Carta a un niño negro.
Partidarios de la Libertad de Comunicación / Loquesomos (LQS).- Querido niño negro: apenas contabas ocho años cuando te obligaron a jugar al macabro juego de la guerra convirtiéndote en soldado. No te pidieron tus señas de identidad ni ningún documento que acreditara tu edad, si acaso te pidieron el nombre y poco más. A cambio de un jergón y de un mendrugo diario, te enseñaron el funcionamiento de fusiles, machetes y pistolas; te enseñaron a tirar granadas, a hacer explotar bombas y a sembrar la muerte por los campos en los que antes sembrabas mijo, arroz y patatas. No importaba que fueran tus hermanos, tus amigos de otros juegos, tus padres, tus tios o tus abuelos: sólo importaba que supieras discriminar entre matar y no matar para que mataras con seguridad.
Creciste empuñando las armas y recogiendo cosechas de aniquilación fraticida, sirviendo a los ambiciosos de ambos bandos; y, mientras crecías en edad y cuerpo, disminuías en humanidad y vida. ¡Eras tan niño! Y, aunque únicamente han pasado unos años, ¡eres ya tan viejo!.
Ahora te pudres en una cárcel inmunda, probablemente huérfano de padre y madre, sin familia, sin más amigos que aquellas armas que te quitaron antes de encerrarte, porque te han encerrado, mi pobre niño negro, y has sido juzgado por crímenes de guerra. Ahora sí que te han pedido los papeles para ver si eras menor y te evitabas el ser ejecutado, papeles que nunca has tenido, que no tienes y que no has podido mostrar; y, aunque no tengas aún ni quince años, has sido condenado a muerte: serás ejecutado, sino te mueres antes de una diarrea, de inanición o de una fiebre ¡Ya ves, pobre niño negro, lo que son las cosas: lo que empezó para ti siendo un juego que te obligaron a aprender y a dominar, se convirtió en un genocidio del que eres culpable según la ley, según esa arbitraria ley del hombre vencedor; según la ley que, tal vez, promulgó el mismo hombre que te reclutó; y ahora, por esas cosas de burla macabra de la ley, eres un criminal. Sigues siendo un pobre niño negro, pero ¡es tan vieja tu mirada!...
Puede ser que algún organismo internacional, que algún periodista comprometido, que alguna alma sensible eleven sus voces por ti Aunque, ya te lo digo, ¡pobre niño negro!, lo más probable es que no sirva de nada. De modo que, casi con toda probabilidad serás ejecutado. Después de todo, ¿a quién le importas? ¡Matan y mueren tantos pobres niños, tantos viejos niños, cada día en África! Si tienes suerte, acabará contigo el primer disparo y te irás sin dolor por el impacto, llevándote contigo todo el dolor de tu infancia perdida y de la muerte creada por ti y en torno a ti... Verterán tu cuerpo, probablemente, en una fosa junto a otros muchos cuerpos sin identidad ni historia sabida, sin edad declarada Y en esa fosa anónima, la tierra te dará, al morir, la paz que nunca tuviste en vida.
Y nadie llorará por ti, ni te mandará flores.
LQS Hannah. Mayo 2006
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romina -