La empresa pública del senador y titular del Cabildo de Tenerife, Ricardo Melchior, se asocia con un fabricante estadounidense de detectores de minas antipersonales y fijan la sede en Tenerife.
La empresa pública del senador y titular del Cabildo de Tenerife, Ricardo Melchior, se asocia con un fabricante estadounidense de detectores de minas antipersonales y fijan la sede en Tenerife.
El Instituto Tecnológico de Energías Renovables (ITER), presidido por Ricardo Melchior, titular del Cabildo y senador de CC, participa en una empresa, que tenía como primer objetivo presentarse a las subvenciones del V Programa Marco de la UE en materia de Sociedad de la Información. El objetivo secundario es la fabricación y comercialización de detectores de minas antipersonales. Para ello, acordó asociarse con una empresa americana, Hi-Energy Microdevices[1].
[1] (consultar http://www.hienergyinc.com).
En la empresa, además de las sociedad americana, participa un grupo de inversores peninsulares, representados por Julián Eguizábal Echevarría, y un grupo de inversores canarios, entre los que se encuentran familiares directos de Benicio Alonso, presidente de la Asociación de Industriales de Canarias (Asinca) y consejero del PP en el Cabildo de Tenerife en el momento de constitución de la empresa.
La constitución de esta empresa, Tech-Development SA, se aprobó en un Consejo de Administración presidido por Ricardo Melchior el 1 de julio de 2000, en el que participaron como consejeros del ITER el propio Benicio Alonso y la actual viceconsejera de Cultura del Gobierno de Canarias, Dulce Xerach Pérez, ex directora del Gabinete y cuñada del presidente, Adán Martín.
El Consejo de Administración del ITER trató un Informe-propuesta sobre participación en una entidad mercantil en forma de sociedad anónima para el desarrollo de sistemas de detección de minas antipersonales. En este informe, se proponía la creación de una entidad mercantil, cuya sociedad, con sede en la isla de Tenerife (de forma temporal con sede en el ITER) se crearía con un capital social de diez millones de pesetas, para lo que se procedería a un desembolso de un 25% en el momento de la constitución de la sociedad, estableciéndose un plazo de cinco años para la finalización de la aportación del capital, es decir, este mismo año.
Subvención europea. Como primera actividad de la sociedad, se encuentra la participación de una propuesta de desarrollo de un novedoso sistema de detección de minas a la convocatoria IST (Information Society Techonology) del V Programa Marco de la UE, participando en un consorcio junto con el ITER, la Royal Military Academy de Bélgica y la empresa alemana Vallon[2], dedicada a la fabricación de detectores antimetales.
[2] (consultar http://www.vallon.de),
Como objetivo secundario, en función de los resultados del proyecto, se encuentra la manufactura y comercialización de detectores de minas antipersonas, actividades en las que los socios presentes en el consorcio poseen una larga experiencia, se justificó. Esto abriría al ITER un campo de actuación en los países africanos y una penetración en los mismos, esperando contar con una ayuda europea para la puesta en marcha de los prototipos, se señalaba en el informe presentado en ese Consejo de Administración.
Según información interna del ITER, una vez oído el informe de la Gerencia y las explicaciones del presidente (Ricardo Melchior), el Consejo, por unanimidad de los nueve consejeros presentes y representados, acordó participar en la constitución de una sociedad mercantil en forma de sociedad anónima que se denominará Tech Development Europe SA, suscribiendo el 12% del capital social, es decir, un millón doscientas una mil pesetas, del que se desembolsará el 25%, facultando al presidente D. Ricardo Melchior y al administrador Don Gumersindo de Urquiza para que indistintamente puedan llevar a cabo la materialización de dicha participación, compareciendo a otorgar la correspondiente escritura pública, incluso de subsanación, aclaración o rectificación y para designar la representación de esta entidad en el Consejo de Administración de la entidad que se constituye; así como para realizar cuantas actuaciones sean precisas o convenientes para la plena eficacia del acuerdo.
Tech-Development. En la entidad Tech-Development SA, se establece el reparto de la participación accionarial, de modo que el capital se fija en 60.200 euros y se divide en 1.000 acciones nominativas de 60,20 euros. El ITER suscribe 120 acciones. LA empresa tiene fecha de constitución de 1 de junio de 2001, mismo día de celebración del Consejo de Administración donde se aprobó la formación de la sociedad, según datos del registro mercantil.
Se nombró como administradores mancomunados a Julián Eguizábal Echevarría y Manuel Cendagorta Galarza y se acordó autorizar a los socios peninsulares, miembros de una misma familia, para que transmitieran un 30% de su participación a la empresa americana Hi-Energy Microdevices, con sede en Irvine, California, es una compañía basada en tecnología nuclear[3] entre cuyos clientes figura el Departamento de Defensa de EEUU y que en 2002 vendió el 65% de sus participaciones, por 1,2 millones de dólares, a la empresa SLW Enterprise INC, con sede en Miami, Florida, cuyo vicepresidente era entonces Michal Levy.
[3](http://www.hienergyinc.com/press/press_releases/02-01-05.pdf)
El proyecto de prototipo presentado a la UE no fue subvencionado y quedan algunas preguntas en el aire. Por ejemplo: ¿por qué se propuso entrar en el Consorcio a la Real Academia Militar de Bélgica? Si el ITER se dedica a las energías renovables y la ingeniería, ¿por qué propone fabricar detectores de minas antipersonales?
Autor: Ramón Pérez Almodóvar
Fuente: Rebelión.org
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El Instituto Tecnológico de Energías Renovables (ITER), presidido por Ricardo Melchior, titular del Cabildo y senador de CC, participa en una empresa, que tenía como primer objetivo presentarse a las subvenciones del V Programa Marco de la UE en materia de Sociedad de la Información. El objetivo secundario es la fabricación y comercialización de detectores de minas antipersonales. Para ello, acordó asociarse con una empresa americana, Hi-Energy Microdevices[1].
[1] (consultar http://www.hienergyinc.com).
En la empresa, además de las sociedad americana, participa un grupo de inversores peninsulares, representados por Julián Eguizábal Echevarría, y un grupo de inversores canarios, entre los que se encuentran familiares directos de Benicio Alonso, presidente de la Asociación de Industriales de Canarias (Asinca) y consejero del PP en el Cabildo de Tenerife en el momento de constitución de la empresa.
La constitución de esta empresa, Tech-Development SA, se aprobó en un Consejo de Administración presidido por Ricardo Melchior el 1 de julio de 2000, en el que participaron como consejeros del ITER el propio Benicio Alonso y la actual viceconsejera de Cultura del Gobierno de Canarias, Dulce Xerach Pérez, ex directora del Gabinete y cuñada del presidente, Adán Martín.
El Consejo de Administración del ITER trató un Informe-propuesta sobre participación en una entidad mercantil en forma de sociedad anónima para el desarrollo de sistemas de detección de minas antipersonales. En este informe, se proponía la creación de una entidad mercantil, cuya sociedad, con sede en la isla de Tenerife (de forma temporal con sede en el ITER) se crearía con un capital social de diez millones de pesetas, para lo que se procedería a un desembolso de un 25% en el momento de la constitución de la sociedad, estableciéndose un plazo de cinco años para la finalización de la aportación del capital, es decir, este mismo año.
Subvención europea. Como primera actividad de la sociedad, se encuentra la participación de una propuesta de desarrollo de un novedoso sistema de detección de minas a la convocatoria IST (Information Society Techonology) del V Programa Marco de la UE, participando en un consorcio junto con el ITER, la Royal Military Academy de Bélgica y la empresa alemana Vallon[2], dedicada a la fabricación de detectores antimetales.
[2] (consultar http://www.vallon.de),
Como objetivo secundario, en función de los resultados del proyecto, se encuentra la manufactura y comercialización de detectores de minas antipersonas, actividades en las que los socios presentes en el consorcio poseen una larga experiencia, se justificó. Esto abriría al ITER un campo de actuación en los países africanos y una penetración en los mismos, esperando contar con una ayuda europea para la puesta en marcha de los prototipos, se señalaba en el informe presentado en ese Consejo de Administración.
Según información interna del ITER, una vez oído el informe de la Gerencia y las explicaciones del presidente (Ricardo Melchior), el Consejo, por unanimidad de los nueve consejeros presentes y representados, acordó participar en la constitución de una sociedad mercantil en forma de sociedad anónima que se denominará Tech Development Europe SA, suscribiendo el 12% del capital social, es decir, un millón doscientas una mil pesetas, del que se desembolsará el 25%, facultando al presidente D. Ricardo Melchior y al administrador Don Gumersindo de Urquiza para que indistintamente puedan llevar a cabo la materialización de dicha participación, compareciendo a otorgar la correspondiente escritura pública, incluso de subsanación, aclaración o rectificación y para designar la representación de esta entidad en el Consejo de Administración de la entidad que se constituye; así como para realizar cuantas actuaciones sean precisas o convenientes para la plena eficacia del acuerdo.
Tech-Development. En la entidad Tech-Development SA, se establece el reparto de la participación accionarial, de modo que el capital se fija en 60.200 euros y se divide en 1.000 acciones nominativas de 60,20 euros. El ITER suscribe 120 acciones. LA empresa tiene fecha de constitución de 1 de junio de 2001, mismo día de celebración del Consejo de Administración donde se aprobó la formación de la sociedad, según datos del registro mercantil.
Se nombró como administradores mancomunados a Julián Eguizábal Echevarría y Manuel Cendagorta Galarza y se acordó autorizar a los socios peninsulares, miembros de una misma familia, para que transmitieran un 30% de su participación a la empresa americana Hi-Energy Microdevices, con sede en Irvine, California, es una compañía basada en tecnología nuclear[3] entre cuyos clientes figura el Departamento de Defensa de EEUU y que en 2002 vendió el 65% de sus participaciones, por 1,2 millones de dólares, a la empresa SLW Enterprise INC, con sede en Miami, Florida, cuyo vicepresidente era entonces Michal Levy.
[3](http://www.hienergyinc.com/press/press_releases/02-01-05.pdf)
El proyecto de prototipo presentado a la UE no fue subvencionado y quedan algunas preguntas en el aire. Por ejemplo: ¿por qué se propuso entrar en el Consorcio a la Real Academia Militar de Bélgica? Si el ITER se dedica a las energías renovables y la ingeniería, ¿por qué propone fabricar detectores de minas antipersonales?
Autor: Ramón Pérez Almodóvar
Fuente: Rebelión.org
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