Más de 600.000 estudiantes paralizan a Chile.
Medios alternativos / IAR Noticias.- Más de 600.000 estudiantes secundarios de todo el país, respaldados por universitarios, políticos y la ciudadanía, paralizaron clases el martes para exigir reformas al sistema educacional, que tildan de clasista, planteando la peor crisis que ha enfrentado la presidenta Michelle Bachelet.
Dirigentes estudiantiles convocaron a manifestaciones al interior de sus escuelas, pero miles de escolares salieron a las calles en el centro de la ciudad y en varias comunas, protagonizando escaramuzas con la policía. Al menos tres policías y seis civiles resultaron heridos y unos 380 escolares fueron detenidos, según cifras oficiales.
Los jóvenes empezaron sus protestas callejeras hace un mes y al no poder controlar a encapuchados que se infiltraban, se replegaron a sus escuelas, las ocuparon o paralizaron las actividades.
Los escolares piden gratuidad de los pases en el transporte público y de una prueba de selección universitaria, más raciones alimenticias, cambios a la jornada escolar completa y reformas a la ley que rige la educación.
El gobierno advirtió que no conversaría bajo presión, pero la extensión del conflicto lo obligó a dialogar
Bachelet dijo el lunes: "Que nadie se equivoque, esta Presidenta se la va a jugar por la educación".
Tras un fracasado encuentro en la víspera, el ministro de Educación, Martín Zilic, se reunió el martes con los dirigentes estudiantiles y ofreció la gratuidad de la prueba de selección universitaria para los más pobres. Se desconocen otros detalles, pero los estudiantes dijeron que habrá nuevas reuniones y que su movimiento no será levantado por ahora.
Zilic dijo que el diálogo seguirá el miércoles y que está optimistas de que habrá un acuerdo.
Varios colegios particulares paralizaron el martes, incluida la escuela donde estudia la hija menor de Bachelet, Sofía. El apoyo a los estudiantes cruza todos los sectores.
La mayor demanda estudiantil es la reforma de la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE), firmada por el ex dictador Augusto Pinochet a un día de dejar el poder en 1990. Esa ley entregó la responsabilidad de la educación a las municipalidades, algunas muy ricas, otras medianas, muchas muy pobres. Hasta entonces, las escuelas Chile estaban a cargo del estado.
La ley estableció la libertad de empresa en la enseñanza por sobre el derecho a la educación, según expertos. Los empresarios crean escuelas, cobran a los padres y también reciben una subvención estatal por cada estudiante.
Esa subvención es de 30.000 pesos, unos 57 dólares, por estudiante, mientras la inversión de los padres supera los 200.000 pesos, unos 380 dólares, por alumno, según el ex ministro de Educación José Joaquín Brunner.
El dirigente estudiantil Javier Romero dijo que los estudiantes quieren que "el estado sea el único garante y administrador de la educación pública. Sólo así se dará una mayor igualdad".
El oficialismo intentó modificar la LOCE en 1992, pero lo impidió la oposición derechista, que tras ver la magnitud del actual conflicto, accedió a analizar el problema.
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