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Lazos Rotos

Trokosis: una forma de explotación de las chicas en Ghana.

Derechos Humanos / Afrol News (Español).- Staff Writer. Cientos de invitados llegaron a Adidome (Ghana) para celebrar, junto con 128 mujeres, su liberación de los trabajos forzados a los que se habían visto obligadas a servir a sacerdotes locales. La organización no gubernamental International Needs Ghana (ING) les otorgó un título tras su paso por un centro vocacional dirigido por la ONG.

- Cambiar costumbres y prácticas que se han mantenido durante siglos no es fácil, decía Fiaga Togbe Kwao, jefe del Área Tradicional Mepe en su discurso durante la ceremonia de graduación. Se dirigía a la multitud congregada el pasado 10 de noviembre de 2001 para apoyar los esfuerzos para igualar el estatus de la mujer en la sociedad ghanesa.

Las mujeres que habían estado en el centro vocacional habían servido antes como trokosis, lo que literalmente se puede traducir como "esposas de dios" en el lenguaje ewe local. Según la práctica tradicional en la región del Volta, que se ha mantenido durante los últimos 300 años, si alguien comete un delito serio o una infracción social, los jefes tradicionales exigen que una chica joven de la familia sea enviada al santuario como forma de expiación. Ésta deberá servir al sacerdote durante tres o cuatro años, después de los cuales la familia puede volver a redimirla.

La práctica, sin embargo, ha conllevado generalmente explotación y abusos sexuales a las chicas. Una vez que una niña es entregada a un sacerdote, ella se convierte en propiedad de este último. Hay dos categorías de trokosis: las que pueden ser dejadas en libertad después de servir un número concreto de años (normalmente de tres a cinco años), y las que se ofrecen de por vida. Si una niña muere o si el sacerdote se cansa de ella, la familia de ésta debe reemplazarla. Cuando se cometen crímenes serios, las familias renuncian a generaciones de niñas en expiación perpetua.

Incluso aun cuando las niñas son dejadas en libertad, de acuerdo a la tradición, una niña trokosi queda de por vida casada con la deidad y puede que se le requiera prestar servicios en un santuario en cualquier momento después de su liberación. Muchas niñas trokosis no pueden casarse y quedan obligadas a vivir en el concubinato con el sacerdote u otros hombres por el resto de sus vidas. Cuando un sacerdote muere, sus niñas trokosis pasan a manos de su sucesor.

Dora Galley, que cuenta ahora con 22 años y ha sido una de las chicas que ha asistido al centro vocacional, permaneció siete años en un santuario. Explica que el sacerdote le obligó a trabajar en la granja del santuario desde la mañana hasta la noche sin recibir ningún tipo de pago ni alimento.

- Tenía que talar árboles y extirparlos en fragmentos para quemarlos hasta convertirlos en carbón y venderlo para conseguir algo de dinero para mantenerme y cuidar de mí misma, reconoce Galley. "A veces mis padres me enviaban algo de comida, pero eso era para el sacerdote. Fui obligada a tener sexo con el sacerdote como uno de los rituales del santuario, pero, afortunadamente, no llegué a quedarme embarazada".

Patience Akope, de 31 años, cuenta una historia similar. Estuvo retenida en el templo 21 años y tiene un hijo de 15. "El sacerdote no me permitió acudir a una clínica u hospital", explica. "Durante el embarazo, no podía mantenerme ni a mí misma" [...]

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