¿Atentado contra el artículo 19? El alcalde de Icod prohíbe grabar el pleno a las televisiones locales.
"Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión."
Artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos
Por unos instantes mis sentidos no daban crédito a lo que estaba presenciando. Esto que voy a contar ocurrió apenas un mes y pico después de que se conmemorara el 3 de mayo, Día Mundial de la Libertad de Prensa.
En aquel momento la mayor parte de los concejales que integran la corporación icodense había salido del salón de plenos. Se nos había concedido un receso para tomar algo antes de que comenzara la sesión ordinaria de junio de 2004, aparentemente descafeinada, debido quizás a la reciente celebración de las elecciones. Casi todos salieron, pero yo me encontraba un poco indispuesta y, para evitar males mayores, únicamente decidí tomar el aire en el balcón y volví a sentarme en mi escaño. En esto observé que Joaquín, uno de los cámaras de Dragovisión, estaba por fin montando sus herramientas para grabar el pleno como era costumbre, pues llevaba desde las seis dando vueltas en el vestíbulo, puesto que a los cámaras de otra televisión local el alcalde les había prohibido la grabación de la Junta de Accionistas de la empresa municipal ICODEMSA, pese a admitir que efectivamente era pública. Por eso pensé yo que él no se habría atrevido a intentarlo, porque no le dijeran lo mismo. Lo cierto es que en la Junta de Accionistas se dijeron cosas que probablemente al equipo de gobierno no le convenía que salieran a la calle, y menos por televisión. Mi compañero Francis González que, en mala hora para algunos, es componente del Consejo de Administración de la empresa, después de una larga exposición que duró más de una hora, dejó clara la incapacidad del gerente y censuró su gestión con bastantes argumentos, entre los que destaca el grave endeudamiento que sufre la empresa y el presunto cobro ilegal a los ciudadanos del mantenimiento de contadores, por lo que pidió que el gerente y concejal Bernardo Martín presentara su dimisión, solicitó llevar a cabo una auditoría de la empresa, que se cumpliera de una vez con los estatutos en cuanto a la frecuencia de las reuniones del Consejo de Administración, etc., etc., motivos estos difícilmente dulcificables a través de las imágenes televisivas.
El receso se prolongó unos veinte minutos, después de los cuales comenzaron a incorporarse progresivamente todos los concejales. Isabel había estado hablando por el móvil y ya estaba sentada, Francis González estaba de pie a mi lado y los demás iban llegando a cuentagotas. Jesús Rolo se acercó a Joaquín, medio de espaldas a nosotros, y le dijo, disimuladamente para que no lo notáramos, que no se podía grabar el pleno. Joaquín no comprendió y pidió explicaciones. Jesús Rolo parecía nervioso. Se puso de otro ángulo, pero sin darnos completamente la espalda, y le repitió a Joaquín que no se podía grabar el pleno. Yo, sin poder creer lo que estaba viendo, le tiré a Francis del pantalón y le dije: Jesús Rolo está prohibiendo a Dragovisión que graben el pleno, y luego se lo conté a Isabel, que tampoco se había percatado de lo que estaba ocurriendo. En esto entró Diego y se lo dije también a él, que me miró incrédulo, con el ceño fruncido y boquiabierto. Se acabaron de incorporar los concejales, el personal de administración, el alcalde y algunas personas del público, pero ya Joaquín se había marchado, corroborando lo que yo acababa de comentar a mis compañeros.
La sesión plenaria dio comienzo y, antes de dar paso al primer punto del orden del día, Diego pidió la palabra para aclarar una cuestión previa: ¿Cuál era la razón para que no se le permitiese a la televisión grabar el pleno como es habitual si es una sesión pública? El alcalde le contestó que le respondería a esa pregunta al final de la sesión. Nos quedamos un poco perplejos, pero la sesión siguió adelante con normalidad y sin grandes sobresaltos. Me daba la sensación, habituada como estoy a la censura del grupo gobernante, de que esto era un síntoma de que nos esperaba una gran sorpresa por conocer a lo largo de la noche y que la misma nos estaba reservada exclusivamente a los concejales de la oposición, pues, acabado el quinto punto del orden del día, la mayor parte de las personas que estaban presenciando el pleno, componentes de la Comunidad Parroquial del Barrio de la Mancha, salieron del salón de sesiones, ya que el punto quinto era el que les concernía más directamente, quedando en la sala como único espectador Pedro Pouzo, nuestro compañero de CC, que también iba a ser destinatario de la misma sorpresa.
En efecto, la esperada sorpresa llegó ¡y de qué manera! Aunque, conociendo lo poco que conocemos aún del talante del grupo de gobierno, ya nada de estas características debería sorprendernos.
Recuerdo que en aquel segundo pleno ordinario del 29 de julio de 2003, el alcalde, ante las intenciones de nuestro grupo político de traer mociones por urgencia, debido a la escasez de tiempo que se nos había dado para estudiar la información, contestó, quedando como un verdadero caballero, que el Partido Socialista había llegado al acuerdo de no llevar a pleno ningún tema por urgencia por respeto a la oposición, a pesar de que él mismo no estaba de acuerdo, pero se había acordado así por respeto máximo a las demás fuerzas políticas. Que en cuanto a la urgencia se refiere no se estaba actuando con respeto. Y por esa misma razón, nuestro grupo, en ningún caso que yo recuerde, ha vuelto a presentar mociones por urgencia. En cambio, el grupo de gobierno ha roto su propio acuerdo en numerosas ocasiones. Es más, yo creo que no se acuerdan del acuerdo. Imagino que ese respeto máximo a las demás fuerzas políticas ya ha dejado de existir, porque ya somos como de la familia, o bien se usa cuando es de conveniencia para el grupo gobernante. O también puede ser que el alcalde haya dejado de ser un verdadero caballero Desconozco totalmente el motivo.
Pues, como decía, fue por urgencia, de sopetón, que Ramón, el concejal de Hacienda, presentó como dación de cuentas la liquidación del presupuesto del 2003, que, según él, se cerraba con superávit de casi doscientos millones de las antiguas pesetas. Por más que Francis González insistía en que el tema era tan importante que no entendíamos por qué se traía por urgencia sin un tiempo razonable para estudiar el expediente, los miembros del grupo socialista, todos a una, alzaron la mano para votar a favor de la urgencia, y pasaron por encima de nuestra opinión como si una apisonadora nos dejara planchados en el asfalto derretido.
¿Cómo es posible que no pudiéramos conocer, ni siquiera unas horas antes, un expediente tan importante? No estamos hablando de un presupuesto de unos pocos euros, sino de decenas de millones. Estamos hablando del dinero de todos los icodenses y a la oposición, como representantes de la mitad de los icodenses y defensores de los intereses de todos los icodenses, no se nos permitió conocer la información ni siquiera unas horas antes. Sinceramente, fue una sorpresa bastante ingrata y un golpe muy bajo, bajísimo, rastrero...
Empezamos a entender y a comentar entre nosotros por qué no se permitió a la televisión grabar el pleno. Y cavilando esto estábamos cuando, para corroborar nuestras cavilaciones, también por urgencia, Ramón vuelve a la carga con su cara de no haber roto un plato, presentando un reconocimiento de obligaciones del ejercicio anterior por valor de 611.568,44 euros (¡casi ciento dos millones de pesetas!) para pagar a proveedores, que, aunque no nos lo dijeron en ese momento, en bloque irían a parar una sola empresa, la que todos imaginábamos, y otras pocas que se habían añadido a la lista para difuminar el bulto.
En esos momentos la televisión no estaba allí, para fortuna nuestra, porque, de haber estado presentes las cámaras, hubieran grabado la película de ciencia ficción más taquillera de la historia del cine. Pero lo más sorprendente de la ficción es que siempre está basada en la realidad, porque la realidad supera siempre a la ficción. Y esta vez la ficción había sido superada con diferencia por una realidad escandalosa, impresentable.
Por supuesto, por nuestra parte se pidió retirar el expediente, porque ésas no eran formas, porque eso no se hace. Y otra vez la oposición, y con ella toda la ciudadanía icodense, quedamos aplastados sobre el asfalto derretido, agonizando, echando humo bajo un calor infernal, quemándonos las entrañas por la impotencia.
Ramón se esforzaba en vano en explicarnos que la urgencia venía dada porque el expediente se había terminado a las tres y media de esa misma tarde. Pero aun así, en el siguiente punto, y ya sin ponerse colorado, él mismo presenta por urgencia otro reconocimiento de obligaciones para hacer frente a gastos de 2003. Extenuados, le preguntamos si por caridad nos podía decir las cantidades, y creo recordar que dijo algo así como seis mil y no sé cuántos euros. Total, una nadería, como si hubiéramos perdido el conocimiento y la capacidad de reacción, porque esta vez ni de la apisonadora nos enteramos.
A continuación, como de súbito, nos recuperamos como pudimos para desarrollar el apartado de ruegos y preguntas, y tengo que reconocer que es muy difícil recuperar las formas cuando se ha pasado por un desaire de esta envergadura. Si la sorpresa iba en función del cariño que se nos tiene, somos las personas más dichosas y más queridas de este mundo y parte del otro. Y felicitamos al señor alcalde y a su equipo por querernos de esa forma tan desmesurada, tan descabellada, que vamos, que no hacía falta tanto.
Los ruegos y el interrogatorio fueron bastante sarcásticos por nuestra parte. Yo, de vez en cuando, le daba algún codazo a Francis Rivero: No te olvides que hay que preguntar lo de Dragovisión. Que no me preocupara, que por supuesto que lo preguntarían. De hecho, ya lo había acordado con Diego y, finalizadas todas las preguntas, los dos a la vez quisieron saber por qué no se había permitido a los medios televisivos grabar el pleno. El alcalde, con cara disgustada, dijo: Un momento. Se levanta la sesión. Y a continuación su respuesta: Que a los vecinos no les gustan algunas cosas que nos decimos, que damos una imagen que no es correcta y que algunos de mis concejales se ponen nerviosos con la presencia de las cámaras.
Totalmente inaudito. La censura y la falta de respeto a la ciudadanía fue tal que ni siquiera permitió que quedara constancia en el acta de lo que allí había pasado. En definitiva, allí no había pasado absolutamente NADA Nada al respecto consta en acta y puede que nadie crea lo que estoy diciendo porque no tengo ningún documento que pruebe nada. Todo ha sido una ficción de mi mente imaginativa. En Icod no pasa nada. Todo es maravilloso. Podemos leerlo en la prensa diaria en las notas que envía Andrés Gutiérrez Duncanson, podemos leerlo en la revista Pelicar: Aguas de máxima calidad para el baño en las costas de Icod, Bandas de retención de velocidad, Icod en fiestas, superávit de 1.200.000 euros Todo realmente maravilloso, pero como ciudadana de Icod, que vivo el día a día de este pueblo, si me lo permiten, me reservaré el beneficio de la duda y la libertad de opinar lo contrario.
Mª Carmen Domínguez
Artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos
Por unos instantes mis sentidos no daban crédito a lo que estaba presenciando. Esto que voy a contar ocurrió apenas un mes y pico después de que se conmemorara el 3 de mayo, Día Mundial de la Libertad de Prensa.
En aquel momento la mayor parte de los concejales que integran la corporación icodense había salido del salón de plenos. Se nos había concedido un receso para tomar algo antes de que comenzara la sesión ordinaria de junio de 2004, aparentemente descafeinada, debido quizás a la reciente celebración de las elecciones. Casi todos salieron, pero yo me encontraba un poco indispuesta y, para evitar males mayores, únicamente decidí tomar el aire en el balcón y volví a sentarme en mi escaño. En esto observé que Joaquín, uno de los cámaras de Dragovisión, estaba por fin montando sus herramientas para grabar el pleno como era costumbre, pues llevaba desde las seis dando vueltas en el vestíbulo, puesto que a los cámaras de otra televisión local el alcalde les había prohibido la grabación de la Junta de Accionistas de la empresa municipal ICODEMSA, pese a admitir que efectivamente era pública. Por eso pensé yo que él no se habría atrevido a intentarlo, porque no le dijeran lo mismo. Lo cierto es que en la Junta de Accionistas se dijeron cosas que probablemente al equipo de gobierno no le convenía que salieran a la calle, y menos por televisión. Mi compañero Francis González que, en mala hora para algunos, es componente del Consejo de Administración de la empresa, después de una larga exposición que duró más de una hora, dejó clara la incapacidad del gerente y censuró su gestión con bastantes argumentos, entre los que destaca el grave endeudamiento que sufre la empresa y el presunto cobro ilegal a los ciudadanos del mantenimiento de contadores, por lo que pidió que el gerente y concejal Bernardo Martín presentara su dimisión, solicitó llevar a cabo una auditoría de la empresa, que se cumpliera de una vez con los estatutos en cuanto a la frecuencia de las reuniones del Consejo de Administración, etc., etc., motivos estos difícilmente dulcificables a través de las imágenes televisivas.
El receso se prolongó unos veinte minutos, después de los cuales comenzaron a incorporarse progresivamente todos los concejales. Isabel había estado hablando por el móvil y ya estaba sentada, Francis González estaba de pie a mi lado y los demás iban llegando a cuentagotas. Jesús Rolo se acercó a Joaquín, medio de espaldas a nosotros, y le dijo, disimuladamente para que no lo notáramos, que no se podía grabar el pleno. Joaquín no comprendió y pidió explicaciones. Jesús Rolo parecía nervioso. Se puso de otro ángulo, pero sin darnos completamente la espalda, y le repitió a Joaquín que no se podía grabar el pleno. Yo, sin poder creer lo que estaba viendo, le tiré a Francis del pantalón y le dije: Jesús Rolo está prohibiendo a Dragovisión que graben el pleno, y luego se lo conté a Isabel, que tampoco se había percatado de lo que estaba ocurriendo. En esto entró Diego y se lo dije también a él, que me miró incrédulo, con el ceño fruncido y boquiabierto. Se acabaron de incorporar los concejales, el personal de administración, el alcalde y algunas personas del público, pero ya Joaquín se había marchado, corroborando lo que yo acababa de comentar a mis compañeros.
La sesión plenaria dio comienzo y, antes de dar paso al primer punto del orden del día, Diego pidió la palabra para aclarar una cuestión previa: ¿Cuál era la razón para que no se le permitiese a la televisión grabar el pleno como es habitual si es una sesión pública? El alcalde le contestó que le respondería a esa pregunta al final de la sesión. Nos quedamos un poco perplejos, pero la sesión siguió adelante con normalidad y sin grandes sobresaltos. Me daba la sensación, habituada como estoy a la censura del grupo gobernante, de que esto era un síntoma de que nos esperaba una gran sorpresa por conocer a lo largo de la noche y que la misma nos estaba reservada exclusivamente a los concejales de la oposición, pues, acabado el quinto punto del orden del día, la mayor parte de las personas que estaban presenciando el pleno, componentes de la Comunidad Parroquial del Barrio de la Mancha, salieron del salón de sesiones, ya que el punto quinto era el que les concernía más directamente, quedando en la sala como único espectador Pedro Pouzo, nuestro compañero de CC, que también iba a ser destinatario de la misma sorpresa.
En efecto, la esperada sorpresa llegó ¡y de qué manera! Aunque, conociendo lo poco que conocemos aún del talante del grupo de gobierno, ya nada de estas características debería sorprendernos.
Recuerdo que en aquel segundo pleno ordinario del 29 de julio de 2003, el alcalde, ante las intenciones de nuestro grupo político de traer mociones por urgencia, debido a la escasez de tiempo que se nos había dado para estudiar la información, contestó, quedando como un verdadero caballero, que el Partido Socialista había llegado al acuerdo de no llevar a pleno ningún tema por urgencia por respeto a la oposición, a pesar de que él mismo no estaba de acuerdo, pero se había acordado así por respeto máximo a las demás fuerzas políticas. Que en cuanto a la urgencia se refiere no se estaba actuando con respeto. Y por esa misma razón, nuestro grupo, en ningún caso que yo recuerde, ha vuelto a presentar mociones por urgencia. En cambio, el grupo de gobierno ha roto su propio acuerdo en numerosas ocasiones. Es más, yo creo que no se acuerdan del acuerdo. Imagino que ese respeto máximo a las demás fuerzas políticas ya ha dejado de existir, porque ya somos como de la familia, o bien se usa cuando es de conveniencia para el grupo gobernante. O también puede ser que el alcalde haya dejado de ser un verdadero caballero Desconozco totalmente el motivo.
Pues, como decía, fue por urgencia, de sopetón, que Ramón, el concejal de Hacienda, presentó como dación de cuentas la liquidación del presupuesto del 2003, que, según él, se cerraba con superávit de casi doscientos millones de las antiguas pesetas. Por más que Francis González insistía en que el tema era tan importante que no entendíamos por qué se traía por urgencia sin un tiempo razonable para estudiar el expediente, los miembros del grupo socialista, todos a una, alzaron la mano para votar a favor de la urgencia, y pasaron por encima de nuestra opinión como si una apisonadora nos dejara planchados en el asfalto derretido.
¿Cómo es posible que no pudiéramos conocer, ni siquiera unas horas antes, un expediente tan importante? No estamos hablando de un presupuesto de unos pocos euros, sino de decenas de millones. Estamos hablando del dinero de todos los icodenses y a la oposición, como representantes de la mitad de los icodenses y defensores de los intereses de todos los icodenses, no se nos permitió conocer la información ni siquiera unas horas antes. Sinceramente, fue una sorpresa bastante ingrata y un golpe muy bajo, bajísimo, rastrero...
Empezamos a entender y a comentar entre nosotros por qué no se permitió a la televisión grabar el pleno. Y cavilando esto estábamos cuando, para corroborar nuestras cavilaciones, también por urgencia, Ramón vuelve a la carga con su cara de no haber roto un plato, presentando un reconocimiento de obligaciones del ejercicio anterior por valor de 611.568,44 euros (¡casi ciento dos millones de pesetas!) para pagar a proveedores, que, aunque no nos lo dijeron en ese momento, en bloque irían a parar una sola empresa, la que todos imaginábamos, y otras pocas que se habían añadido a la lista para difuminar el bulto.
En esos momentos la televisión no estaba allí, para fortuna nuestra, porque, de haber estado presentes las cámaras, hubieran grabado la película de ciencia ficción más taquillera de la historia del cine. Pero lo más sorprendente de la ficción es que siempre está basada en la realidad, porque la realidad supera siempre a la ficción. Y esta vez la ficción había sido superada con diferencia por una realidad escandalosa, impresentable.
Por supuesto, por nuestra parte se pidió retirar el expediente, porque ésas no eran formas, porque eso no se hace. Y otra vez la oposición, y con ella toda la ciudadanía icodense, quedamos aplastados sobre el asfalto derretido, agonizando, echando humo bajo un calor infernal, quemándonos las entrañas por la impotencia.
Ramón se esforzaba en vano en explicarnos que la urgencia venía dada porque el expediente se había terminado a las tres y media de esa misma tarde. Pero aun así, en el siguiente punto, y ya sin ponerse colorado, él mismo presenta por urgencia otro reconocimiento de obligaciones para hacer frente a gastos de 2003. Extenuados, le preguntamos si por caridad nos podía decir las cantidades, y creo recordar que dijo algo así como seis mil y no sé cuántos euros. Total, una nadería, como si hubiéramos perdido el conocimiento y la capacidad de reacción, porque esta vez ni de la apisonadora nos enteramos.
A continuación, como de súbito, nos recuperamos como pudimos para desarrollar el apartado de ruegos y preguntas, y tengo que reconocer que es muy difícil recuperar las formas cuando se ha pasado por un desaire de esta envergadura. Si la sorpresa iba en función del cariño que se nos tiene, somos las personas más dichosas y más queridas de este mundo y parte del otro. Y felicitamos al señor alcalde y a su equipo por querernos de esa forma tan desmesurada, tan descabellada, que vamos, que no hacía falta tanto.
Los ruegos y el interrogatorio fueron bastante sarcásticos por nuestra parte. Yo, de vez en cuando, le daba algún codazo a Francis Rivero: No te olvides que hay que preguntar lo de Dragovisión. Que no me preocupara, que por supuesto que lo preguntarían. De hecho, ya lo había acordado con Diego y, finalizadas todas las preguntas, los dos a la vez quisieron saber por qué no se había permitido a los medios televisivos grabar el pleno. El alcalde, con cara disgustada, dijo: Un momento. Se levanta la sesión. Y a continuación su respuesta: Que a los vecinos no les gustan algunas cosas que nos decimos, que damos una imagen que no es correcta y que algunos de mis concejales se ponen nerviosos con la presencia de las cámaras.
Totalmente inaudito. La censura y la falta de respeto a la ciudadanía fue tal que ni siquiera permitió que quedara constancia en el acta de lo que allí había pasado. En definitiva, allí no había pasado absolutamente NADA Nada al respecto consta en acta y puede que nadie crea lo que estoy diciendo porque no tengo ningún documento que pruebe nada. Todo ha sido una ficción de mi mente imaginativa. En Icod no pasa nada. Todo es maravilloso. Podemos leerlo en la prensa diaria en las notas que envía Andrés Gutiérrez Duncanson, podemos leerlo en la revista Pelicar: Aguas de máxima calidad para el baño en las costas de Icod, Bandas de retención de velocidad, Icod en fiestas, superávit de 1.200.000 euros Todo realmente maravilloso, pero como ciudadana de Icod, que vivo el día a día de este pueblo, si me lo permiten, me reservaré el beneficio de la duda y la libertad de opinar lo contrario.
Mª Carmen Domínguez
6 comentarios
supra footwear -
confuso -
¿Está la oposición de mi municipio en el derecho de grabar los plenos o tienes que ser aprobados en pleno?
Muchas gracias de antemano
foromontefrio.com -
http://www.foromontefrio.com/index.php?topic=249.0
Ahí puede leerse la Sentencia del Tribunal Supremo del año 2007 que declara ilegal que un alcalde impida el acceso de cámaras privadas a los PLENOS MUNICIPALES. Rogamos den difusión a la sentencia para que los derechos fundamentales y libertades públicas puedan ser ejercidos por todos los ciudadanos sin el acoso y las amenazas habituales de los alcaldes.
Vecino indignado -
Otro ciudadano -
Un ciudadano -
Desde aquí suscribo el fondo del contenido de su artículo, y condeno las formas oscurantistas dignas de décadas pasadas. Solo me queda decir que este tipo de actuaciones nos dice la catadura ética y política, de estos personajes.