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Lazos Rotos

La OTAN y los construgobernantes.

En abril tendremos otra visita de la OTAN, las verdaderas intenciones de la Europa del capital se van despejando y el espacio de paz que nos dijeron que iba a proporcionarnos la Europa constitucional ha hecho un paréntesis en nuestras Islas, lo que demuestra, entre otras cosas, que el ministro Bono mintió ya que había prometido una moratoria militar asegurando que no se volverían a realizar maniobras militares con OTAN o sin OTAN a menos de 100 millas de las costas canarias.

Estas maniobras de abril son las cuartas en menos de tres años, las han precedido las Neotapon-2002, las Majestic Eagle 4 y las Sinkex-04, con gran movimiento de hombres, material, armamento, con fuego real, con fuego simulado, con aviones supersónicos, con helicópteros, con radares de baja frecuencia, con desembarcos, sin desembarcos, con submarinos, sin submarinos... Éstas son importantísimas porque se realizarán de forma “transparente”, además se desplegará por primera vez la “fuerza de respuesta rápida" y qué mejor lugar para probarla que Fuerteventura donde las pateras de la miseria son un serio peligro para la seguridad del Atlántico Norte y donde la posible existencia de petróleo ultraperiférico ha puesto de los nervios a los construgobernantes por dirimir su propiedad.

Ésta es la idea de Coalición Canaria y sus adláteres del PP y PSOE, la de convertir a Canarias en plataforma tricontinental de paz y seguridad preventiva: un inmenso portaaviones al servicio del imperio. ¿Porque no querrán agujerear la Montaña de Tindaya con misiles tomahawk en homenaje póstumo a Chillida?

Si Bono intentó salir del paso con sus promesas incumplidas, el presidente del Gobierno canario, Adán Martín, ha decidido esconder la cabeza en su búnker de piedra viva y dar su visto bueno al despliegue otánico o satánico (táchese la o) porque en esta ocasión sí le ha comunicado el jefe del Estado Mayor de la Defensa, Félix Sanz, que no habrá muerte de ballenas y que los efectos negativos serán los mínimos. La muerte de zifios se producirá, estamos seguros, y las molestias a los sonrosados turistas nórdicos van a ser un hecho, lo que provocará que la presidenta consorte y viceconsejera de Turismo del Gobierno le riña cariñosamente.

Es necesario denunciar y condenar las muertes de ballenas y delfines que provocan siempre las maniobras militares, pero se está haciendo imprescindible desenmascarar a esta oligarquía facinerosa que nos impone una Constitución antipersonas, como las minas, y encima nos quiere hacer creer que protegerá al pueblo canario de los posibles desmanes del brazo armado de su Europa. Esa OTAN que mata zifios protege, al mismo tiempo, a personajes tan zafios y siniestros como al presidente de Fepeco (patronal de la construcción tinerfeña) que, sin ninguna legitimidad democrática, recorre sus medios para criminalizar a todo aquel que se oponga a su voracidad de niño pobre y anciano rico.

Memorable fue su entrevista con un delicadísimo Paco Padrón en la que haciendo gala de una falsa filantropía y una enorme desfachatez decidió el futuro de Tenerife, sin que nadie se lo hubiera pedido y sin más atributos intelectuales que su gran fortuna. La constelación de salvapatrias tipo Antonio Plasencia es muy extensa en estas Islas, controlan todos los resortes del poder, acechan desde sus guaridas acondicionadas como organizaciones empresariales (CEOE), Cámaras de Comercio, cajas de ahorros, despachos de abogados, alcaldes y parlamentarios; domestican sindicatos y sindicalistas y hasta convierten a sesudos ex comunistas en abanderados imperiales de sus andanzas caseras. Son la versión genuinamente chicharrera del difunto Jesús Gil y Gil.

Lo denuncio y condeno, estos adinerados luchadores por Tenerife y por Canarias también matan ballenas. Sus armas: la RIC, la ZEC y el construgobierno.

Fuente: Ramón Afonso :: En abril tendremos otra visita de la OTAN, las verdaderas intenciones de la Europa del capital se van despejando y el espacio de paz que nos dijeron que iba a proporcionarnos la Europa constitucional ha hecho un paréntesis en nuestras Islas, lo que demuestra, entre otras cosas, que el ministro Bono mintió ya que había prometido una moratoria militar asegurando que no se volverían a realizar maniobras militares con OTAN o sin OTAN a menos de 100 millas de las costas canarias.

Estas maniobras de abril son las cuartas en menos de tres años, las han precedido las Neotapon-2002, las Majestic Eagle 4 y las Sinkex-04, con gran movimiento de hombres, material, armamento, con fuego real, con fuego simulado, con aviones supersónicos, con helicópteros, con radares de baja frecuencia, con desembarcos, sin desembarcos, con submarinos, sin submarinos... Éstas son importantísimas porque se realizarán de forma “transparente”, además se desplegará por primera vez la “fuerza de respuesta rápida" y qué mejor lugar para probarla que Fuerteventura donde las pateras de la miseria son un serio peligro para la seguridad del Atlántico Norte y donde la posible existencia de petróleo ultraperiférico ha puesto de los nervios a los construgobernantes por dirimir su propiedad.

Ésta es la idea de Coalición Canaria y sus adláteres del PP y PSOE, la de convertir a Canarias en plataforma tricontinental de paz y seguridad preventiva: un inmenso portaaviones al servicio del imperio. ¿Por qué no querrán agujerear la Montaña de Tindaya con misiles tomahawk en homenaje póstumo a Chillida?

Si Bono intentó salir del paso con sus promesas incumplidas, el presidente del Gobierno canario, Adán Martín, ha decidido esconder la cabeza en su búnker de piedra viva y dar su visto bueno al despliegue otánico o satánico (táchese la o) porque en esta ocasión sí le ha comunicado el jefe del Estado Mayor de la Defensa, Félix Sanz, que no habrá muerte de ballenas y que los efectos negativos serán los mínimos. La muerte de zifios se producirá, estamos seguros, y las molestias a los sonrosados turistas nórdicos van a ser un hecho, lo que provocará que la presidenta consorte y viceconsejera de Turismo del Gobierno le riña cariñosamente.

Es necesario denunciar y condenar las muertes de ballenas y delfines que provocan siempre las maniobras militares, pero se está haciendo imprescindible desenmascarar a esta oligarquía facinerosa que nos impone una Constitución antipersonas, como las minas, y encima nos quiere hacer creer que protegerá al pueblo canario de los posibles desmanes del brazo armado de su Europa. Esa OTAN que mata zifios protege, al mismo tiempo, a personajes tan zafios y siniestros como al presidente de Fepeco (patronal de la construcción tinerfeña) que, sin ninguna legitimidad democrática, recorre sus medios para criminalizar a todo aquel que se oponga a su voracidad de niño pobre y anciano rico.

Memorable fue su entrevista con un delicadísimo Paco Padrón en la que haciendo gala de una falsa filantropía y una enorme desfachatez decidió el futuro de Tenerife, sin que nadie se lo hubiera pedido y sin más atributos intelectuales que su gran fortuna. La constelación de salvapatrias tipo Antonio Plasencia es muy extensa en estas Islas, controlan todos los resortes del poder, acechan desde sus guaridas acondicionadas como organizaciones empresariales (CEOE), Cámaras de Comercio, cajas de ahorros, despachos de abogados, alcaldes y parlamentarios; domestican sindicatos y sindicalistas y hasta convierten a sesudos ex comunistas en abanderados imperiales de sus andanzas caseras. Son la versión genuinamente chicharrera del difunto Jesús Gil y Gil.

Lo denuncio y condeno, estos adinerados luchadores por Tenerife y por Canarias también matan ballenas. Sus armas: la RIC, la ZEC y el construgobierno.

Fuente: Ramón Afonso - Cartas al director :: Canarias Ahora

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