No a la Constitución Europea del capital y la guerra.
Por la Europa de los derechos sociales y de los pueblos. ¡No al Europa del capital y la guerra!
La razón de ser del proyecto constitucional. La UE ha sido, por encima de cualquier retórica, un proyecto económico que ha necesitado una cierta unidad política. La UE tiene su razón de ser en la búsqueda de un mercado unificado a escala europea, para lo cual ha emprendido políticas como la liberalización de los intercambios comerciales o la creación de una infraestructura de transporte y comunicación. Pero la UE ha llegado más lejos al establecer un sistema de administración y control político y social unificados, e imponer una moneda única.
Además, la UE no sólo se explica en clave interna, otro de los objetivos de su creación es permitir a sus multinacionales y gran capital proyectarse hacia el exterior con la ganancia de potencia que se deriva de la ampliación de su mercado doméstico.
Las políticas necesarias para este gran proyecto sólo pueden llevarse a cabo a través de alguna clase de autoridad unificada, dotada de adecuados poderes e instrumentos administrativos, legislativos y judiciales, así como policiales y, en última instancia, militares. Esta fue la finalidad con la que se creó la UE a partir del Tratado de Maastricht.
Pero las bases sentadas en Maastricht no han sido suficientes para afrontar el nuevo desafío de la UE: convertirse en una superpontencia mundial. Así ya ha empezado a luchar por la hegemonía mundial con EEUU. Para ser una superpotencia la UE necesita aumentar el territorio bajo su control directo (con sus consumidores/as - trabajadores/as, materias primas e industria), lo cual explica en parte la ampliación al Este. Además, una superpotencia tiene que ser un poder político y militar de primer orden. Estas son las dos facetas fundamentales que se intentan abordar en el proyecto de Constitución: sentar las bases del reparto de poder interno para que las decisiones sean más ágiles dando más poder a los países centrales, y avanzar definitivamente hacia la creación de un poder militar que respalde al euro (con la férrea oposición de EEUU). Además de consagrar una UE neoliberal.
Por lo anterior, rechazamos el proyecto de Constitución Europea porque limita de forma importante los derechos civiles, nacionales, sociales y políticos y representa un retroceso en relación a las legislaciones (ya lo suficiente limitadas) vigentes en los estados que integran la Unión. Es una Constitución neoliberal, militarista e imperialista, que consagra la Europa de los Estados negando el derecho de autodeterminación, que refuerza la desigualdad de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres, y que mantiene un modelo de desarrollo que destruye el medio.
Nosotros que queremos otra Europa, la Europa de los trabajadores y de los pueblos, de los derechos sociales, de las libertades, democrática, solidaria, pacífica, no xenófoba y ecológicamente sostenible. Rechazamos este proyecto Constitucional por como se ha hecho, por lo que dice y por lo que supone de intento de hacer de la UE una superpotencia económica, política y militar.
Denunciamos que el proceso de elaboración del borrador de la Constitución:
Fuente: www.nodo50.org/noconstitucion/ :: Leer artículo completo aquí.
La razón de ser del proyecto constitucional. La UE ha sido, por encima de cualquier retórica, un proyecto económico que ha necesitado una cierta unidad política. La UE tiene su razón de ser en la búsqueda de un mercado unificado a escala europea, para lo cual ha emprendido políticas como la liberalización de los intercambios comerciales o la creación de una infraestructura de transporte y comunicación. Pero la UE ha llegado más lejos al establecer un sistema de administración y control político y social unificados, e imponer una moneda única.
Además, la UE no sólo se explica en clave interna, otro de los objetivos de su creación es permitir a sus multinacionales y gran capital proyectarse hacia el exterior con la ganancia de potencia que se deriva de la ampliación de su mercado doméstico.
Las políticas necesarias para este gran proyecto sólo pueden llevarse a cabo a través de alguna clase de autoridad unificada, dotada de adecuados poderes e instrumentos administrativos, legislativos y judiciales, así como policiales y, en última instancia, militares. Esta fue la finalidad con la que se creó la UE a partir del Tratado de Maastricht.
Pero las bases sentadas en Maastricht no han sido suficientes para afrontar el nuevo desafío de la UE: convertirse en una superpontencia mundial. Así ya ha empezado a luchar por la hegemonía mundial con EEUU. Para ser una superpotencia la UE necesita aumentar el territorio bajo su control directo (con sus consumidores/as - trabajadores/as, materias primas e industria), lo cual explica en parte la ampliación al Este. Además, una superpotencia tiene que ser un poder político y militar de primer orden. Estas son las dos facetas fundamentales que se intentan abordar en el proyecto de Constitución: sentar las bases del reparto de poder interno para que las decisiones sean más ágiles dando más poder a los países centrales, y avanzar definitivamente hacia la creación de un poder militar que respalde al euro (con la férrea oposición de EEUU). Además de consagrar una UE neoliberal.
Por lo anterior, rechazamos el proyecto de Constitución Europea porque limita de forma importante los derechos civiles, nacionales, sociales y políticos y representa un retroceso en relación a las legislaciones (ya lo suficiente limitadas) vigentes en los estados que integran la Unión. Es una Constitución neoliberal, militarista e imperialista, que consagra la Europa de los Estados negando el derecho de autodeterminación, que refuerza la desigualdad de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres, y que mantiene un modelo de desarrollo que destruye el medio.
Nosotros que queremos otra Europa, la Europa de los trabajadores y de los pueblos, de los derechos sociales, de las libertades, democrática, solidaria, pacífica, no xenófoba y ecológicamente sostenible. Rechazamos este proyecto Constitucional por como se ha hecho, por lo que dice y por lo que supone de intento de hacer de la UE una superpotencia económica, política y militar.
Denunciamos que el proceso de elaboración del borrador de la Constitución:
- * No se ha hecho en colaboración con la sociedad civil, a la que ni se le ha consultado ni siquiera informado. Todo lo contrario de un proceso constituyente expresión de la soberanía de los pueblos.
* Todo el secretismo que han mantenido respecto a los ciudadanos se ha convertido en comunicación fluida y coordinación con los lobbys empresariales con sede en Bruselas.
* Sólo en algunos países se someterá a Referéndum, y en la mayoría este resultado no será vinculante. Este será el caso del Estado español, dónde, si se ratifica en el Referéndum a celebrar el 20 de Febrero de 2.005, será sólo a nivel simbólico.
* Es prácticamente irreformable porque un solo país tendrá derecho a vetar la decisión de los otros veinticuatro. Este sistema no busca mayorías cualificadas sino minorías de bloqueo.
Fuente: www.nodo50.org/noconstitucion/ :: Leer artículo completo aquí.
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