¿Libertad de expresión?

Sindicatos / EA-Canarias.- La publicación en un periódico danés de caricaturas representando al fundador de la religión islámica, Mahoma, como un terrorista, reproducida luego en periódicos de varios países, después de iniciadas las protestas en algunos Estados musulmanes, en las que ha habido víctimas mortales en ataques a legaciones europeas (entre los atacantes), está dando lugar a un debate público sobre la libertad de expresión y sus límites.

Como educadores, no podemos dejar de defender la libertad de expresión; más concretamente, la libertad de cátedra, que consiste en la defensa, razonada, del profesor, de la posición que considere más conveniente, en cualquier materia opinable.

Pero ni la libertad de cátedra, ni, en general, la libertad de expresión, amparan el insulto o la calumnia.

Con la caricaturización de Mahoma se insulta y se calumnia al Islam, al identificarlo con el terrorismo. Antes de insultarles, deberíamos saber que el Islam prohíbe la violencia, admitiéndola solamente en caso de defensa. Deberíamos saber que para el Islam, Abraham y Jesucristo son profetas, y que cristianos y judíos, con sus usos y costumbres, han sido siempre respetados como gente del Libro. ¿Hay que recordar que los judíos sefardíes, expulsados de la Península Ibérica, encontraron refugio en los países musulmanes? ¿Hay que recordar que hay árabes cristianos, y que sus comunidades existen en medio de las musulmanas desde siempre?

Una mezcla de desprecio, de ignorancia y de sentimiento de superioridad subyacen en estas caricaturas.

Pero lo más grave es que todo esto sirve para justificar la intervención colonial en los países árabes e islámicos, a los que, en nombre de la civilización se les arremete, conquista y arrebata sus riquezas desde hace dos siglos. No se puede entender la furia de los manifestantes si no recordamos la historia. Tampoco se podrá acabar con la agresión si no educamos en el respeto y la tolerancia, si no criticamos la barbarie de violencia y colonialismo de los Estados occidentales.

Defendemos la libertad de cátedra. Por supuesto, nuestro derecho a decir la verdad, frente a la propaganda de guerra de los Estados imperialistas. Esa será nuestra contribución a la tolerancia y a la paz.

Canarias, a 7 de febrero de 2006

Enseñantes Asamblearios de Canarias

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