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Lazos Rotos

Listas de espera. La Sanidad Canaria se viste de negro.

Listas de espera. La  Sanidad Canaria se viste de negro. Más de 26.000 personas "en vilo". Según los datos hechos públicos por la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, en el Archipiélago hay un total de 26.148 personas esperando para ser intervenidas en los hospitales de las Islas. Esta cifra, que incluye tanto a los que llevan menos de seis meses esperando (16.952) como a los que llevan más (9.196), ha aumentado en los últimos seis meses en 997 pacientes, lo que supone un incremento de casi el 4 por ciento. Este incremento de las cifras globales se debe a que el número de personas incluidas en las listas de espera en Canarias durante menos de seis meses aumentó en el mismo periodo un 12,75 por ciento. Este incremento compensó la reducción del 9,34 por ciento en las personas que llevan esperando ser intervenidos más de seis meses. Sin embargo, Juana María Reyes destacó que la Consejería de Sanidad se ha centrado en evitar que las personas esperen más de seis meses para ser atendidas y no reducir el total de los listados.

Tenerife, entre las peores. En cuanto al total de personas incluidas en las listas de espera quirúrgicas del Archipiélago, los hospitales tinerfeños son los que están peor colocados.

Baste como ejemplo que el Hospital de Nuestra Señora de La Candelaria tiene a 7.571 personas esperando, de las que 2.683 están en la lista desde hace más de seis meses. Mientras, un total de 7.093 personas esperan para ser intervenidas en el Hospital Universitario de Canarias.

En tercer lugar se encuentra el Doctor Negrín con una lista de espera de 4.022 personas, seguido del Universitario de Gran Canaria con 3.404; el General de La Palma, con 1.471; el Materno Infantil (1.142), el General de Lanzarote (810), y el General de Fuerteventura, con un total de 635 pacientes en sus listas de espera quirúrgicas.

Una situación que puede desembocar en tragedia y que, sin duda, tiene difícil solución a corto plazo.

No cabe duda de que la mala gestión de las listas de espera, es uno de los principales motivos de este enorme problema sanitario. La mala organización de los centros en cuanto al recuento y el orden de sus datos es patente y, en algunos casos, alarmante (varios hospitales han reconocido que carecen de sistemas informáticos que les permitan llevar un control exhaustivo de los pacientes en espera). Tampoco están suficientemente organizados los listados si se atiende al grado de urgencia de las intervenciones.

Existen tres tipos de listas de espera quirúrgica (urgente, preferente y programada) pero no es infrecuente que haya pacientes que se encuentran en la que no les corresponde. Esto se debe, entre otras cuestiones, a que no existe un sistema que garantice la equidad a la hora de decidir a qué pacientes se debe derivar a cada lista, y a que no se realizan revisiones periódicas a los enfermos que están esperando por lo que, si hay un empeoramiento, no se detecta.

Por regla general, la priorización de los pacientes en lista de espera quirúrgica se ciñe casi exclusivamente a la antigüedad en la misma sin tener en cuenta otros criterios como la fase en la que se encuentra la enfermedad o la edad del afectado.

La existencia de las "agendas cerradas" es otro aspecto que hace confuso el funcionamiento del sistema sanitario. Esta práctica impide incluso que el paciente entre a formar parte de la lista de espera "oficial" y tenga que quedarse con la conocida frase "ya le llamaremos". Esto deriva en que los datos ofrecidos por los hospitales cuando se les solicita el número de personas que se encuentran en espera sean parciales puesto que no se tiene en cuenta a estos pacientes que, a pesar de disponer de indicación clínica, todavía no tienen fecha de cita concreta.

Tal y como se recoge en el último informe del Defensor del Pueblo y debido, entre otras cuestiones, a las circunstancias que se han descrito, resulta difícil obtener conclusiones claras sobre los tiempos de espera en los centros sanitarios públicos. No obstante, y basándose en la información que se pudo recabar, dicho estudio revela que, para la primera consulta, la espera media en los hospitales de nuestro país supera casi siempre los seis meses y, en algunas ocasiones, incluso el año.

En relación a las intervenciones quirúrgicas programadas, la espera media supera los seis meses, hay pacientes que llevan esperando incluso varios años. Esto supone, por ejemplo, que si se padecen cataratas no es lo mismo residir en las Islas Canarias que hacerlo en el País Vasco. Si el paciente reside en las islas, deberá esperar para ser intervenido alrededor de 175 días mientras que si vive en el País Vasco, la espera máxima será de 42 días.

Canarias, Comunidad Valenciana, Galicia, Cataluña y Andalucía registran el mayor porcentaje de pacientes en espera superior a tres meses y, por el contrario, las comunidades o ciudades autónomas que registran demoras más cortas son Melilla, La Rioja, el País Vasco, Ceuta, Navarra y Murcia. En cuanto a las especialidades, las que mayores demoras presentan son la oftalmología (cataratas), la cirugía vascular, la ginecología y la neurocirugía, aunque también se registran esperas más que considerables en la rama de reumatología.

No cabe duda de que el problema de las listas de espera tiene difícil solución, que es complicado abordarlo de una manera eficaz. Lo que sí parece claro es que quizá haya que empezar por poner un poco de orden.

¿Qué hay que hacer cuando existe un riesgo vital?:

- Plantear la queja ante la institución pública y avisar de la intención de llevar al paciente a un centro privado.
- Acudir a un centro privado y solicitar la factura.
- Reclamar la factura a la institución pública.
- En el caso de no disponer de medios económicos para costear los gastos del centro privado es importante plantear la queja ante la institución pública y ponerse en contacto con un abogado experto en materia de salud o con la Asociación del Defensor del Paciente (Tfno: 91 465 33 22) o con la web Neglicencias Médicas

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