Ambrosio Jiménez cambia un cono volcánico de sitio.

Foros ciudadanos / Foro Ciudadano Contra la Incineración de Residuos.- En la relativamente corta historia geológica del Archipiélago Canario hemos asistido, incluso en los últimos siglos, a episodios verdaderamente impresionantes. Así, fenómenos como la erupción de Timanfaya o el volcán de Garachico y sus graves consecuencias, han despertado la atención, cuando no el miedo entre la población isleña.

No hemos vivido, y esperemos que no vivamos nunca, esos fenómenos de desplazamiento ingente de materiales, como los que se dice que originaron los valles de Güímar, La Orotava o El Golfo, en El Hierro, o el que anuncian algunos locos por ahí en Cumbre Vieja, en La Palma, que podría originar una ola gigante que arrase con Nueva York. Acojonante

Otro fenómeno, no tan 'natural', pero muy frecuente en este 'Archipiélago Atlántico', como nos quieren denominar ahora porque dice Manuel Medina que este pueblo no tiene identidad, ni cultura propia, ni nada de nada y lo único que nos mueven son las subvenciones a la lejanía (ya vemos que no sólo es un hipócrita sino todo un patriota); es el que tiene que ver con el desmantelamiento de conos volcánicos para obtener materiales para la construcción, generalmente. Eran procesos más o menos lentos, en los que estas estructuras volcánicas iban asociadas a una machacadora y a una bloquera. Ejemplos de estos hay muchísimos en Tenerife que aún hoy en día continúan con este desmantelamiento progresivo de conos volcánicos. Incluso, en algunos casos como en la Montaña de Taco se han reactivado estas actividades de desmantelamiento aprovechando las excusas más peregrinas, de lo que un día de estos les contaremos algo si la Justicia nos deja.

Pero lo que está haciendo Ambrosio Jiménez con Montaña Pacho, donde piensa construir unos centros comerciales, una pista de patinaje y no se sabe cuántas cosas más, es algo que nunca antes habían presenciado nuestros ojos. Y es que el tío está cambiando de sitio literalmente ese cono volcánico, trasladándolo unos seis o siete kilómetros más al Sur, a la zona de Llano del Moro, junto a la Montaña Talavera, donde un colega suyo tiene la bloquera.

En pocos meses el constructor de origen grancanario, con la bendición divina gracias a sus magníficas relaciones con nuestro Obispo, se ha cepillado Montaña Pacho y se la ha llevado y se la está llevando, en miles de camiones, a Llano del Moro. Y ojito con eso -que sabemos cómo se las gasta don Ambrosio-, nosotros no decimos, ni ponemos en duda que el constructor esté infringiendo normativa alguna. Además, cuenta con la bendición también del Ayuntamiento de La Laguna en peso, dado que hasta Javier Abreu -el hombre que tiene aterrorizada a Ana Oramas- está conforme, que ya es decir. Se trata, simple y llanamente, de dejar constancia de un hecho histórico, sin precedentes en la historia geológica de este Archipiélago -y probablemente único en el mundo-, consistente en cambiar de sitio nada menos que un cono volcánico.

Por cierto, para qué querrá comprar Ambrosio Jiménez el Parlamento de Canarias. ¿Será que sus señorías -los okupas- no están ya lo suficientemente entregadas a la cultura del piche y del cemento? Y otra cosita, para fabricar toda esa nieve o hielo -y mantenerlo en un clima como el nuestro- para esas pistas de patinaje que quiere hacer este hombre en el solar que le quede, después de desmantelar Montaña Pacho, ¿se habrán planteado de dónde van a sacar la electicidad para una cosa como esa o es que van a terminar de envenenar definitivamente a los vecinos de Candelaria?

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