CEAR considera urgente que se localice el barco rechazado por las autoridades españolas al sur de la isla de Hierro.
Solidaridad / Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR).- La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), muestra su preocupación por la suerte de los inmigrantes que podrían encontrarse navegando desde hace días a bordo de un barco que fue rechazado por las autoridades españolas al sur de la isla de Hierro el pasado 1 de abril. Este barco, en el que al parecer viajan entre 200 y 600 inmigrantes subsaharianos, no ha sido visto en ningún punto de la costa, lo que indicaría que continúa en el mar con el consiguiente riesgo para las personas que van en su interior.
Ante la ausencia de información que confirme la procedencia del buque, y puesto que el origen de la travesía podría estar en algún país de la costa oeste de África con graves conflictos políticos, CEAR recuerda que entre los ocupantes del barco al que no se ha permitido llegar a costas europeas puede haber personas necesitadas de algún tipo de protección internacional.
CEAR considera preocupante la falta de información sobre el destino actual de un barco que fue localizado y seguido por efectivos del ejército, y del que ahora hay noticias contradictorias. Por otro lado, ni España ni la Unión Europea pueden, teniendo conocimiento de la existencia de cientos de inmigrantes que pueden encontrarse en grave riesgo, eludir su responsabilidad en la garantía del respeto de los derechos de estas personas, y en la prestación de ayuda humanitaria.
Por tanto, es prioritario que las autoridades localicen esta embarcación y cualquier otra que previsiblemente pueda estar en la misma situación, y actúen para conocer la situación de las personas que fueron vistas en su interior cuando hace días el barco fue alejado de la costa canaria por las fuerzas armadas españolas. En el caso de que la embarcación no haya sido acogida en ningún puerto, tanto España como la Unión Europea deben asumir su responsabilidad y dar acogida por razones humanitarias a las personas que permanezcan en su interior, tal y como se contempla en la Convención de las Naciones Unidas para el Derecho del Mar de 1982, firmada por España y por la que, si bien un Estado puede rechazar un buque que intente entrar en aguas jurisdiccionales sin autorización, tiene también la obligación de auxilio en caso de necesidad por el estado del buque o de las personas que se encuentren en él.
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