22 de julio de 2006. II Aniversario de 'Asamblea por Tenerife'.
Foros ciudadanos / Foro Ciudadano Contra la Incineración de Residuos.- El 28 de junio de 2004 ocurría en Tenerife un hecho sin precedentes en democracia que se precie alguna. Un grupo de especuladores enviaron cartas a más de 60.000 empresarios decentes de la isla de Tenerife para convocarlos a lo que dieron en llamar 'Foro para el Progreso y Futuro de Tenerife'. La visión que los convocantes, los especuladores del pelotazo de Las Teresitas y dos o tres piratas más, tenían de la isla de Tenerife se reflejaba en un mapa que repartieron a los asistentes, donde aparecían sus tres prioridades: puerto de Granadilla, segunda pista del aeropuerto del Sur y anillo insular.
Esa convocatoria, que no tendría porqué haber ido más allá de una simple apuesta de media docena de yonkis del cemento y del piche por una sustancial mejora de sus cuentas de resultado, a costa del dinero público y de nuestro territorio, como siempre, se convirtió en algo más desde el momento en que el salón de Recinto Ferial, en el que caben 300 personas, se llenó de políticos de los tres partidos trillizos que nos gobiernan (PePe, PSOE y CoCa) para asumir, de forma mezquina, como prioridades para Tenerife lo que no son más que intereses indecentes de especuladores que han comprado a 100 y quieren vender a 30.000.
En pocas horas centenares de personas se organizaron y se concentraron a las puertas del Recinto Ferial para gritar contra aquella perversión democrática, donde nuestra clase política escenificaba públicamente una sumisión a los intereses de media docena de piratas que, por otra parte, es conocida por todo el mundo desde hace demasiado tiempo ya, a estas alturas de la llegada de una Democracia que se muestra literalmente secuestrada por media docena de golfos.
Y es posible que aquel acto, indigno, fuese la gota que colmaba el vaso de una situación a la que esta sociedad venía haciendo frente desde hacía algunos años en diferentes luchas vecinales contra el Crimen de Granadilla, contra los grandes pelotazos urbanísticos del Área Metropolitana, contra industrias contaminantes en Riquel o en Arico, etc. Y de esta manera, menos de un mes después, 300 personas constituyeron el 22 de julio en el salón de actos de La Laboral, en La Laguna, lo que se daría en llamar 'Asamblea por Tenerife', movimiento ciudadano que durante estos dos últimos años se ha encargado de aglutinar a un conjunto importante de luchas sociales que, en general, tienen como denominador común el que muchos ciudadanos, en diferentes batallas, han dicho 'Ya Está Bien' a una serie de actuaciones políticas en las que se detecta claramente cómo se ha discriminado el interés general de todos los ciudadanos a favor de los intereses espúreos de media docena de especuladores. Que además, en el caso de Tenerife, siempre son los mismos, generalmente los que financias después las campañas electorales.
Pocos días después, el lunes 27 de julio, unos 500 vecinos de San Marcos, en Icod de los Vinos, tuvieron que defender el derecho fundamental de manifestación en protesta por el crimen ambiental de El Riquel, dado que los piratas de siempre habían puesto nada menos que una cadena a una puerta para impedir que se llevase a cabo una marcha vecinal perfectamente legal. La Guardia Civil, allí presente, fue incapaz de tomar las medidas oportunas para garantizar el ejercicio de un derecho de esta naturaleza dado que, desde la Subdelegación del Gobierno, los responsables del PSOE no parecían interesados tampoco en que los vecinos pusieran en evidencia el desastre ambiental que en esa zona se le está consintiendo a diferentes empresas. Pero los vecinos de San Marcos no sólo no se achicaron ante aquella agresión intolerable a un derecho constitucional sino que rompieron la puerta y, pacíficamente, recorrieron aquel desastre para vergüenza de toda la clase política responsable de poner coto a todos estos piratas pero que, sin embargo, actúan las más de las veces como sus auténticos cómplices.
Como los vecinos de San Marcos otros han tenido que tomar medidas drásticas simplemente para exigir ¡el cumplimiento de la Ley!, a lo que se supone se dedican nuestros políticos y por lo que les pagamos. Ese es el caso de los vecinos de Valleseco que tuvieron que ponerse frente a las palas para parar una marina deportiva privada ilegal que no sólo ponía en riesgo su secular lucha en defensa de su playa, sino que comprometía la operatividad de una de las dársenas más importantes del puerto de Santa Cruz que, como todo el mundo sabe, media docena de golfos se lo quieren cargar para justificar el Crimen de Granadilla. También a la costa de Granadilla acudieron unas setenta personas que, jugándose literalmente la vida, se plantaron delante de unos camiones que movían escombros ilegalmente en la zona donde se pretende llevar a cabo el crimen ambiental más injustificable y más impactante de la Unión Europea, un puerto industrial que comprometerá la regeneración natural de las mejores playas naturales de Tenerife, destruyendo el Lugar de Importancia Comunitaria de 'Sebadales del Sur', entre otras barbaridades.
Y, como éstos, nos encontramos también a colectivos sociales que le han plantado cara a las extracciones ilegales de áridos en el Valle de Güímar, a la proliferación indiscriminada de jaulas marinas que amenazan nuestros ecosistemas para que los mismos de siempre se ahorren el sobrecoste de instalarlas en tierra, al desastre que para nuestro suelo agrario representaría la Vía Exterior, contra los vertidos ilegales de aguas residuales al mar o contra la indecente política del derribo de determinados poblados marineros mientras grandes hoteles, piscinas privadas o grandes urbanizaciones ocupan el dominio marítimo terrestre con total impunidad.
Planes generales que prevén duplicar, triplicar o cuadruplicar la población de muchos municipios de la isla, tercera pista de aeropuerto para Tenerife, circuito homologado para Fórmula I en Granadilla o disparates de esta naturaleza, han obligado a una parte importante de la sociedad de Tenerife a echarse a la calle al grito de 'Ya está bien', sobre todo debido a la ausencia absoluta de oposición política alguna en nuestras instituciones salvo honrosas excepciones. Acaso todo esto comenzó allá por el años 2002 cuando más de 100.000 personas tuvieron que echarse a la calle para paralizar un tendido de alta tensión por cinco espacios naturales del Sur de Tenerife, proyecto para el que nuestros políticos y Unelco -que es lo mismo- defendían que no había alternativas y que el tiempo se ha encargado de demostrar de que había unas doscientas, entre otras el control del crecimiento, el ahorro energético y la implementación sustancial de energías renovables en el lugar de la Unión Europea más propicio para este tipo de políticas. Pero para nosotros no cabe la menor duda de que, pese a todas estos disparates ambientales y sociales que se nos quieren presentar como únicas alternativas de futuro, no han sido este tipo de conflictos, habituales por otro lado en otras islas, lo que ha movilizado a decenas de miles de personas en nuestras calles. Ha sido el intento ruin y fascistoide, de determinados medios de comunicación, especuladores y políticos vendidos a estos intereses; de criminalizar a los ciudadanos que muestran su discrepancia lo que ha creado el caldo de cultivo propicio para que la gente de bien, que es mucha, haya aparcado posibles diferencias en defensa del sagrado derecho a Discrepar y se haya enfrentado a estos disparates desde la Dignidad y la Democracia participativa.
El buque insignia de esta inmoral campaña de insultos y descalificaciones de todo tipo, en un ataque sin precedentes al sagrado derecho a Disentir -sin tirar una sola piedra a nadie- ha sido, sin duda, la línea editorial del periódico más influyente de la isla de Tenerife, 'El Día', que nos ha acusado casi todas las semanas desde hace años -creemos que todos las semanas- nada menos que del 'oro amarillo', refiriéndose a que desde Gran Canaria -isla hermana a la que estos chiflados quieren cambiarle hasta el nombre- nos pagan para destruir a Tenerife. Hasta ese punto llega la poca vergüenza de estos golfos. Pero no ha sido sólo 'El Día', también 'Diario de Avisos', 'Radio Club Tenerife' u otros supuestos periodistas que, históricamente, han utilizado su oficio para chantajear a las instituciones públicas, a fin de que les contraten publicidad y demás, los que se han lanzado a esta campaña impresionante de descrédito hacia los distintos colectivos sociales insultándonos de todas la maneras habidas y por haber.
Pero es más, individuos como Suárez Trenor, personaje de ATI al que el único mérito que se le conoce es el de haber sido una especie de 'cobrador del frac' para la agrupación política que le ha colocado como presidente de la Autoridad Portuaria, puesto desde donde ha utilizado toda su 'capacidad' política para cargarse el puerto de Santa Cruz; pues un elemento como éste nos ha llegado a calificar como 'terroristas sociales' lo que, evidentemente, ha dado lugar a grandes titulares en 'El Día', como cualquier obscenidad o insulto a la inteligencia de individuos como éstos mientras, por otro lado, se ejerce la mayor de la censuras hacia todo el que defiende otro modelo de desarrollo para esta tierra, más basado en priorizar la atención a las necesidades básicas de los ciudadanos.
Por eso la lucha, el esfuerzo y el compromiso de todos contra estas situaciones antidemocráticas y criminales, que pretenden fracturar en dos a esta sociedad para defender los intereses de media docena de sinvergüenzas, es hoy en día más necesaria que nunca y más hoy en día donde algunos compañeros de lucha están siendo represaliados, incluso, con la amenaza inmoral a sus puestos de trabajo -de donde llevan el pan para sus casas- simplemente por escribir o criticar determinadas actuaciones de las administraciones públicas. Todo un escándalo que requiere, más que nunca, que todos aparquemos por un momento nuestras respectivas luchas para plantarnos frente a estos degenerados que son capaces de llegar a estos extremos más propios de las etapas más oscuras del Franquismo.
Y por eso, y por muchas cosas más, el próximo 22 de julio es importante que nos volvamos a ver las caras una vez más en La Laboral, para celebrar juntos una lucha que ha sido considerada, incluso desde organismos de la propia Unión Europea, como ejemplar y sin precedentes. Un logro que ha sido posible gracias a el esfuerzo de centenares de mujeres y hombres que, a cambio de nada, han dedicado parte de su tiempo a defender el interés de la mayoría frente a los piratas que han desembarcado de nuevo en Canarias para proceder a un expolio sin precedentes a nuestro territorio, a nuestra cultura y contra los valores más dignos que, históricamente, han caracterizado a la idiosincrasia de este pueblo.
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