Los vulcanólogos mantienen la cautela pese al parón de los seísmos en Tenerife.
La teoría es que el sistema volcánico se está calmando o llenando de energía. Los expertos que forman parte del comité técnico de seguimiento volcánico de Tenerife mantienen la cautela y la vigilancia intensiva de los fenómenos asociados a la reactivación magmática localizada en la Isla, pese al parón total de los movimientos sísmicos en los últimos 14 días. El último temblor de baja magnitud y origen volcánico localizado en el interior de Tenerife se produjo el pasado día 12 en Puerto de la Cruz, a las 7:34 horas. Es la primera vez desde el 22 de abril que pasan dos semanas sin que el Instituto Geográfico Nacional (IGN) registre ningún temblor.
El vulcanólogo Nemesio Pérez, miembro del comité de vigilancia que informa puntualmente a las administraciones canarias, aclaró ayer a este diario que "es muy complicado saber qué está pasando verdaderamente. Lo único que se puede decir con certeza es que la redistribución magmática que provocó los seísmos de baja magnitud no está liberando tanta energía". "Pueden estar sucediendo dos cosas: que el sistema volcánico se esté relajando y la situación tienda a la normalidad o que se esté acumulando energía en el sistema y vuelvan los eventos sísmicos", explicó el director de la división de Medio Ambiente del Instituto Tecnológico y de Energías Renovables.
El experto remarcó que el comité mantiene en el color amarillo el semáforo volcánico de Tenerife, que sigue vigilante, que mantendrá esta situación de prealerta en los próximos meses como medida preventiva y que se mantiene igual la proporción de riesgo de erupción: un 90% de los casos similares estudiados en el mundo no produjeron una erupción y un 10%, sí. Desde el 22 de abril, día del inicio de la crisis sísmica producida por perturbaciones magmáticas en el subsuelo de Tenerife, hasta el pasado día 12 se han registrado más de 600 pequeños seísmos, exactamente 160 de ellos localizados y el 85% vinculados a estos movimientos de magma. Los epicentros están situados en los municipios tinerfeños de Santiago del Teide, Icod de los Vinos y Guía de Isora, y, en menor medida, en La Guancha, Garachico, Fasnia, San Juan de la Rambla, Puerto de la Cruz, La Orotava, Vilaflor, Arafo, Güímar y Tacoronte. A partir de agosto los movimientos se habían concentrado en un punto al suroeste del cráter de Pico Viejo.
Es decir, hubo una media diaria de cerca de 4,5 seísmos no localizados y de uno localizado. Pero, desde el 12 de este mes, el único temblor en Tenerife se produjo el pasado lunes y fue en el mar, el habitual entre esta Isla y Gran Canaria, no asociado a esta crisis sísmica.
Fuente: La Opinión de Tenerife
El vulcanólogo Nemesio Pérez, miembro del comité de vigilancia que informa puntualmente a las administraciones canarias, aclaró ayer a este diario que "es muy complicado saber qué está pasando verdaderamente. Lo único que se puede decir con certeza es que la redistribución magmática que provocó los seísmos de baja magnitud no está liberando tanta energía". "Pueden estar sucediendo dos cosas: que el sistema volcánico se esté relajando y la situación tienda a la normalidad o que se esté acumulando energía en el sistema y vuelvan los eventos sísmicos", explicó el director de la división de Medio Ambiente del Instituto Tecnológico y de Energías Renovables.
El experto remarcó que el comité mantiene en el color amarillo el semáforo volcánico de Tenerife, que sigue vigilante, que mantendrá esta situación de prealerta en los próximos meses como medida preventiva y que se mantiene igual la proporción de riesgo de erupción: un 90% de los casos similares estudiados en el mundo no produjeron una erupción y un 10%, sí. Desde el 22 de abril, día del inicio de la crisis sísmica producida por perturbaciones magmáticas en el subsuelo de Tenerife, hasta el pasado día 12 se han registrado más de 600 pequeños seísmos, exactamente 160 de ellos localizados y el 85% vinculados a estos movimientos de magma. Los epicentros están situados en los municipios tinerfeños de Santiago del Teide, Icod de los Vinos y Guía de Isora, y, en menor medida, en La Guancha, Garachico, Fasnia, San Juan de la Rambla, Puerto de la Cruz, La Orotava, Vilaflor, Arafo, Güímar y Tacoronte. A partir de agosto los movimientos se habían concentrado en un punto al suroeste del cráter de Pico Viejo.
Es decir, hubo una media diaria de cerca de 4,5 seísmos no localizados y de uno localizado. Pero, desde el 12 de este mes, el único temblor en Tenerife se produjo el pasado lunes y fue en el mar, el habitual entre esta Isla y Gran Canaria, no asociado a esta crisis sísmica.
Fuente: La Opinión de Tenerife
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