Los casos de Roquetas y Afganistán. La lucha por el poder dentro del PSOE.
El incidente en Afganistán ha servido para tapar informativamente el affaire de la Guardia Civil en Roquetas del Mar; un silenciamiento provocado conscientemente y fácil de lograr por ser la cuestión afgana mucho más espectacular y mediática, incluso por el abultado número de los fallecidos, que los sucesos en Roquetas, si bien estos últimos pueden considerarse desde otro prisma como más importantes ya que se trata de un tema de abuso de poder de los cuerpos de orden y además silenciado y tergiversado por sus miembros y demás consortes judiciales y políticos.Todo un ataque al Estado de Derecho que dicen representar y defender estos elementos.
Pero detrás de estas dos noticias se oculta la lucha de poder de los dos grupos enfrentados dentro del partido del gobierno, el capitaneado por Zapatero yel encabezado por Bono. Recordemos que el primero obtuvo la secretaría general del PSOE frente al segundo por tan solo 11 votos.
Bien por acuerdos de gobernabilidad bien por pactos en reparto de poder, Bono obtuvo la cartera de defensa dentro del gobierno de Zapatero pese a que dos o tres meses antes aquél anunciase que no sería ministro[1]. Ahora, los dos hombres lucen (más o menos) como aliados y amigos en el gobierno.
Pero eso es nada más la apariencia y la antigua rivalidad sigue latente. El caso de Roquetas de Mar daba la ocasión al presidente de gobierno para lesionar la imagen de su molesto ministro de defensa.
En efecto, en otras circunstancias, noticias tales como malos tratos, torturas, asesinatos y abuso de poder por parte de las Fuerzas Armadas, cuerpos de seguridad, policías, etc. son silenciado por los medios de comunicación o, cuando esto no es posible, justificados con todo tipo de sofismas. Es una ley no escrita de los gobiernos de cualquier color en casi cualquier lugar pues no cumplirla equivaldría a cuestionar el orden político y la autoridad de sus defensores.
Es casi imposible condenar a un uniformado y tenemos muchos precedentes para comprobarlo tanto en los anteriores mandatos del PSOE como en los más cercanos del PP. Sin embargo, se ha aireado más de lo normal el asunto de Roquetas de Mar[2] y hasta el gobierno se ha comprometido en boca del ministro del interior a depurar responsabilidades[3]. ¿Por qué? Pues porque es una forma de lesionar la imagen de José Bono utilizando contra él su gusto personal por los rancios sabores castrenses. Ha sido la segunda maniobra de gran importancia que se conoce contra este personaje[4].
Y en esto estábamos cuando sucedió el caso del avión de Afganistán; la tapadera perfecta que necesitaban Bono y sus mariachis. De pronto el asunto de Roquetas desapareció de los medios informativos y las páginas de los periódicos fueron ocupadas por la aventura afgana; de nuevo el ministro de defensa pudo tomar la iniciativa y dar salida a su populismo y a sus delirios castrenses, ya tenía a sus mártires por la libertad.
Los soldados muertos mientras realizaban una supuesta ayuda humanitaria se convertían en los necesitados héroes nacionales que impiden que Zapatero pueda decir algo pues se tomaría como una mancilla a la memoria de nuestros paladines del momento. Además que no queda nada claro que no haya habido un ataque con misil y remover este asunto podría dar lugar a filtraciones sobre este tema que serían tan grave que no sólo afectaría a Bono sino también al mismísimo presidente que tanto presume de pacifismo y de haber retirado las tropas.
El que hubiesen sido atacados quizá les daría un rasgo más de heroicidad a los pobres humanitarios que llegaron en son de paz pero ya puestos a realizar filtraciones podría quedar en duda el verdadero papel de las tropas españolas en tierra afgana y preguntarnos qué pasó en realidad con la tan cacareada retirada de tropas.
Raúl Calvo Trenado 20-08-2005
[1] Claro que, a primeros de 2004, no se veía segura una victoria del PSOE en las elecciones legislativas y tal vez Bono esperase que Zapatero se desgastase en la contienda electoral. Pero llegó Marzo y el PSOE ganó.
[2] Claro está, sin realizar verdaderas reflexiones de fondo sobre la estructura del cuerpo de la Guardia Civil pues es un tema tabú el analizar la herencia del franquismo en el aparato del Estado.
[3] Comparecencia del ministro de interior, José Antonio Alonso, en el Congreso de los Diputados el 11- VIII- 04.
[4] La otra gran maniobra fue el insinuar que podía ser candidato para la alcaldía de Madrid. Es posible, incluso que se le quiera presentar aun con más ahínco si las encuestas internas del PSOE dicen que es muy difícil que la obtenga.
No es la primera vez que se realiza esta maniobra. Cristina Almeida presumía de una amplísimapopularidad, que luego no fue tal, que la convertía en una molestia que había que eliminar una vez cumplida su misión de atacar a Izquierda Unida y se la presentó a la Comunidad de Madrid sabiendo que el PSOE no tenía posibilidades de ganar y que el supuesto tirón Almeida no cambiaría la situación. Fue su muerte política.
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