Blogia
Lazos Rotos

Los daños a la agricultura que causa las turbinas en Chío.

Asociaciones / Tagororachinech.- Todas las industrias que para su funcionamiento precisen la combustión de productos fósiles (carbón, petróleo ó sus derivados), emiten una serie de sustancias contaminantes al aire, entre ellas: dióxido de azufre (SO2) y dióxido de nitrógeno (NO2), que al contacto con el vapor de agua de la atmósfera reaccionan químicamente produciendo ácido sulfúrico (H2SO4) y ácido nítrico (HNO3). Estos ácidos son los responsables de la acidificación de las precipitaciones, que hacen que tanto la lluvia, niebla o nieve obtenga un PH inferior a 5 (valor correspondiente a la lluvia normal), lo que se denomina “lluvia ácida”.

Los efectos de la lluvia ácida se hacen notar en la salud de los seres humanos, causando trastornos en las vías respiratorias, pues la niebla ingresa en los pulmones durante la respiración. En las construcciones, pues acelera el deterioro de los edificios. Un claro ejemplo son las catedrales europeas, que se han visto dañadas por este efecto. Y en la actividad agraria, pues es el sector que absorbe directamente grandes cantidades de la lluvia ácida, tanto en su estado líquido (agua de la lluvia), como absorción del aire y de la niebla. Se ha comprobado que la lluvia ácida ha sido la responsable de la destrucción de millones de hectáreas de bosques europeos, así como la destrucción de ríos y fauna natural.

Un estudio de europeo de 1996, dedujo que más de la mitad de los bosques de Alemania estaban dañados o muriendo debido a los efectos de la contaminación atmosférica. Esto nos puede dar una idea de las graves consecuencias que tiene en la agricultura la emanación de gases contaminantes.

Las turbinas que se pretenden instalar en Los Pajales (Chío), para la generación eléctrica y, atendiendo a lo aprobado en el consejo de ministros del pasado 21 de enero de 2005, emitirán al aire 10.800 toneladas de CO2, cada una, lo que hace un total de 21.600 toneladas de CO2. Como hecho comparativo sabemos que en España hay 26 millones de automóviles y si todos arrancasen al mismo tiempo y recorrieran un kilómetro, emitirán 4.200 toneladas de CO2. Esto unido al consumo de esta instalación que es de 10,5 toneladas de gas-oil a la hora, nos da una idea de la cantidad de efectos contaminantes que emitirá al aire, consiguiendo de esta manera la destrucción de la actividad agrícola y, con ella una forma de vida.

El CO2 es uno de los principales gases causantes del “efecto invernadero”, el cual se ve incrementado por la tala de árboles y la desaparición de zonas verdes (desertización)

La radiación ultravioleta (ondas cortas) procedente del sol, incide sobre la Tierra, se transforma en radiación infrarroja (ondas largas) y es devuelta parcialmente a la atmósfera.

Los gases de invernadero dejan pasar la radiación ultravioleta (ondas cortas ó luz) procedente del sol, pero impiden el paso de la radiación infrarroja (ondas largas) devuelta a la Tierra, reteniendo el calor y haciendo subir la temperatura. Por tanto, a mayor proporción de gases de invernadero haya en la atmósfera, más calor se retendrá y más se calentará la Tierra.

Las consecuencias del efecto invernadero son:

- La temperatura media de la Tierra sube.
- En zonas lluviosas aumentan las precipitaciones
- En las zonas secas aumenta la sequía.
- Se derrite el hielo polar inundándose las ciudades costeras.

Los sistemas agrarios y ganaderos son las actividades económicas más perjudicadas, por los efectos contaminantes de una central térmica, como la que se pretende instalar en Los Pajales (Chío), pues tanto la lluvia ácida, como el efecto invernadero, son acciones que repercuten directamente en dicha actividad.

Inversión térmica

Ver: Efectos sobre las plantas

Chío a 7 de diciembre de 2005

0 comentarios