Comienza con grandes huelgas una jornada de lucha en Francia.
Medios alternativos / InSurgente.- La jornada de protesta contra los nuevos Contratos Primer Empleo (CPE), que incluye importantes huelgas y 135 manifestaciones en toda Francia, ha comenzado hoy con graves perturbaciones en el transporte urbano de 75 ciudades, retrasos en los aeropuertos y las anulaciones previstas en la red ferroviaria. Las movilizaciones de obreros y estudiantes contra los planes neoliberales del Gobierno son un espejo para toda Europa.
Dos de cada tres trenes de alta velocidad cumplían esa mañana su servicio habitual, y funcionaban el 40 por ciento de los trenes regionales. En los aeropuertos de la capital, Orly y Roissy, el retraso medio es de unos 30 minutos. En Orly, aeródromo a donde vuelan la mayoría de los aviones procedentes de España, se ha cerrado una de las dos pistas por motivo de la huelga.
En París, única ciudad donde se ha firmado un acuerdo de servicios mínimos entre los sindicatos y la empresa municipal de transportes, el metro funciona al 75 por ciento de su frecuencia habitual, la misma proporción que los autobuses. Los trenes de cercanías, auténtica pasarela entre la capital y su periferia, sufren anulaciones del 50 por ciento ciento. Sin embargo, en las ciudades de provincia donde los autobuses suponen el único medio de transporte urbano, el efecto de la huelga era mucho mayor.
La protesta coincide con la visita de Estado de la Familia Real española, que hoy tendrá una cargada agenda en la capital gala. Las movilizaciones no interferirán en la visita, según confirmaron fuentes diplomáticas españolas.
Sindicatos y organizaciones estudiantiles, convocantes de la jornada de movilización, han previsto 135 manifestaciones por toda Francia. La más importante dará comienzo en París a las 14:30 horas.
Los convocantes esperan superar el número de asistentes (entre 530.000 y 1,5 millones) congregados en las protestas del pasado sábado contra el CPE. Todavía se desconocen datos sobre las huelgas convocadas en la función pública.
El Ministerio del Interior anunció que ha destacado 4.000 agentes para velar por la seguridad de la manifestación de París, después de los robos y agresiones llevadas a cabo en la manifestación el pasado jueves por parte de jóvenes venidos de los suburbios de la capital contra manifestantes.
El Gobierno ha citado a los sindicatos y las organizaciones estudiantiles mañana, para evaluar el resultado de las protestas y dialogar sobre una salida de crisis. Los organizadores de la movilización, que exigen la retirada de la medida, no han respondido todavía de forma unánime. Sólo dos centrales sindicales han anunciado que no acudirán.
Sin embargo, se multiplican las llamadas al diálogo por parte del Ejecutivo., Hervé de Mariton, diputado de la UMP (gubernamental, centroderecha) muy cercano al primer ministro, Dominique de Villepin, afirmó hoy que éste "está dispuesto a llegar muy lejos en la mejora" de los controvertidos contratos primer empleo. El Gobierno estaría dispuesto a reducir el periodo de prueba de dos años al que obliga el contrato, pero no cede en el hecho de que el despido sea libre. El punto clave que rechazan por completo sindicatos y estudiantes.
Actualización a las 11:20 horas 10:20 hora canaria. Francia vive hoy un martes rebelde por cientos de manifestaciones y huelgas que se realizan contra el Contrato del Primer Empleo (CPE), que otorga potestad a la patronal para despedir a jóvenes menores de 26 años.
Para reprimir las manifestaciones, convocadas por 12 centrales sindicales y estudiantiles, sólo en esta capital las autoridades movilizaron más de 4.000 policías con el argumento de que tiene como fin controlar a revoltosos infiltrados entre los protestantes.
París y otras importantes ciudades amanecieron prácticamente paralizadas por la suspensión de la mayoría de su transporte público y el cierre de universidades y escuelas secundarias.
Desde anoche, los trabajadores de la compañía nacional de ferrocarriles se declararon en huelga, con la consecuente disminución de más del 60 por ciento de los viajes por tren, mientras se cancelaron los vuelos en varios aeropuertos.
Esta jornada, que desde hace días la prensa parisiense llama martes negro por las implicaciones que puede traer al gobierno, los protestantes pretenden dar un giro de la situación a su favor.
Con la nueva ola de manifestaciones, organizaciones estudiantiles y sindicales aumentan la presión contra el primer ministro Dominique de Villepin para que retire el CPE.
Ese Contrato otorga potestad a las empresas para despedir a los jóvenes menores de 26 años sin justificación, ni indemnización durante los primeros 24 meses de trabajo.
Tal prerrogativa es considerada injusta por los muchachos que comienzan su vida laboral y consideran que torna aún más precaria su ya difícil situación económica.
Desde hace varias semanas las organizaciones juveniles, respaldadas por las principales centrales sindicales y partidos opositores de izquierda libran la batalla contra el gobierno en las calles y tomando los centros de estudio.
Hasta ahora, los momentos más cruciales se registraron hace más de 15 días con el asalto de la universidad de la Sorbona, suceso que no se registraba desde 1968, con la diferencia que entonces protestaban contra las guerras en Vietnam y Argelia.
Para hoy se espera una movilización superior a la del pasado sábado 18, cuando más de millón y medio de personas marcharon por París y otras ciudades importantes.
Más del 63 por ciento de la población, según un sondeo de Le Monde publicado la víspera, critica la tozudez de Villepin de no retirar el CPE e implantarlo con algunas reformas.
La situación se complica, al exhibir este país un 10 por ciento de desempleo general, que aumenta a cerca del 25 entre los jóvenes menores de 26 años, tasa que ronda el 40 por ciento de ese sector en los barrios marginales.
En un esbozo de la situación, Jean Claude Mailly, secretario de una de las centrales sindicales, precisó que se pasó de un conflicto clásico a una crisis profunda.
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