Blogia
Lazos Rotos

Greenpeace denuncia que la situación del litoral español ha empeorado en el último año.

Acción de Greenpeace contra el Puerto de Granadilla

Greenpeace ha presentado hoy en rueda de prensa el informe Destrucción a toda costa 2005 en el que analiza el estado de nuestras costas. El informe pone de manifiesto la degradación que ha experimentado el medio litoral y marino debido a las actividades humanas. Las principales causas de este deterioro son la masificación urbanística, la contaminación y las nuevas infraestructuras portuarias.

Estas tres agresiones se materializan en la ocupación del litoral, la destrucción de espacios naturales y la erosión costera.

A pesar de que se ha avanzado en el conocimiento de estos problemas, el informe de Greenpeace constata la falta de aplicación de soluciones por la práctica totalidad de las instituciones, más preocupadas por el beneficio a corto plazo que por el futuro que legan a las generaciones venideras.

Los datos más destacados del último año que reflejan la falta de una gestión responsable de las costas y el empeoramiento de la situación de las costas son:

    768.000 nuevas viviendas
    58 nuevos campos de golf (que se suman a los 300 ya existentes)
    77 nuevos puertos deportivos o ampliaciones de éstos.
    44.900 viviendas ilegales en la costa
    88 episodios de contaminación
    + 22 millones de metros cuadrados recalificados para urbanizar
    + de 60 regeneraciones artificiales

En el informe Destrucción a Toda Costa 2005 se repasan en cada una de las comunidades autónomas costeras los tres grandes problemas del litoral:

1.- Urbanización: es uno de los principales problemas de situación de la costa. Entre 1990 y 2000 la población española aumentó un 5%, mientras la urbanización lo hacía un 25,4%. Este fenómeno, imparable desde hace cuatro décadas, se extiende ahora hacia los últimos rincones conservados del litoral: Murcia, Almería, Cádiz, Huelva y la costa cantábrica. El 34% del primer kilómetro del litoral mediterráneo ya está urbanizado, elevándose esta cifra al 59% en puntos como el litoral andaluz.

A pesar de que se elaboran y publicitan multitud de leyes y directrices territoriales para frenar la saturación urbanística, en muchas ocasiones éstas no van seguidas de desarrollos normativos que permitan su aplicación, convirtiéndolas en papel mojado. En algunas CCAA, como en Galicia, la política urbanística va encaminada a no tomar medidas a escala regional, facilitan así las más diversas actuaciones municipales carentes de criterios de planificación territorial. En otras, como Andalucía, los planes territoriales acumulan 20 años de retraso, permitiendo la saturación urbanística. También encontramos casos tan graves como el de la Comunidad Valenciana, donde la Comisión Europea está investigando la normativa urbanística por estar acusada de estimular el favoritismo y la corrupción en los contratos públicos.

Los ayuntamientos obtienen la mayor parte de sus ingresos mediante el cobro de impuestos y tasas relacionadas con la construcción y la vivienda, lo que alimenta la dinámica de deterioro litoral. El modelo de financiación actual no es transparente ni eficiente. Existen cientos de evidencias de mala gestión municipal a lo largo de la geografía española, destacando Marbella, con 20.000 viviendas ilegales y 370 licencias urbanísticas recurridas por la Junta de Andalucía (110 de ellas correspondientes al último periodo del Ayuntamiento) que, a pesar de ello, parece inclinarse por conceder una amnistía para todas estas viviendas, lo que supondría un nefasto precedente, demostrando que la impunidad y la política de hechos consumados rige en la costa.

2.- Turismo: el informe revela que la situación del turismo de “sol y playa” tradicionalmente asociado a España se encuentra estancado y que, además, las costas españolas ya no tienen el monopolio de este mercado. El peso de la actividad turística sigue cayendo año tras año. Entre 2002 y 2004 visitaron España durante la época estival cinco millones menos de turistas que en años anteriores. Además, la ocupación media de los meses de verano acumula cinco años consecutivos de descenso pese a la desaceleración de precios, que roza la deflación en los archipiélagos balear y 'canario' y en la Comunidad Valenciana.

En 2004 el presupuesto necesario para mantener el conjunto de infraestructuras turísticas – aeropuertos, puertos, hoteles, playas, etc. - superó en un 25% a los ingresos producidos por el turismo. El desmedido consumo de recursos – suelo, agua, electricidad – y la degradación del medio que provoca esta actividad es superior a los beneficios que reporta a la sociedad y, por tanto, insostenible.

Uno de los mayores problemas a los que se enfrenta el turismo es la sobreoferta existente en muchos puntos del litoral. Diversos expertos reconocen que las pequeñas y medianas empresas se enfrentan a momentos muy difíciles debido al desmedido aumento de la competencia. La entrada de lleno de los promotores inmobiliarios en la industria turística ha generado una caída de rentabilidad en los tres últimos años de hasta un 30% en hoteles y alojamientos turísticos. Todos los datos indican que la construcción de más plazas en la costa va en contra del sector turístico.

Llama especialmente la atención el crecimiento de las viviendas asociadas a campos de golf. Los expertos indican que el turista que juega al golf que se aloja en hoteles gasta seis veces más que aquel que no practica este deporte. Sin embargo el modelo que se extiende por nuestras costas asocia golf a segundas residencias no a hoteles. En España, el 70% de los campos de golf están asociados a proyectos inmobiliarios. Las previsiones actuales indican que de los 300 campos actuales se pasará a 500 en los próximos diez años, aunque a día de hoy ya se habla de saturación y rivalidad entre los campos para atraer clientes. El golf no se encuentra entre las diez primeras actividades que realizan los turistas, pero la explicación de su boom radica en la revalorización de los inmuebles situados en su proximidad, que llega hasta el 40%. Se trata por tanto de un modelo que no beneficia al turismo y que no genera un modelo económico sostenible, ya que el consumo de suelo y agua, recursos limitados en el litoral español, es muy superior a los beneficios que reportan a la sociedad.

3.-Obras y actuaciones en la costa: siguen acometiéndose desde una perspectiva económica y olvidan el componente ambiental de recuperación de los sistemas naturales costeros, única garantía de futuro para el litoral español. Las presiones para continuar con las reposiciones artificiales de arena en las playas hacen que prosigan realizándose de forma masiva, destacando muy negativamente el caso de las playas de Barcelona.

En las actuaciones cabe destacar:

Puertos deportivos: la fiebre de su construcción continúa en la costa, donde las diferentes administraciones rivalizan para ser el referente en esta actividad sin preocuparse de sus graves consecuencias para el litoral. Ejemplos como el de Puerto Mayor, en La Manga (Murcia) donde las obras han sido paralizadas cautelarmente por un juez, pone de manifiesto el poco respecto y la impunidad de los promotores privados.

Puertos del Estado: el Ministerio de Fomento no ha cumplido con su promesa de racionalización de estas infraestructuras, perpetuando una política fragmentaria que lleva a que cada Autoridad Portuaria se lance a una carrera en solitario para conseguir viabilidad financiera luchando con el resto de puertos y sin prestar atención a las consecuencias sociales, económicas y ambientales de sus actuaciones. Esto ha motivado que la costa libre de edificación se esté convirtiendo en una “reserva” con la que las administraciones portuarias comercian ante su falta de liquidez. Los nuevos puertos, como el Puerto Exterior de A Coruña o el 'Puerto Industrial de Granadilla (Tenerife)', carecen de viabilidad técnica, ambiental y económica, pero se intentan construir gracias a generosidad europea y a los grandes negocios especulativos ideados por ayuntamientos y autoridades portuarias.

Greenpeace considera especialmente grave que el Ministerio de Medio Ambiente todavía no haya presentado su prometido Plan Director del Litoral a pesar de la urgencia de esta medida.

4.- Contaminación: el crecimiento mal planificado de las urbanizaciones en la costa sin las necesarias instalaciones para la depuración de aguas residuales es un hecho común en muchos municipios costeros. A pesar de que se construyen nuevas depuradoras y se amplían y reparan las existentes, el ritmo es muy inferior al necesario para subsanar los graves problemas de contaminación litoral. España sigue incumpliendo la normativa europea referente a depuración, y ciudades como Algeciras o A Coruña carecen de depuradoras. Todas las administraciones con el Ministerio de Medio Ambiente a la cabeza deberían dedicar sus esfuerzos y presupuestos a mejorar esta situación.

Fuente: Greenpeace España
Enlace: Leer el informe en su fuente original

0 comentarios