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Lazos Rotos

Tenerife registró diez movimientos sísmicos durante la última semana.

La Dirección del Plan de Actuación Coordinada de Protección Civil informó este lunes que entre los días 27 de diciembre y 2 de enero, el número de eventos sísmicos registrados en la estación de montaña Guajara fue de 10.

Esta cifra, agrega el informe semanal que facilita la mencionada dirección, es inferior a la registrado durante la semana anterior cuando se contabilizaron 24 eventos sísmicos.

El número de eventos sísmicos normales en esta estación durante un período semanal se sitúa en torno a la quincena, conforme al registro sísmico de 2004. Si se tomase un ciclo mayor, desde el 2000 hasta la actualidad, sus valores habituales descienden a dos eventos por semana.

La misma fuente agregó que el semáforo de alerta permanece en color amarillo, como viene sucediendo desde el mes de mayo.

Los responsables del dispositivo, que integran la Delegación del Gobierno en las Islas, el Gobierno de Canarias y el Cabildo Insular, recuerdan que esta situación permite a toda la población el desarrollo de sus actividades cotidianas con absoluta normalidad.

La actividad sísmica localizada durante la pasada semana fue de un solo evento sísmico de magnitud 1,1 en la escala Richter ocurrido el pasado día 2 de enero a las 23:35 horas al oeste de Vilaflor.

La estación geoquímica del pico del Teide alcanzó valores medios de emisión difusa de gases volcánicos a la atmósfera, conocidos como emanaciones no visibles al ojo humano, ligeramente superiores a los registrados durante las semanas anteriores.

En el caso del dióxido de carbono (CO2), su segundo componente mayoritario después del vapor de agua, se obtuvo un valor medio para la emisión difusa diaria de 7,8 kilogramos por metro cuadrado (2,7 veces el valor normal).

El valor máximo observado durante la semana pasada alcanzó los 21 kilogramos de dióxido de carbono por metro cuadrado, registrándose varias horas antes de los 5 eventos sísmicos registrados en la estación sísmica de montaña Guajara a partir de las 12:00 horas del día 30 de diciembre.

Respecto al sulfuro de hidrógeno (H2S), un gas minoritario en las emanaciones de gases volcánicos pero muy característico por su olor, se halló un valor medio para la emisión difusa diaria de 159 miligramos por metro cuadrado (4,4 veces el valor normal).

Continúa sin detectarse cambios significativos en la temperatura de las fumarolas más activas del pico del Teide, alrededor de los 84 grados centígrados, como tampoco en la emisión de helio-3 de sus gases emitidos, también conocidas como emanaciones volcánicas visibles. Por el contrario continúan registrándose valores de las relaciones molares dióxido de azufre/dióxido de carbono (SO2/CO2) superiores a los registrados durante la decada de los 80 y los 90.

Las emanaciones visibles de gases en Benijos continúan ocurriendo y el registro de las variables geoquímicas, dióxido de carbono y radón, así como de la temperatura de las mismas reflejan un comportamiento estable.

Se continúa evaluando de forma permanente la existencia de deformaciones a través de la instrumentación desplegada, compuesta por 7 estaciones GPS geodésicas de alta precisión operativa desde el pasado mes de junio.

En las estaciones analizadas no se observa la existencia de deformaciones del terreno claramente significativas.

El Cabildo de La Palma apuesta por informar a la población para reducir riesgos. El Cabildo de La Palma ha apostado de una forma seria y continuada por la información de ante mano contribuyendo a mejorar y optimizar a la vigilancia volcánica de Cumbre Vieja, según informó este lunes el presidente de la corporación insular, José Luis Perestelo.

En ese sentido, "desde el Cabildo de La Palma se es consciente ante la alarma que ha podido generar el hecho de que de nuevo se afirme que en un futuro la isla de La Palma sufrirá una erupción volcánica que ocasionará el hundimiento de parte de ésta, creando una ola gigante que arrasaría con parte de la Costa Este de Estados Unidos y Canadá, y las islas del Caribe".

El presidente afirmó que La Palma es probablemente la comunidad isleña más consciente de la naturaleza volcánica de su entorno, "y en ello mucho tiene que ver la fortaleza de la memoria de la sociedad palmera, que ha experimentado las dos últimas erupciones ocurridas en Canarias: San Juan (1949) y Teneguía (1971)".

A raíz de esta realidad y consciente de la necesidad de mejorar y optimizar la vigilancia volcánica en La Palma, dado que a su vez ello contribuye al fortalecimiento de un programa de desarrollo sostenible, el Cabildo inició en 1997 una apuesta por proporcionar un enfoque multidisciplinar a la vigilancia volcánica de Cumbre Vieja.

Esto se produjo siguiendo directrices de la comunidad científica y política internacional, para contribuir a la reducción del riesgo volcánico, a través del Instituto Tecnológico y de Energías Renovables (ITER).

Fuente: Canarias Ahora

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