Ante el estado de emergencia declarado por el gobierno francés, organizaciones de izquierda y de Derechos Humanos firman un comunicado de rechazo.

La Haine / inSurGente.- Varias formaciones de izquierdas y de Derechos Humanos francesas expresarón hoy su oposición al estado de emergencia decretado por el Gobierno francés para poner fin a la oleada de violencia urbana que sacude al país, y afirmaron que los barrios marginales "no necesitan estado de excepción, sino, desesperadamente, justicia, respeto e igualdad".

"Enfrentado a una revuelta nacida de la acumulación de desigualdades y discriminaciones en los extrarradios y los barrios pobres, el Gobierno acaba de dar un nuevo paso, de una extrema gravedad, en la escalada de seguridad", afirma el comunicado conjunto.

"Ni siquiera en mayo de 1968, cuando la situación era realmente más dramática, los Gobiernos públicos impusieron una ley de excepción", prosigue. "La proclamanción del estado de emergencia responde sólo mediante la represión a una revuelta cuyas causas son profundas y bien conocidas", añaden los firmanes.

"Poner fin a los enfrentamientos y restablecer la solidaridad en los extrarradios es una necesidad" y no se soluciona con la imposición de una "legislación de excepción heredada del periodo colonial", añade el comunicado, en referencia a ley adoptada en 1955 para combatir las revueltas durante la guerra de Argelia y en la que se basa el decreto que oficializa la declaración del estado de emergencia.

"Los extrarradios no necesitan estado de excepción, necesitan, desesperadamente, justicia, respeto e igualdad", concluye el texto, firmado por Alternativa Ciudadana, Comité de los Sin Techo, Federación Sindical Unitaria, Liga Comunista Revolucionaria, Liga de Derechos Humanos, Partido Comunista Francés, Sindicato de Abogados de Francia, Sindicato de la Magistratura, Unión Sindical Solidaria o Los Verdes, entre otras organizaciones.

El decreto de estado de emergencia fue publicado ayer por la mañana en el Boletín Oficial del Estado francés, aunque entró en vigor en la medianoche anterior. La ciudad de Amiens (norte) fue la primera en imponerlo, de 22 a 6 horas, a los menores de 16 años no acompañados.

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