APC-El Hierro denuncia el estado del yacimiento arqueológico de 'El Julan'.
Alternativa Popular Canaria (APC) en El Hierro denuncia el mal estado que presenta el conjunto de interés arqueológico y etnográfico de El Julan. Así mismo, se hace eco de las distintas quejas que han sido emitidas por diversos visitantes del lugar.
La Isla de El Hierro es un referente mundial en cuanto a la conservación del patrimonio epigráfico amazigh (bereber, aborigen norteafricano). Tal es la importancia de este legado de nuestros antepasados bimbaches, que en países de gran tradición amazigh como Argelia y Marruecos, difícilmente podemos encontrar tantos y tal variedad de grabados como existen hoy en La Caleta, La Candia, Tejeleita o El Julan, entre otros.
APC ha tenido conocimiento de que en estos días, dos miembros de la comisión para la creación del Aula de Cultura Amazigh de la Universidad de La Laguna hicieron una visita al conjunto de El Julan para realizar un reportaje fotográfico, con el fin de averiguar cuál era el estado actual de conservación de los grabados. Según su propio testimonio, les sorprendió comprobar que muchos de los fragmentos escritos habían desaparecido y otros tantos se encontraban fragmentados, así como sobrescritos de la mano de algún transeúnte.
Los jóvenes universitarios denuncian que en el transcurso de esta visita fueron intimidados por un individuo que se encontraba aparcado sobre el yacimiento, con un Land Rover blanco con rótulos del Gobierno de Canarias, el cual vociferando y tocando la pita quiso atraer su atención. Dicho individuo, sin portar ningún distintivo oficial ni identificarse en ningún momento, de muy malos modos procedió a pedir la documentación a los miembros del Aula.
A continuación, los investigadores procedieron a comunicarle el mal estado de los grabados y a reprocharle la actitud de algunos turistas que se encontraban subidos al Tagoror y caminando con bastones de hierro sobre los grabados. A estos comentarios hizo caso omiso. Sin embargo, este elemento procedió a prohibirles el paso por el sendero por el que habían accedido a la zona, aludiendo a carteles ajenos a la propiedad del Cabildo y a los yacimientos que tiene bajo su responsabilidad. Llegó incluso a rozar el insulto defendiendo enérgicamente la propiedad privada frente a las disculpas bien intencionadas de los universitarios, y les negó el agua que tiene por deber suministrar a los caminantes.
Dicha propiedad privada, la cual alberga una gran cantidad de senderos tradicionales y caminos reales, además de yacimientos arqueológicos que suponen la continuidad del conjunto arqueológico de El Julan, se extiende desde Tecorón hasta el Tagoror de El Julan (de mar a cumbre). Esta extensión sin ningún tipo de cultivo y con algunas edificaciones ilegales en la franja costera, puede abarcar una quinta parte de la Isla y un 70 % del Parque Rural de Frontera.
Si tenemos en cuenta el difícil acceso al conjunto arqueológico, la inexistencia de señalización, de fuentes de agua, de servicios de socorro y de normas de conservación a la entrada para los visitantes, llegamos a la conclusión de que el acceso más seguro es el de los caminos tradicionales que atraviesan la zona privada anteriormente citada. También hay que tener en cuenta las altas temperaturas que existen en la zona, lo complicado que se hace el tránsito por el malpaís, y las escarpadas pendientes. Si a todo esto le sumamos que el supuesto vigilante de la zona arqueológica intimida y niega el acceso a aquellos visitantes que tratan de acceder o abandonar el lugar de la forma más segura para su integridad física, El Julan se convierte en una trampa mortal. Para colmo, no existe forma de socorrer a un herido in situ o transportarlo hacia un centro médico.
Por todo lo anteriormente mencionado, tanto APC como la Asociación Cultural Ossinissa, así como la comisión del Aula de Cultura Amazigh de la ULL y todas aquellas personas y colectivos que se quieran sumar, comenzararemos a emprender acciones jurídicas y sociales para investigar los siguientes puntos:
La extrañísima y sospechosa desaparición de los grabados de El Julan, los cuales son imposibles de sacar a pie de su entorno.
La mala gestión del conjunto arqueológico de El Julan en cuanto a interpretación, vigilancia y señalización del mismo.
La inexistencia de medidas de seguridad y de socorro en la zona.
El tránsito que se nos ha prohibido por los senderos tradicionales del Parque Rural de Frontera, así como los testimonios de personas a las que se les ha cobrado grandes sumas de dinero a cambio de socorrerlas dentro de la zona arqueológica.
Todos estos puntos serán llevados a las más altas esferas de la UNESCO a través del Centro Internacional para la Conservación del Patrimonio (CICOP) y el Congreso Mundial Amazigh (CMA), así como a todas las instituciones competentes de Canarias
Fuente: Gabinete de prensa de Alternativa Popular Canaria
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