Criminalizan a los bomberos de Tenerife.
Foros ciudadanos / Foro Ciudadano Contra la Incineración de Residuos.- Todos a una, como Fuenteovejuna, así han reaccionado todos los grupos políticos del Cabildo de Tenerife, especialmente algunos miembros del PSOE, ante el incidente provocado este miércoles en la institución insular cuando los servicios de seguridad -siguiendo instrucciones- tuvieron la ocurrencia de intentar cerrar las puertas de un edificio público para impedir que 160 bomberos uniformados accedieran pacíficamente.
Esta actuación verdaderamente asombrosa e irresponsable, porque entre otras cosas había grupos de niños y ancianos que visitaban el belén del Cabildo y, al cerrar las puertas, se quedaron bloqueados en el interior del edificio, dio lugar a que los bomberos entraran por la fuerza. Tampoco dando tiros ni puñetazos, sino simplemente empujando la puerta que cuatro seguritas intentaban cerrarle en sus narices.
La pasada noche del día 28 de noviembre, con motivo de la visita de la cola de la tormenta tropical Delta, en los momentos más duros del vendaval, a parte del ruido del viento, de los contenedores rodando por las calles, del sonido de las vallas publicitarias que salían volando como cuchillas por las autopistas, sólo se oían las sireras de los coches de bomberos que, bajo mínimos porque ni se había tenido la precaución de reforzar los servicios, salieron a jugarse literalmente la vida a las calles por la seguridad de todos nosotros en los peores momentos.
Pues a estos señores, que hacen esto, resultan que salen ahora media docena de ilumnidados a criminalizarlos cuando no se han ocupado durante años de sus condiciones de trabajo, con plantillas totalmente insuficientes y que tienen que jugarse la vida muchas veces porque no cuentan ni con los equipos ni con el personal suficiente para realizar unas actuaciones con la debida cobertura y seguridad. Y es sólo su sentido del deber y espíritu de servicio lo que nos ha librado de muchas tragedias aquí.
Que los bomberos se equivocaron, es posible. Pero que los que llevan años sin atender sus reivindicaciones y toreándolos y que, además, mandan a cuatro seguritas a cerrarles la puerta del Cabildo cuando intentan entrar pacíficamente, son unos golfos redomados, es algo de lo que a algunos tampoco nos cabe la menor duda. Decir, como anda cacareando por ahí, el consejero y senador del PSOE José Vicente González, que los bomberos han puesto en peligro la VIDA de las personas, como si fueran unos auténticos terroristas, demuestra la calaña moral de ciertos políticos que comen y beben a costa de todos nosotros, viajan en primera clase y criminalizan, sin rubor alguno, a un colectivo como los bomberos ante un error que sólo propició el irresponsable que ordenó que les cerrasen las puertas como si fuesen unos apestados.
Este viernes ha anunciado el señor Melchior que llevará el tema a la Fiscalía. Nada menos. Hace ya casi un mes que unas torres podridas de alta tensión, propiedad de la empresa Unelco-Endesa donde don Ricardo ocupó cargos de responsabilidad durante casi toda su vida laboral, caían con sus cables cortando carreteras, líneas de teléfono, otros tendidos menores de electricidad, dejando totalmente incomunicados a municipios como el de Fasnia y poniendo directamente en peligro la vida de las personas en el sureste de Tenerife. El PSOE, en su hipocresía, llevó al pleno del Cabildo una moción pidiendo que se tomaran medidas legales contra la empresa donde trabajó el Presidente y, como es lógico, todos ellos se pusieron de acuerdo para no llevar adelante la denuncia.
Es probable que el Cabildo de Tenerife jamás en su historia haya estado tan protegido y tan seguro como el pasado miércoles cuando más de cien bomberos entraron en su interior. Al ver los niños que habían dejado encerrados dentro los irresponsables que cerraron las puertas, hicieron un pasillo y los desalojaron como sólo ellos saben hacer. Mientras tanto los políticos, refugiados en el salón de plenos, muy preocupados por la seguridad de los niños, ponían muebles detrás de las puertas de dicho salón para protegerse ellos. Eso sí, no se sabe muy bien de qué, porque a los bomberos no se les conoce otra actividad que la de jugarse la vida por la seguridad de todos nosotros. Que no hay que estarles, seguramente, agradecidos, porque es su trabajo. Pero de ahí a denunciarlos por poner el peligro la VIDA de las personas va un gran trecho. Es seguramente la distancia que separa la responsabilidad de la poca vergüenza.
Con sus aciertos y sus errores, por supuesto, estamos con los bomberos en lucha por la mejora de sus condiciones laborales, que no es otra cosa que la mejora en las condiciones de seguridad de todos nosotros sobre este peñasco. Nos sentimos más seguros en manos de uno sólo de estos bomberos que en manos del Pleno de Cabildo en peso. Sin lugar a dudas.
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