Agosto, con lluvia y respeto. Carmen Nieves Gaspar Rivero [*]
Llueve. Curiosamente, un día de mediados de agosto, tras otros de calor soporífero, llueve copiosamente, pareciera que estamos en otra latitud del mundo, o en otra estación del año, pero sin embargo, esto es el Sur de Tenerife en pleno verano.
Se preguntarán si ahora la portavoz de Coalición Canaria en Granadilla trata de convertirse en un simulacro de escritora de pacotilla, una de las que se suman a lo que no saben hacer porque no es su profesión, no forma parte de sus vocaciones frustradas o de sus cualidades ocultas. Pues no, nada más lejos de la verdad. Simplemente trataba de buscar una similitud en lo que ocurre ahora con la meteorología y lo que está pasando en clase política de nuestra isla, de toda Canarias. Y es posible, que este tiempo "loco" sea consecuencia de la destrucción de la capa de ozono, del cambio climático en general, o puede que de esas circunstancias que, aunque excepcionales, justifican la regla general que establece que en agosto hace calor y sol, pero no llueve. Si, es muy probable que simplemente sea esa la razón. Es la excepción que confirma la regla.
Pues mientras sigue lloviendo, leo, o mas bien releo algunas de las declaraciones que se han vertido en los medios de comunicación por dirigentes locales, insulares y regionales (o nacionales, hablando de Canarias como nación) y tengo la sensación de que, tras 25 años de Democracia, la política, o mejor dicho, los políticos de nuestra isla son como estos aguaceros en agosto. Esos que se daban golpes de pecho tras convertirse a la Democracia, esos otros que nacieron demócratas (al menos el sistema les educó para serlo), esos mismos que ayer festejaban la muerte del dictador entre cubatas y batucadas, ahora resulta que no admiten la esencia misma de la Democracia: la discrepancia, la libertad de opinión y de actuación (respetando eso si, las normas de convivencia que nos hemos dado).
Leía a algún presidente de la Autoridad Portuaria manifestar, sin el menor rubor, que aquellos que no queremos el puerto de Granadilla somos "terroristas sociales" o lo que es casi peor "ecologistas", incluso "medioambientalistas"; decía el Sr. Suárez Trenor que no teníamos ninguna legitimidad quienes opinábamos que el Puerto de Granadilla es una barbaridad innecesaria e inconveniente para Tenerife (y desde luego, no una de las prioridades para la mayoría de nuestros ciudadanos), por no habernos sometido al dictamen del Pueblo. Con independencia de que no considero que haya que presentarse a unas elecciones para poder opinar. En Granadilla, dentro de su mismo partido hay muchas personas, y desde luego todos los Concejales de Coalición Canaria y el Comité Local de este municipio, que sí nos sometimos a unas elecciones y que además, entendemos que no es más terrorista social quien defiende desde la convicción, con argumentos, con honradez lo que piensa y lo que cree justo y conveniente, que aquellos que, (por cierto sin someterse a ese mismo barómetro, como es su caso, dado que no recuerdo haber votado nunca para designar a quien haya de ser el Presidente de la Autoridad Portuaria) nombrados a dedo, acusan a otros de falta de legitimidad.
Desde Coalición Canaria en Granadilla tenemos una doble legitimidad, asumiendo la posibilidad de equivocarnos, claro que si, como todo humano, pero con la certeza, cada vez mayor de que hacemos lo que es nuestra obligación y aquello para lo que nos eligieron los vecinos de Granadilla. Y esa doble legitimidad, jurídica (porque nos sometimos al designio de los granadilleros y granadilleras) y moral porque defendemos a nuestra gente, a nuestra tierra, a los que ahora viven aquí y a los que lo harán en el futuro a pesar de que lo cómodo, lo sencillo, lo no nos crearía problemas sería, como hacen otros, subirnos al carro de los grandes intereses de pocos, olvidando los intereses de la mayoría de nuestros vecinos. Pero lo cómodo, lo que hacen tantos, lo fácil no es siempre lo justo, lo correcto. Por eso, desde esa doble legitimidad que ostentamos podemos decir, bien alto, bien claro, ante la Asamblea por Tenerife, ante nuestros vecinos, ante nuestros afiliados, ante los altos dirigentes de nuestro partido, y sobre todo, ante nuestro compromiso pasado, presente y futuro con Granadilla y los granadilleros, No al Puerto de Granadilla, que es una manera sencilla de decir que, por encima de los intereses de algunos constructores que quieren hacer su agosto (sin lluvia y con muchas ganancias) en la fase de construcción del puerto, por encima de los compromisos que algunos hayan asumido con ciertos poderes de esta Isla, por encima de los intereses de los dirigentes de todos los partidos, incluido del nuestro, están los intereses de la gente, que les ha puesto ahí para que trabajen para dar soluciones a sus problemas, para fomentar el desarrollo, el bienestar, el empleo, la seguridad de los ciudadanos. Ahí están, o mejor, ahí estamos, cada uno desde su responsabilidad, gobernando o haciendo oposición, con la misión trabajar para quienes nos pusieron ahí. No existe un puesto o un cargo, ni político, ni funcionarial, para que lo ocupe una persona; existe para que la persona que lo ocupe haga un trabajo que se le ha encomendado.
Leía también a algún Alcalde de esta isla que llamaba fascistas a aquellos que no aceptan sin rechistar las decisiones que han adoptado varias administraciones sobre que hacer con el litoral de Valleseco. Que duro, que fuerte, que de todo
.
Me pregunto si para el Sr. Zerolo se es fascista por el mero hecho de discrepar, o por manifestarse a favor de lo que uno considera adecuado o en contra de lo que no se considera conveniente, que viene a ser lo mismo; ¿o será acaso porque la discrepancia no cabe en Democracia?. Tuve la suerte de que me diera clases de Derecho Político el Profesor Bravo de Laguna, y creí haber salido de la Facultad de Derecho con una idea clara de que era la Democracia, al menos desde el punto de vista jurídico. Pero si leo afirmaciones como esa, la verdad, me asaltan las dudas. ¿Será la democracia la manipulación preelectoral y luego la defensa del mandato representativo?, o sea, ¿será algo así como, usted vóteme que, una vez elegido, yo haré lo que me de la gana, y calladitos todos?. Yo creo que no. Y como creo que no, seguiré diciendo lo que pienso, lo que siento, lo que considero mejor para quienes vivimos en Granadilla y en Tenerife, a pesar de que otros visionarios que usan su poder en algún medio de comunicación para permitirse el lujo de decir que quienes discrepamos, por ejemplo, en la conveniencia del Puerto de Grandilla, somos la "amenaza amarilla", los "sicarios del canarión", los que no queremos a esta Isla. Porque como granadillera y sureña que soy, reivindico mi derecho al librepensamiento, y deseo, y trabajaré mientras pueda por ello, para que todas las personas que vivimos en este abandonado del sur de Tenerife, tengamos información libre, espíritu crítico, y al fin y al cabo libertad para decidir por nosotros mismos lo que queremos para nuestro presente y nuestro futuro.
Y mientras eso ocurre, ¿donde está nuestro Alcalde?. Posiblemente en Uruguay, negociando no se sabe bien qué, o en Bruselas, participando en un Lobby para presionar a la Unión Europea y lograr que diga que este Puerto no tiene impacto medioambiental. ¿O quizás en Fitur en Madrid promocionando el gran mercado turístico de Granadilla?. Puede que esté más cerca; si, es posible que este en Santa Cruz, escuchando como Bill Clinton nos dice que para acabar con el hambre en el mundo hay que construir la primera fase del macropuerto de Granadilla, y persiguiendo a los asistentes para convencerles de la necesidad de su "puertito".
No creemos que tuviera que hacer mucho esfuerzo para convencer al Alcalde de Santa Cruz, que sabe, que es consciente de que convertir a Granadilla en el trasero de la Isla le resulta conveniente para sus intereses de expansión de Santa Cruz; y a pesar que no me gustó un pelo su comentario, creo como mínimo muy desafortunado, sobre el "talante fascista" de quienes se oponen a sus planes, tengo que reconocer que el intento de abrir la capital al mar, sacarse la basura de la capital, en su momento la refinería, es algo que puedo entender. Lo que entiendo menos es como nuestro Alcalde, ese al que hemos puesto para que tome decisiones sobre nuestro municipio, ese que se ha destapado como un "estadista internacional" al que se le queda chica hasta la comarca, y que pasa más tiempo en otros lugares para negociar no se sabe bien qué con quién, nos represente de esta manera. Mientras, el resto de sus Concejales, hacen lo que pueden, lo que saben o lo que quieren en este reino que se le queda pequeño a Jaime González Cejas, a la espera de que, con mucho piche y cemento en el último año previo a las elecciones y el aumento, si cabe, de su clientelismo político en lo que resta hasta las próximas elecciones, les lleve a volver a hacer "su agosto" en 2007. Pero antes de agosto 2007, es posible que llueva a gusto de los vecinos que entiendan que gobernar es mucho más que hacer favores, que comprar voluntades, que viajar a costa del dinero de todos para conseguir nada. Es estar por y para Granadilla.
Como granadillera, repito, nos invito a todos a que apostemos por una Granadilla en la que no seamos ciudadanos de tercera división, en la que además de que algunos "hagan su agosto" por la explosión urbanística que vivimos (¿sufrimos?), todos tengamos unas condiciones dignas de vida, tengamos seguridad, sanidad, educación. ¡Ay Dios!, si el Alcalde de Granadilla pusiera la mitad de empeño en lograr que nuestro municipio mejorara su sanidad, sus dotaciones escolares, sus servicios, la cultura para nuestros niños y jóvenes; si fuera igual de pesado con los Consejeros que reparten los dineros para toda Canarias, intentando que a nosotros nos tocara un bastante más (hecho que está plenamente justificado, dado nuestro aumento poblacional), otro gallo nos cantaría.
Que siga lloviendo, café en el campo, trabajo, honradez, espíritu democrático, dedicación y respeto en nuestros dirigentes y que no sea excepcional. Y aunque nunca llueve a gusto de todos, por favor, que llueva a gusto de esa mayoría silenciosa que nos aguanta, que nos sufre como políticos que debemos mejorar mucho para ser dignos de representar a este pueblo. Que llueva en agosto, y en los cuatro años que dura cada legislatura. ¡Ojalá!.
[*] Potavoz de Coalición Canaria en Granadilla de Abona.
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