Blogia
Lazos Rotos

Nueva reforma laboral. Gobierno, patronal y burocracia sindical todos contentos.

Manuel de la Rosa Hernández / Artículos de opinión.- El martes 9 de mayo se escenificará el acuerdo al que han llegado los “agentes sociales”, patronal y ciertas cúpulas sindicales, y el Gobierno. Este acuerdo lo quieren presentar como un avance para los trabajadores, pero detrás de los discursos laudatorios hacia esta reforma podemos encontrar propuestas de retrocesos en derechos, que andaba buscando la patronal desde hacia años (abaratar el despido para las nuevas contrataciones, reducciones de las obligaciones empresariales en las cotizaciones por desempleo, diversos incentivos a la patronal para la contratación, revalorizar el papel de las ETTs,...)

El Gobierno pretende crear entre 500.000 y un millón de empleos en un plazo de dos años por la vía de terminar con muchas contrataciones eventuales que se encadenan en el tiempo en muchos casos.

Esta negociación lleva más de un año realizándose entre bastidores y es ahora casi en la víspera de su firma cuando se reconocen abiertamente sus contenidos. El Gobierno vincula este acuerdo a su propia política en este terreno, así el secretario de Estado de Economía declaraba estar “bastante satisfecho” por la consecución del acuerdo para la reforma del mercado laboral. Los sindicatos cierran filas en este acuerdo que según CCOO es “fruto del consenso”.

Esta reformas en el empleo se concretan en:

- Un abaratamiento generalizado del despido, al extender el contrato indefinido de despido barato (de 33 días por 24 mensualidades, en lugar de los 45 días por 42 mensualidades del ordinario) a todos los contratos temporales que se conviertan en indefinidos.

- Una nueva rebaja multimillonaria de cotizaciones sociales a la patronal y que luego sirven para financiar las pensiones, el desempleo, el Fondo de Garantía Salarial en caso de insolvencia empresarial. Se ampliarán de dos a cuatro años las bonificaciones al contrato de fomento de empleo, se les rebajarán en un 17% la cotización al desempleo y en un 50% las aportaciones al Fondo de Garantía Salarial.

- Seguirá la contratación temporal abusiva puesto que para forzar a los empresarios a que un contrato eventual se convierta en indefinido hará falta demostrar haber trabajado dos años en el mismo puesto durante un período de tres (no en la misma empresa o en una subcontrata.). Hoy la mitad de los contratos temporales son en fraude de ley.

Estos “agentes” y su gobierno nos preparan tres reformas, la señalada sobre el empleo, otra relativa a las pensiones y una tercera relativa a la negociación colectiva. ¡Échense a temblar! La reforma de las pensiones sigue la línea de retroceso de los últimos años: nos quitarán los meses cotizados de pagas extras para calcular las pensiones, disminuirá también el porcentaje a cobrar según los años trabajados, se endurecerán las condiciones para obtener jubilaciones anticipadas, se cuestionarán y rebajarán las pensiones de viudedad, etc. No podemos esperar nada bueno de los que vienen colaborando con el gobierno y la patronal en los últimos meses en acuerdos nocivos para los trabajadores como hemos visto en el caso de SEAT y tantos otros.

Siempre es la misma tónica. Especialmente claudicante es la posición de la cúpula de CCOO, recordemos la huelga de sanidad, de la Universidad de la Laguna (aquí los trabajadores revocaron a la Junta de Personal), los acuerdos salariales en muchos sectores tirando a la baja y renunciando a derechos y a reivindicaciones,...

La historia sindical de treinta años de sindicalismo después de la Dictadura está lleno de traiciones, entreguismo, retrocesos. Los acuerdos que se han venido haciendo han ido permitiendo por activa o pasiva que los empresarios hayan tomado la iniciativa. Los pactos sociales han sido decisivos en ese proceso y se firmaban en nombre del progreso, de la creación del empleo, de las libertades.; cualquier excusa le era buena a la burocracia sindical para justificar esos vergonzosos acuerdos.

La configuración sindical del Estado español en donde proliferan una cantidad enorme de realidades sindicales atomizadas ha sido fruto de esta trayectoria nefasta de las direcciones que han estado al frente de CCOO y UGT en los últimos treinta años. Coordinar en acciones puntuales y en acuerdos a medio y largo plazo todo el sindicalismo no pactista es fundamental para luchar por el empleo, el salario, los derechos laborales en general. Otro sindicalismo es posible. Ahora en la lucha contra una nueva reforma laboral va a ser necesario.

Manuel de la Rosa Hernández

0 comentarios