Euforia por la masiva asistencia a la manifestación contra Granadilla.
Decenas de miles de personas se manifestaron este sábado en Santa Cruz de Tenerife contra el proyecto de construcción de un puerto industrial en el litoral de Granadilla, al sur de la isla, una obra promovida por las instituciones locales, regionales y nacionales y por CC, PP y PSOE.
La manifestación, a la que asistieron más de 100.000 personas, según los organizadores, y entre 40.000 y 50.000, según el Ayuntamiento, estuvo convocada por colectivos ecologistas y ciudadanos, que consideran que la construcción del puerto es innecesaria, busca enriquecer a unos pocos y afectará irreversiblemente a zonas y especies protegidas. ACN informa de que la Policía Nacional aportaba la cifra de entre 20.000 y 22.000 asistentes a la convocatoria.
Los organizadores estaban eufóricos al término de la manifestación ya que, según habían manifestado con anterioridad, se hubieran dado por satisfechos con entre 15.000 y 20.000 personas. Las campañas en contra de la manifestación organizadas desde medios políticos y empresariales les hacían ser poco optimistas. Pero el resultado de la convocatoria ha desbordado sus previsiones, dijeron fuentes autorizadas.
Esta movilización se ha producido dos años después de una manifestación que con similar asistencia consiguió parar un tendido eléctrico proyectado por las autoridades en paisajes protegidos de Vilaflor (sur de Tenerife).
Los convocantes se mostraron convencidos de que los "trillizos", como denominaron a CC, PP y PSOE por su similitud de planteamientos, tendrán que parar también el proyecto del puerto de Granadilla a la vista de la respuesta popular.
José Luis Fumero, ex alcalde de Vilaflor y uno de los iconos del movimiento ecologista de la isla, advirtió en su intervención al final de la marcha de que "si siguen empecinados, que no les quepa duda de que la próxima vez iremos a Granadilla a paralizar el puerto".
Los oradores tuvieron duras palabras contra los tres principales partidos políticos con representación en el Parlamento regional, todos los cuales apoyan la obra.
También denunciaron la labor de los medios de comunicación, por haber aplicado un "silencio informativo" a las movilizaciones, dijeron, aunque se solidarizaron con los periodistas "que se han enfrentado a la censura de sus medios".
Uno de los intervinientes, el profesor de la Universidad de La Laguna Fernando Sabater, indicó que el "boicot informativo" les ha obligado a buscar otros canales alternativos de comunicación para lograr esa "impresionante movilización" y advirtió de que los colectivos ciudadanos van a organizar "desde la base, un movimiento democrático" para que se escuche su parecer.
La cabecera de la manifestación partió a las doce de la mañana desde la plaza de la Paz y llegó dos horas después a la sede de la Presidencia del Gobierno de Canarias, cuando el final de la marcha apenas estaba saliendo.
En todo momento se mantuvo el tono festivo y reivindicativo, sin que se registraran incidentes, y junto a la oposición al puerto, numerosos colectivos vecinales aprovecharon para expresar su oposición a otros grandes proyectos de infraestructuras que les afectan.
Muchas de las consignas se dirigieron contra los políticos en general, y contra Coalición Canaria en particular, con advertencias como "la lucha está en la calle, no en el Parlamento" "la democracia está secuestrada".
También hubo consignas y pancartas contra la actuación de los medios informativos que no han dado relieve a los planteamientos de estos colectivos ciudadanos.
Maite Bravo, una de las portavoces de las organizaciones convocantes, consideró "increíble" la respuesta ciudadana ante una manifestación que no está apoyada por ninguna institución ni partido grande, solamente por colectivos ciudadanos y ecologistas.
Antonio Rodríguez, de Ben Magec-Ecologistas en Acción, reconoció que con sólo 20.000 asistentes ya hubieran considerado un éxito la convocatoria.
En cualquier caso, algunos partidos minoritarios como el Partido Nacionalista Canario, Izquierda Unida Canaria y Los Verdes, así como los sindicatos Comisiones Obreras e Intersindical Canaria, sí secundaron la marcha.
Entre los manifestantes estaban a título particular algunos militantes socialistas, como el parlamentario regional Santiago Pérez.
Aunque el proyecto del puerto es apoyado por el Gobierno del PSOE, Pérez dijo que él es un militante socialista comprometido con el medio ambiente y denunció que se haya procedido a licitar las primeras obras del puerto "deprisa y corriendo".
Señaló que no se han hecho evaluaciones ambientales ni económicas sobre la pertinencia del nuevo proyecto acordado entre el Ministerio de Medio Ambiente y el Gobierno de Canarias, que reduce a la mitad la superficie inicialmente prevista. También participó en la marcha la sección local de Granadilla de Coalición Canaria.
La evaluación ambiental del puerto de Granadilla realizada por las autoridades canarias y españolas ha sido rechazada en primera instancia por la Comisión Europea, al afectar a zonas y especies protegidas, aunque el Ejecutivo central ha presentado las oportunas legaciones y aún no hay un pronunciamiento definitivo de la UE, necesario para que se puedan emplear fondos comunitarios.
Fuente: Canarias Ahora
La manifestación, a la que asistieron más de 100.000 personas, según los organizadores, y entre 40.000 y 50.000, según el Ayuntamiento, estuvo convocada por colectivos ecologistas y ciudadanos, que consideran que la construcción del puerto es innecesaria, busca enriquecer a unos pocos y afectará irreversiblemente a zonas y especies protegidas. ACN informa de que la Policía Nacional aportaba la cifra de entre 20.000 y 22.000 asistentes a la convocatoria.
Los organizadores estaban eufóricos al término de la manifestación ya que, según habían manifestado con anterioridad, se hubieran dado por satisfechos con entre 15.000 y 20.000 personas. Las campañas en contra de la manifestación organizadas desde medios políticos y empresariales les hacían ser poco optimistas. Pero el resultado de la convocatoria ha desbordado sus previsiones, dijeron fuentes autorizadas.
Esta movilización se ha producido dos años después de una manifestación que con similar asistencia consiguió parar un tendido eléctrico proyectado por las autoridades en paisajes protegidos de Vilaflor (sur de Tenerife).
Los convocantes se mostraron convencidos de que los "trillizos", como denominaron a CC, PP y PSOE por su similitud de planteamientos, tendrán que parar también el proyecto del puerto de Granadilla a la vista de la respuesta popular.
José Luis Fumero, ex alcalde de Vilaflor y uno de los iconos del movimiento ecologista de la isla, advirtió en su intervención al final de la marcha de que "si siguen empecinados, que no les quepa duda de que la próxima vez iremos a Granadilla a paralizar el puerto".
Los oradores tuvieron duras palabras contra los tres principales partidos políticos con representación en el Parlamento regional, todos los cuales apoyan la obra.
También denunciaron la labor de los medios de comunicación, por haber aplicado un "silencio informativo" a las movilizaciones, dijeron, aunque se solidarizaron con los periodistas "que se han enfrentado a la censura de sus medios".
Uno de los intervinientes, el profesor de la Universidad de La Laguna Fernando Sabater, indicó que el "boicot informativo" les ha obligado a buscar otros canales alternativos de comunicación para lograr esa "impresionante movilización" y advirtió de que los colectivos ciudadanos van a organizar "desde la base, un movimiento democrático" para que se escuche su parecer.
La cabecera de la manifestación partió a las doce de la mañana desde la plaza de la Paz y llegó dos horas después a la sede de la Presidencia del Gobierno de Canarias, cuando el final de la marcha apenas estaba saliendo.
En todo momento se mantuvo el tono festivo y reivindicativo, sin que se registraran incidentes, y junto a la oposición al puerto, numerosos colectivos vecinales aprovecharon para expresar su oposición a otros grandes proyectos de infraestructuras que les afectan.
Muchas de las consignas se dirigieron contra los políticos en general, y contra Coalición Canaria en particular, con advertencias como "la lucha está en la calle, no en el Parlamento" "la democracia está secuestrada".
También hubo consignas y pancartas contra la actuación de los medios informativos que no han dado relieve a los planteamientos de estos colectivos ciudadanos.
Maite Bravo, una de las portavoces de las organizaciones convocantes, consideró "increíble" la respuesta ciudadana ante una manifestación que no está apoyada por ninguna institución ni partido grande, solamente por colectivos ciudadanos y ecologistas.
Antonio Rodríguez, de Ben Magec-Ecologistas en Acción, reconoció que con sólo 20.000 asistentes ya hubieran considerado un éxito la convocatoria.
En cualquier caso, algunos partidos minoritarios como el Partido Nacionalista Canario, Izquierda Unida Canaria y Los Verdes, así como los sindicatos Comisiones Obreras e Intersindical Canaria, sí secundaron la marcha.
Entre los manifestantes estaban a título particular algunos militantes socialistas, como el parlamentario regional Santiago Pérez.
Aunque el proyecto del puerto es apoyado por el Gobierno del PSOE, Pérez dijo que él es un militante socialista comprometido con el medio ambiente y denunció que se haya procedido a licitar las primeras obras del puerto "deprisa y corriendo".
Señaló que no se han hecho evaluaciones ambientales ni económicas sobre la pertinencia del nuevo proyecto acordado entre el Ministerio de Medio Ambiente y el Gobierno de Canarias, que reduce a la mitad la superficie inicialmente prevista. También participó en la marcha la sección local de Granadilla de Coalición Canaria.
La evaluación ambiental del puerto de Granadilla realizada por las autoridades canarias y españolas ha sido rechazada en primera instancia por la Comisión Europea, al afectar a zonas y especies protegidas, aunque el Ejecutivo central ha presentado las oportunas legaciones y aún no hay un pronunciamiento definitivo de la UE, necesario para que se puedan emplear fondos comunitarios.
Fuente: Canarias Ahora
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