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Lazos Rotos

El puente para coches de Salamanca. Nota de prensa de la Asociación Tinerfeña de Amigos de la Naturaleza (ATAN)

ATAN

Hace meses que se inauguró el nuevo y flamante puente de Salamanca, integrado en las obras de la vía del Barranco de Santos. Con toda la pompa necesaria, las autoridades lo presentaron como una solución al problema del tráfico de la zona, y demás historias que siempre nos cuentan.

En realidad sí desahogó el tráfico, y también ha servido como alternativa para los carriles desviados para el túnel por debajo de la Avenida de las Asuncionistas, junto al puente de la rambla. Sin embargo, hay algo que no se comenta en todo este asunto: el puente es sólo para los coches. Como siempre, los peatones tienen que buscarse la vida.

Actualmente, para ir caminando desde la Calle Salamanca hasta el Parque La Granja, por ejemplo, los coches sólo tienen que cruzar el puente. Sin embargo, los peatones, que vamos caminando y tardamos mucho más que un coche en desplazarnos, tenemos dos opciones: o bajar hasta la rambla, cruzar malamente por la obra del túnel y subir por la Avenida de Bélgica, o subir hasta el Puente Zurita, bajar la escalera que accede a Pintor Ribera, y seguir hasta la Avenida de Bélgica por la calle El Greco.

Sólo en un lugar donde no hay ningún respeto por los peatones se puede hacer una barbaridad como esta. Por suerte, las personas ignoran las señales a la entrada del puente, y lo cruzan sin hacer caso a la prohibición. Lo clásico cuando las autoridades crean normas, leyes o reglamentos ridículos y sin sentido.

En el puente sólo hay un carril habilitado. El de la izquierda en la foto, que podría ser para los peatones, lo usan para aparcar coches.

Además, por el puente hay espacio de sobra para los peatones, ya sea si se terminan las aceras, o bien si se habilita el carril que está cerrado al tráfico para que lo usen los peatones, y que actualmente usan los coches para aparcar (el colmo).

El problema es que esta desobediencia civil no deja de ser peligrosa. Hemos visto, en varias ocasiones, a minusválidos o cochitos para niños cruzando el puente. Evidentemente, son personas a las que les cuesta bastante más que al resto hacer los recorridos “alternativos”. Sin embargo, al cruzar por un lugar que los conductores reconocen como sólo para ellos, puede pasar que no presten la atención suficiente, y que provoquen algún accidente.

Por supuesto, el día que pase esto, dirán que la culpa es de los peatones, que no respetan la señalización, y ningún político reconocerá la responsabilidad de haber inaugurado un puente por el que sólo se puede pasar con el vehículo oficial.

27 Junio 2005

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