Las goteras del Gobierno.
Sindicatos / Enseñantes Asamblearios de Canarias.- Las lluvias de estos últimos días en toda Canarias han ocasionado cortes de carreteras, derrumbamientos ,inundaciones, y alterado la actividad en los centros escolares: problemas de transporte, goteras. derrumbamientos de paredes, cierres de centros ante los riesgos para los alumnos.
Cada día se hace más evidente que asistimos a un cambio climático, de consecuencias imprevisibles, y que ya ha dado lugar a catástrofes que han afectado a nuestras islas: gota fría de marzo de 2003, en Santa Cruz de Tenerife, huracán Delta en noviembre de 2005, también en la isla de Tenerife y, en estos últimos días, las lluvias torrenciales, que han caído con violencia en Tenerife y Gran Canaria.
Frente a esta evidencia, y a la conciencia de que la alteración del clima se debe a la actividad humana, al derroche energético que tiene cómo consecuencia el efecto invernadero y el aumento de la temperatura del planeta nos encontramos con un Gobierno de Canarias que alegremente opta por continuar este modelo de despilfarro energético, de construcción desaforada.
Esta misma Administración, sin embargo, no se ocupa de mejorar infraestructuras necesarias para favorecer el drenaje e impedir derrumbamientos, ni para garantizar el funcionamiento de servicios esenciales ,cómo es la enseñanza pública. Los centros públicos se ven obligados a cerrar para no poner en riesgo la integridad física de alumnos y profesores ante la manifiesta desidia de la Administración, que no se ha ocupado de garantizar la construcción, conservación y seguridad de sus centros.
De nada vale dar aviso de alarma si los poderes públicos no se responsabilizan de tomar las medidas de prevención y protección necesarias.
Sin embargo, no parece que esto sea una prioridad de nuestros gobernantes, sino procurar la continuidad de un sistema fiscal canario que beneficie a sus empresarios, de promover obras innecesarias, cómo las que quieren perpetrar en Tenerife, o de favorecer la sanidad privada y desatender la enseñanza pública.
Es hora de exigir a los poderes públicos que se ocupen de lo mínimo exigible a un gobierno: tomar medidas de prevención eficaces frente a catástrofes anunciadas y realizar las obras necesarias para el funcionamiento de los servicios públicos esenciales.
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