fuente: La Opinión Alternativa
¡He visto la luz! No lo había entendido hasta ahora. Nadie había conseguido bajar a mi nivel, a ese nivel que compartimos las masas, el nivel de la plebe, el nivel de los que no han sido iluminados por el conocimiento. ¡Claro! ¡Era tan fácil! ¡Cómo pude no haberlo visto antes! ¡Cuál pudo ser el velo que nubló mi mente para no dejarme pensar con claridad! ¡Qué informaciones malvadamente mentirosas habían sojuzgado mi cerebro, para evitar que algo tan simple creciera en su interior!
Pero ya ha pasado. Una vez que el conocimiento llega, incluso en las mentes subdesarrolladas, es imparable, nada volverá a ser lo mismo. Lo veo todo claro. Ya no tengo miedo. Mi espíritu se regocija, libre al fin.
Las manzanas no son peras, y una manzana y una pera, no son dos manzanas
¡Qué brevedad! ¡Pero qué hermosura!
¡Cuánta sapiencia! Y a la vez, ¡Cuánta simpleza!
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Fuente: La Opinión Alternativa
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