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Lazos Rotos

Declaración de " Unidad del Pueblo" sobre la situación de la izquierda en Canarias.

Unidad del Pueblo

Partidos políticos / Unidad del Pueblo.- La situación de la izquierda en Canarias no es fácil. De hecho, nunca lo ha sido. Destruida físicamente la vanguardia de izquierdas en 1936, reprimida brutalmente bajo el fascismo, copadas sus direcciones por elementos de la burguesía que acabaron traicionándola durante la transición política, plagada de elementos oportunistas y falta de un cuerpo teórico mínimo, ciega en muchos de sus elementos a la realidad colonial de Canarias, la izquierda canaria tiene aún un largo camino que recorrer para convertirse en una fuerza realmente operante en nuestro país. Añadamos a eso una sociedad colonial, desindustrializada, volcada de la agricultura tradicional al sector servicios en unas pocas décadas, salida de una larga dictadura, y con un atraso tecnológico, científico, cultural, político e ideológico importantísimo.

Pero el camino que debe recorrer la Izquierda Nacional Canaria no es el de las fantasías comodonas, ni el del mimetismo ciego, ni el del eterno testimonialismo, ni el de chapuza y el perenne "ir tirando". Estamos convencidos de que la izquierda que Canarias necesita se puede construir de otra manera y, sobre todo, de que es necesario construirla de otra manera.

    1. Es imposible cualquier avance si no se tiene en cuenta la época y el escenario internacional en que vive nuestro pueblo. Estamos en la época extrema del capitalismo imperialista, a la que ha dado en llamarse "globalización". La contradicción fundamental en el mundo, que afecta a la vida de todos y cada uno de los países, y a todos y cada uno de los seres humanos, es la contradicción entre capital y trabajo. Es decir, entre una forma de producir necesariamente socializada y un reparto de la riqueza capitalista basada en la explotación de los trabajadores y en el saqueo de las riquezas de la mayoría de los pueblos. Superar el actual estado de cosas sólo es posible avanzando hacia el Socialismo, hacia un mundo basado en la propiedad colectiva de los medios de producción, distribución y consumo.

    2. Por lo tanto, la "izquierda" no puede ser un conjunto de vaguedades "utópicas" bienintencionadas, de carácter caritativo o justiciero, fundamentada en el "progresismo" de la pequeña burguesía ni en el romanticismo del hippyismo tardío. Tampoco una socialdemocracia (los llamados "partidos socialistas") que ha fracasado en su discurso de suavizar, en los países ricos, los aspectos más brutales del capitalismo. UNIDAD DEL PUEBLO se reconoce de izquierdas en tanto en cuanto es una fuerza partidaria del Socialismo. Quienes se dicen de "izquierdas" pero siguen siendo partidarios de un capitalismo "de rostro humano" o, simplemente, eluden la cuestión de fondo (capitalismo o socialismo), no hacen sino crear confusión apropiándose del término "izquierda".

    3. Pero no nos engañemos: la confusión que generan no es en modo alguno casual, un elemento de inmadurez o de falta de reflexión. Bien al contrario, el izquierdismo radical pequeñoburgués es una corriente de pensamiento perfectamente estructurada y que sirve adecuadamente a los intereses de un sector de las clases dominantes. Esto es, cumple fielmente la tarea de introducir la confusión política y el desconcierto ideológico en el seno de las organizaciones populares y en la izquierda anticapitalista. Su tendencia a lanzar consignas grandilocuentes o a jugar con el destino de los trabajadores y de sus organizaciones, ha sido una constante en los últimos treinta años de la historia de la izquierda en Canarias. Lo hemos vivido y sufrido directamente: ayer, minando el proceso de UPC, oponiéndose a una imprescindible subida de tarifas que daba viabilidad a la municipalización del trasporte urbano en Las Palmas, o aplaudiendo el indigenismo contrarrevolucionario durante el proceso sandinista; hoy, cultivando una calculada ambigüedad del econacionalismo. Lo mismo cabe decir del populismo interclasista del neocanarismo que no pierde las mañas de CC.

    4. Los cambios necesarios en la sociedad canaria son de tipo revolucionario. Es decir, de cambio radical de la naturaleza del poder político y social. Las políticas de reformas se verán constantemente contrarrestadas por los poderosos mecanismos de poder económico, político, mediático, ideológico y cultural que tienen las fuerzas del capitalismo colonial en nuestro país. Los cantos de sirena acerca de "trabajar desde dentro" de éste o aquel partido ya montado en las instituciones, o de recrear especulaciones sobre fórmulas empíricas, de pragmatismo ramplón, que no conducen a ningún lado, sólo son excusas para no afrontar la difícil tarea de un vuelco radical en el carácter de clase del poder político. Eso no quiere decir que UNIDAD DEL PUEBLO esté en contra de las reformas. Lo que decimos es que las políticas de reformas deben servir para acercar al pueblo trabajador canario a sus objetivos revolucionarios, y no para alejarlo de ellos.

    5. Sin teoría revolucionaria no hay movimiento revolucionario. En ningún sitio cobra más actualidad esta consigna que en nuestro país. Es difícil hablar en términos de "izquierda" cuando quienes dicen pertenecer a ella (muchas veces preñados de buena voluntad y hasta de una práctica verdaderamente comprometida) desconocen los más elementales textos del socialismo moderno, del socialismo científico. Cuando no hay hábitos de estudio y lectura. Cuando dominan las frases huecas extraídas de autores europeos de moda, aupados por los medios de comunicación capitalistas. O cuando, precisamente, se formulan posiciones políticas en función de movimientos exteriores puestos de moda por los medios de comunicación burgueses. Desde la barbarie intelectual, la ignorancia y las cuatro consignas simplonas, es imposible poner en pie la izquierda que Canarias necesita.

    6. La "izquierda" pequeñoburguesa tiene por costumbre importar acríticamente lo ultimísimo en moda política. Lo mismo cabe señalar de aquellos que se refugian en "franquicias" políticas estatales, eternamente condenados a subordinar la realidad a las consignas y necesidades metropolitanas. Igual les valdría estar en Canarias, que en Nueva Zelanda o en Madagascar. Desgraciadamente, muchos de los responsables históricos de este desastre siguen empeñados en figurar, contaminar y pudrir cualquier avance serio. Y lo que es peor, esta izquierda ligth ha importado las viejas teorías de hace treinta años acerca de la desaparición de la clase obrera como sujeto revolucionario. Y ello en un Archipiélago en que el 90% de la población es asalariada, teniendo que vender su fuerza de trabajo para sobrevivir. Y en la que el 0,2% se queda con el 40% de la riqueza. "Los burgueses socialistas considerarían ideales las condiciones de vida de la sociedad moderna sin las luchas y los peligros que encierran. Su ideal es la sociedad existente, depurada de los elementos que la corroen y revolucionan: la burguesía sin el proletariado", explicaba Marx [1]. "Y al invitar al proletariado a que lo realice, tomando posesión de la nueva Jerusalén, lo que en realidad exige de él es que se avenga para siempre al actual sistema de sociedad, pero desterrando la deplorable idea que de él se forma (...) Este socialismo burgués a que nos referimos, sólo encuentra expresión adecuada allí donde se convierte en mera figura retórica" [2].

    7. Esta inconsecuencia, este culto a la ignorancia, está en la raíz de la eterna fragmentación, del capillismo, de los personalismos extremos, pero, sobre todo, de la incapacidad de presentar al conjunto de la sociedad canaria un discurso coherente, clarificador y serio que desvele la verdadera naturaleza de clases y colonial de Canarias. Y en la huída de los análisis serios y rigurosos porque puedan parecer "radicales" (y también más cansados de elaborar). Digamos que el mercado de las baratijas ideológicas y políticas ya está bastante saturado, y hay otros que han puesto el tenderete antes y mejor. Y que las canarias y los canarios hacen bien en no comprar mercadería política averiada.

    8. Esta incapacidad del viejo izquierdismo oportunista se ha puesto de manifiesto, especialmente, cuando ha tocado combatir la globalización capitalista en casa. Las actitudes vacilantes, cobardes o directamente vendidas al enemigo, ante el tratado constitucional europeo que la derecha continental pretendía imponer a los pueblos, fue una clara muestra de ello. Los extraños silencios ante los desmanes de determinados grandes empresarios, la colaboración política o sindical, de hecho, con los partidos de la derecha colonialista, tienen mucho que ver con esa actitud de buena parte de nuestros "izquierdistas" de estar en permanente expectativa de destino a la espera de pisar moqueta. En un campo de desarticulación política y de fragmentación organizativa, este tipo de miserias personales adquiere un peso desaforado.

    9. El izquierdismo y el oportunismo huyen especialmente de situar en la cuestión en torno a la lucha de clases. Cuando anuncian el final de ésta y niegan el papel de la clase obrera como sujeto revolucionario, en realidad lo que están anunciando es un escenario de "reconciliación de clases" en el que la contradicción entre el Capital y el Trabajo quede sustituido por una vaga referencia a la "justicia social", en términos maniqueos, en los que en la sociedad operan sujetos "malos" contra sujetos "buenos", llamando al distanciamiento de todo lo que suponga una carga reflexiva más profunda sobre la raíz del sistema y del modelo de explotación capitalista. La coartada es perfecta para envolverse en el "Idealismo Alternativo" que es mas "barato" desde el punto de vista del esfuerzo y del desgaste personal y militante. Pero sobre todo, que no compromete, puesto que elude el cuestionamiento del capitalismo y, por lo tanto, no pone al orden del día la toma del poder político y la liberación nacional y social.

    10. UNIDAD DEL PUEBLO ha repetido hasta la saciedad que "la revolución no se hace, sino que se organiza". Los cambios que necesita nuestro país son de tal calado, que sólo una organización poderosa, sólida, cohesionada y disciplinada puede encabezar la lucha para conseguirlos. La aversión pequeñoburguesa a ese tipo de partido no puede llevarnos a transigir con fórmulas laxas e inoperantes de organización, ni a confundir el parlamentarismo de las instituciones con la democracia interna. Ese "cretinismo parlamentario", ese "asamblearismo", sólo es caldo de cultivo para el oportunismo, para el lucimiento de los personalismos y para la ineficacia.

    11. Todas esas viejas fórmulas inoperantes que ha dominado en las últimas décadas han fracasado. Por eso, es certero señalar que ese modelo de "izquierda" está en "crisis": afortunadamente, en una crisis definitiva. UNIDAD DEL PUEBLO defiende la necesidad de un partido de nuevo tipo, armado de un profundo conocimiento y una poderosa comprensión de la realidad canaria y de un proyecto transformador de largo alcance, enraizado en la realidad nacional canaria, forjado por el pueblo trabajador canario, y dispuesto a triunfar. Un partido concebido no como un reflejo de la sociedad que tenemos, sino como una herramienta de transformación social revolucionaria de esta sociedad.

    12. Afortunadamente, los tiempos están cambiando. Una política seria y rigurosa, sensata y responsable y, a la vez, firmemente decidida a cambiar el actual estado de cosas, es una necesidad cada vez sentida por mayores sectores de nuestro pueblo. UNIDAD DEL PUEBLO, consciente de que en Canarias son las trabajadoras y los trabajadores la única clase con intereses verdaderamente nacionales, defiende la necesidad de dotar al pueblo trabajador canario de una poderosa organización, fundamentada en presupuestos serios y rigurosos, que abra el camino a la liberación social y nacional de nuestra patria. El futuro de Canarias depende del grado de organización y conciencia de las trabajadoras y trabajadores canarios, de que tengan una organización política fuerte y cohesionada.

    13. Por lo tanto, la Izquierda Nacional Canaria debe avanzar en el camino de la unidad popular con la construcción de un bloque histórico en torno a un Programa Nacional, de largo alcance, fundamentado en:

    a) La Autodeterminación de Canarias, entendida como el derecho fundamental a la soberanía nacional, a la descolonización y a constituirnos como Estado independiente.

    b) El establecimiento de un Estatuto de Residencia en Canarias, que limite la carga poblacional de las Islas.

    c) La solidaridad y cooperación con los países empobrecidos en aras de evitar la diáspora de millones de personas de Africa, Asia y América. Con la coordinación entre Canarias-Estado-UE, ya que el peso de la inmigración es imposible de soportar únicamente por un país de apenas dos millones de habitantes.

    d) La plena igualdad de todas las ciudadanas y ciudadanos de Canarias. Para ello se promoverán políticas de promoción de las mujeres en todos los ámbitos. Asimismo, se promoverán medidas legales y sociales para acabar con la discriminación laboral de las mujeres y cercenar de raíz la violencia de género.

    e) La planificación democrática de la economía canaria por parte de los propios canarios, con un desarrollo autocentrado, diversificado e interdependiente. Con la derogación de la Reserva de Inversiones de Canarias (RIC).

    f) La prioridad de las formas de propiedad colectivas, potenciando el movimiento cooperativo y las sociedades anónimas laborales. Igualmente, apoyando a las pequeñas y medianas empresas en función de su rentabilidad potencial, capacidad de innovación y creación de puestos de trabajo.

    g) El desarrollo de un poderoso sector de propiedad pública canaria que se convierta en el factor determinante de nuestra economía. Y el establecimiento de acuerdos estratégicos con sectores de la burguesía canaria que se incorporen a este programa común, y estén interesados en la economía productiva y no especulativa.

    h) La organización democrática del trabajo, con la participación de los trabajadores en la cogestión de las empresas y en su accionariado. Con el desarrollo de los derechos laborales y llevando la democracia a la empresa.

    i) La mejora y potenciación del Estado del Bienestar en Canarias, como mecanismo de justicia social y de redistribución de la riqueza. Con una especial atención a los sectores populares y a aquellas personas que caen en la exclusión social.

    j) La dignificación de la política socio-sanitaria: mejora cualitativa y financiera de los centros de menores y de mayores. Con la supresión de las subcontratas a empresas privadas.

    k) El escrupuloso respeto de los derechos humanos de los inmigrantes irregulares el tiempo que estén en Canarias. Ampliando la dotación económica de los centros de inmigrantes.

    l) La declaración de aguas territoriales sobre las doscientas millas en torno al perímetro archipielágico, y el trazo de la mediana con los países continentales vecinos. Con la opción de ampliar a 300 millas la zona económica exclusiva.

    m) La socialización del agua y de sus redes de distribución, pasando a propiedad pública canaria todos los recursos hídricos de Canarias y sus canalizaciones.

    n) La potenciación de la la minería, la pesca, la ganadería y la agricultura, especialmente la dirigida al consumo interior, en el camino de eliminar la dependencia agroalimentaria. Y como factor de reequilibrio territorial y de preservación del medio. Concibiendo la potenciación del sector primario como paso indispensable para una futura industrialización de nuestra patria.

    Para ello se pondrá en marcha un Plan Estratégico de inversiones públicas e incentivos a la minería, la pesca, la ganadería y la agricultura, así como al mercado agrícola interno. Con subvenciones directas a las empresas familiares agrarias y al cooperativismo agrario. Se suprimirá el Régimen Específico de Abastecimientos (REA) y se sustituirá por una empresa pública canaria de importaciones estratégicas y distribución de productos alimentarios y de primera necesidad.

    ñ) Un uso más eficiente y racional de los recursos, substituyendo progresivamente los sectores contaminantes, depredadores del territorio y de los recursos naturales, por otros que respeten las disponibilidades reales del medio ambiente canario y se base en el uso de energías renovables, disminuyendo la dependencia energética del exterior.

    o) La puesta en pie de un potente sistema de Enseñanza Pública Canaria, laica, democrática y moderna, con los recursos suficientes, como corresponde a un sector estratégico fundamental. Igualmente, la estabilidad del profesorado interino y sustituto de larga duración, dentro de un Marco Canario de Relaciones Laborales, teniendo como criterio principal la atención a nuestra realidad educativa, social y cultural.

    p) La potenciación y el desarrollo de la cultura canaria, como elemento de identidad volcado al futuro.

    q) La defensa de la Paz, la coexistencia pacífica y la cooperación internacional.

Ya no cabe seguir esperando, seguir manteniendo cuatro consignas vacías de contenido, la comodidad de trasladar a un futuro incierto nuestras responsabilidades de hoy. Estamos convencidos de la actualidad del lema de nuestro II Congreso: Unir, organizar, avanzar. Esto es, unirnos al pueblo, organizar al pueblo, avanzar con el pueblo. Ya es hora.

X Consejo Nacional Ampliado de UNIDAD DEL PUEBLO

25 de febrero de 2006

NOTAS.-
[1] Karl Marx/Friedrich Engels, Manifiesto del Partido Comunista.
[2] Ibíd

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