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Lazos Rotos

Legalización del Partido Comunista P.C.E. en Icod de los Vinos (1936).

Memoria histórica / Icod Republicano.- El día 14 de Abril de 1931, se proclamó La República en España. Los efectos del cambio de régimen en España se hicieron sentir en Canarias y naturalmente en la juventud, Se había pasado en poco tiempo de una Monarquía absolutista a una República burguesa y liberal. Aún reconociendo que el cambio no era de fondo, sino de forma, pues quedaron intactas todas las estructuras del régimen anterior, sin duda se produjo un cambio político, que afectó, aunque de manera diferente, a todas las clases sociales. Los pilares que sostenían a la monarquía no fueron modificados, el ejército de tierra, mar y aire, con todos sus mandos, exceptuando al Ministerio de la Guerra, quedaron en sus puestos; las oligarquías financieras, dueñas de los grandes consorcios industriales, comerciales y bancarios, siguieron intactos, los grandes latifundios territoriales, continuaron en manos de los grandes terratenientes, la magistratura y toda la estructura judicial, quedó sin modificación. Todo estos instrumentos de poder en manos de los enemigos de La República fueron las bases del alzamientos fascista del día 18 de Julio del año 1936.

Pero en el orden político los cambios producidos, se hicieron sentir. En el año 1931, después del 14 de Abril, se instaló una Asamblea Constituyente, la cual promulgó una nueva Constitución. Se legalizaron varios partidos políticos con filosofía republicana, la Confederación Nacional de Trabajadores C.N.T.; la Unión General de Trabajadores U.G.T. fueron las dos centrales sindicales más fuertes de España. La primera de orientación anarquista y la segunda de orientación socialista.


Republicanos icodenses - 1936

En Icod de los Vinos en el período comprendido entre 1931 - 1933, la juventud había tomado conciencia del importante papel que tenía asignado como fuerza impulsora del nuevo regímen republicano. Un reducido grupo de jóvenes crearon un "Círculo de Estudios", tenía participación de obreros, campesinos y estudiantes. En principio, este grupo de estudios fue integrado por: Federico García Torres, Luciano y Emeterio Gutíerrez, Manolo y Marcos García, Manuel y José González, Alberto Aguiar y Tinguaro, un estudiante nacido en La Guancha y domiciliado en Icod.

Se reunían, leían, comentaban y analizaban entre otros, el proceso de la revolución francesa en la decada de 1789-1799, compraron: "Los Miserables", "El Hombre que ríe", "Historia de un Crimen" de Víctor Hugo, "El Contrato Social" de Russeau... La historia y la experiencia de la revolución francesa les sirvió de inspiración y modelo, aunque con algunas variantes.

El proceso republicano se iba realizando a pesar de la fuerte oposición de los enemigos declarados y encubiertos. Hubo un nuevo proceso electoral en los primeros meses del año 1934. Ganó la derecha reaccionaria, Confederación Española de Derechos Autónomos y a la cabeza, el tristemente célebre, Gil Robles que llevo a Asturias para aplastar a los mineros, a los más selectos asesinos: a la Legión Extranjera, con un saldo de 50.000 muertos.

Mientras en Icod se había logrado la formación y legalización del Sindicato de Oficios Varios y la formación de destacamentos de luchas callejeras, la derecha perfectamente definida y afiliada al Partido Acción Popular Agraria, no logró hacer un mítin, ni en su propio local, ni fuera de él, ni antes de las elecciones, ni después de estar en poder del gobierno. El gobierno no abría nuevas fuentes de trabajo, la patronal haciéndole una dura oposición a todas las peticiones de los obreros y cerrando fábricas, en Madrid el Sindicato de la Construcción llevaba meses de huelga, todo esto unido a los sucesos de Castiblanco, de Vegas de Matute y de Casas viejas, de Yeste y la quema de los conventos (era un secreto a voces que los autores eran las mismas derechas); todos estos factores iban profundizando una crisis, en medio de esta situación, la crisis en Icod, llegó a los más profundo, un kilo de plátanos al público costaba 5 céntimos, los trabajadores de las plataneras y las "pinilleras" [1] cobraban, muchas veces con piñas de plátanos verdes, los tomates se botaban a los barrancos, porque no se podían exportar y solo se exportaban los plátanos de buena calidad, en los talleres se trabajaba dos o tres días a la semana. Con esta crisis, creada artificialmente por los enemigos de la República se llegó a las elecciones de 1936. Estas elecciones marcarían una nueva etapa para España y Canarias. Se constituyó el Frente Popular, formado por cuatro partidos políticos: Partido Socialista, Partido Comunista, Unión Republicana y Acción Republicana. Esta coalición llevó de nuevo al poder a las izquierdas. Salieron a las calles cientos de miles de obreros que permanecían en las carceles desde 1934 como consecuencia de la Revolución de Asturias y Barcelona, mediante una amnistía general, y se inició una amplia Reforma Agraria.

Este aplastante triunfo se hizo sentir en Icod, donde la lucha fué dura, el día antes de las elecciones hubo que ocultarse de la guardia civil, no obstante, al candidato a la alcaldía de Icod, Marcos Martell, lo encontraron y le arrastraron escaleras abajo por los cabellos, sin embargo, destacamentos callejeros, hicieron barreras y rompieron urnas electorales, rompieron las listas, después de comprobar que los nombres que figuraban en ellas, eran la mayoría de derechas. Se tuvo que repetir, en esos colegios electorales, una semana despues las elecciones, cuando ya era conocido el triunfo del Frente popular y debido a esto, la derecha se escondió. Hasta el 16 de Febrero de 1936, el Partido Comunista, no se había legalizado en Icod, aunque existía un numeroso grupo de jóvenes comprometidos. Fué en Marzo de 1936, cuando alrededor de unos treinta jóvenes, y unas cinco o seis personas mayores, se reunen y deciden legalizarlo, cinco de los compañeros se trasladan a Santa Cruz y contactan con los máximos dirigentes, quedan en convocar una amplia reunión celebrada en Icod junto a dos o tres miembros del Comité Provincial del Partido Comunista de donde saldrá elegida la dirección local.

Al llegar a Icod, en una reunión se informó de todo lo acordado y se sometió a discusión el alquiler de un local que sirviera de sede. Los fundadores del Partido Comunista en Icod fueron: como secretario cultural el maestro de escuela Federico García Torres, más tarde asesinado en el frente, por falangistas durante la guerra civil, también estaban en el partido, unos en la dirección y otros no: un grupo formado por cuatro jóvenes, José Balboa, Arturo Martell y Marcos García, y uno de mayor edad: Julio Ravelo, detenidos durante la guerra civil y llevados a los salones de Fyffes, algunos posteriormente trasladados al Marruecos español, donde en una acción por sorpresa, redujeron la guardia que los custodiaba, tomaron las armas y se pasaron al Marruecos francés: Aureliano, Emeterio, Ismael, Pepe A., Juanito Corujo y Pablo Rizo; allí permanecieron hasta que el Octavo Ejécito Británico, durante la segunda guerra mundial, desembarcó y tomó casi todo el norte de Africa; estos luchadores por la libertad se incorporaron al Octavo Ejército Británico para luchar contra el fascismo. Cuando terminó la segunda guerra mundial, se supo con detalle del destino de estos luchadores, menos el de uno, dos fueron devueltos a la España fascista, condenados a muerte bajo la acusación de rebelión militar e internados por varios años en el "Fuerte del Acho" en Ceuta; Ismael Baute, un pescador de la playa de San Marcos de Icod, al cual cariñosamente, en la prisión de Fyffes, antes de ser llevado al Marruecos Español, llamaban "El Intelectual", porque se había incorporado a un grupo de estudios siendo analfabeto y andaba con la cartilla en la mano por todas partes, este gran luchador, incorporado al Octavo Ejército Británico, desembarcó en la isla de Sicilia, cruzó el estrecho de Calabria y tomó parte en la batalla de Monte Casino, que fué tomado por el Octavo Ejército, del cual solo quedaron cuarenta hombres, entre ellos Ismael Baute, que al igual que los demás supervivientes, fué condecorado con la más alta condecoración británica: La Medalla del Valor. Mucho tiempo después llegaron noticias de Francia de que el camarada de más edad, había muerto allí, Julio Ravelo ("Julio Tocino"), quedó siempre la duda sobre el 5º camarada desaparecido, Emeterio Gutíerrez ("Emeterio El Molinero"), pero no cabe duda, de que estos valiosos camaradas, jugaron en la lucha contra el fascismo el rol que les correspondía y que ellos son una parte importante de ese grupo combativo que se forjó en las calles de Icod de los Vinos a partir del año 1931.

Los militantes comunistas de Icod eran Antonio Buenafuente, José Balboa, Alberto Aguiar, Ismael Baute, Agustín de Leon Vargas, Salvador Cruz Díaz (conocido como el de Anita), Julio Macarrón del Val, Domingo González Hernández ("el de las Cañas"), Domingo García García ("el de Celestino"), Laureano Gutíerrez Gutíerrez, Emeterio Gutíerrez Gutíerrez ("El molinero"), Marcos García Seijas, Manuel González González, José González González ( Pepe Arito), Eugenio Hernández Hernández, Eufemio Hernández Martín, Francisco Hernández Acosta, Domingo Perera Fernández (conocido como "Corcuela"), Esteban Paz Abreu, Juan Martín, Julio Ravelo Alonso (Julio Tocino), Mateo Pérez, Salvador Padilla y Aureliano Yanes de León (barbero y responsable de propaganda).

Entre los dirigentes destacaban, Asensio de Armas Trujillo (empleado y secretario de Radio Comunista), Arturo Martell (carpintero y vicesecretario general de Radio Comunista), Federico García Torres (maestro y secretario de organización cultural, ideólogo y el más preparado del grupo) y por último José Luis Nuñez (cartero y secretario general de Radio Comunista), este era un hombre de acción que organizó el grupo de Autodefensa, conocido popularmente como La Machucha. La Machucha participaba en enfrentamientos constantes, boicoteando mítines de la derecha.

[1] Estas campesinas, que vivían en las cercanías de los montes, se levantaban de madrugada dejando a sus hijos en la cama para ir al monte a recoger pinillo seco ( hojita finita de nuestros pinos), que parece que no pesa nada, pero que recogida con las manos doloridas y encallecidas se formaban haces voluminosos que pesaban 80, 90 y hasta 100 Kg, para ser transportados sobre sus cabezas, hasta la pesa del comprador, por el cual percibían la mísera suma de 0,75 o una peseta por Kg, después de haberla cargado varios kilómetros descalzas y algunas mujeres embarazadas.

Fuente:

  • Raices Guanches. Marcos García Seijas (Benicode)

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