La Educación en Canarias.
La Educación en Canarias. El artículo 27 de la Constitución Española dice que todos tienen derecho a la educación, sin embargo, hay datos que nos ponen sobre alerta sobre la creciente dejación de funciones que las instituciones públicas hacen de lo que nosotros creemos que debe ser una educación pública, de calidad, y sobre todo, para todos.
Como apostamos por una educación pública e impartida desde centros públicos, nos parece indignante que más del 20% de los alumnos de enseñanzas no universitarias cursen sus estudios en centros privados, siendo subvencionados muchos de ellos por las administraciones públicas.
En lo referente a la calidad hay que decir que, según datos del curso 02/03, las clases, en términos medios en infantil, primaria, bachillerato, y en los ciclos formativos de grado medio pasaban de los 20 alumnos por clase, llegando a 27 alumnos en bachillerato, en todos estos casos nos situamos en peor situación que la media nacional.
A pesar del estancamiento en el número de alumnos, las clases se masifican, y esta tendencia puede ir a más, dadas las últimas medidas de la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias que está restringiendo la contratación de profesorado, según han denunciado recientemente los Sindicatos STEC y Comisiones Obreras.
De hecho hay colegios donde un profesor debe impartir clases a alumnos de dos cursos en una misma clase, y en los que no hay profesores de ética para los niños que no acuden a clases de religión (los profesores de religión siempre están).
Este recorte parece que no ayudará mucho a resolver que en Canarias supone el fracaso escolar cuyas tasas se sitúan muy por encima de la media nacional.
Y es que hay cifras tan alarmantes como las que dicen que el 21,9 % de los alumnos en primaria han sufrido algún retraso (la media nacional es del 12,6%), mientras que el 41,6% de los alumnos ha repetido algún curso antes de llegar a cuarto de la ESO (la media en el ámbito nacional es del 36.8%).
Resulta vergonzoso que tras los elevados crecimientos del PIB canario, que mayormente se han repartido entre unos pocos, se reduzca el peso que tiene la educación en los presupuestos generales de la Comunidad Autónoma.
Respecto a la educación universitaria está claro que existe una tendencia a que el alumno se haga cargo en mayor medida del coste de la educación. De hecho todos los años el incremento de las tasas es superior al del IPC.
En Canarias esta situación es especialmente grave y los resultados están ahí, sólo el 26,5% de los jóvenes entre 18 y 23 años realizan estudios universitarios, mientras que la media nacional se sitúa en el 41,2%.
Tenemos que tener en cuenta que casi en 70% de las familias en Canarias percibe ingresos inferiores a 781,31 euros, con lo cual es muy difícil que estas familias puedan permitirse tener a un hijo en la universidad dados los gastos que suponen y la política de becas que hemos sufrido del gobierno del PP.
Recibimos con agrado el anuncio del incremento en el número de becas realizado por el actual gobierno del PSOE, pero consideramos que el incremento no debe ser sólo de número sino de cuantía, dada la situación que hemos descrito anteriormente respecto a las familias en Canarias. Por otra parte creemos que debe haber una mayor flexibilidad en el sentido de que en algunas carreras es muy difícil sacar el número de asignaturas necesarias para optar de nuevo a beca. Esto hace que los alumnos con menos recursos casi no tengan margen de error.
Desde la Juventud Comunista defendemos una educación pública y de calidad, que no siga criterios de rentabilidad económica, sino de utilidad social, y a la cual puedan acceder todos los ciudadanos con independencia de su capacidad económica.
Fuente: Juventud Comunista en Canarias
Como apostamos por una educación pública e impartida desde centros públicos, nos parece indignante que más del 20% de los alumnos de enseñanzas no universitarias cursen sus estudios en centros privados, siendo subvencionados muchos de ellos por las administraciones públicas.
En lo referente a la calidad hay que decir que, según datos del curso 02/03, las clases, en términos medios en infantil, primaria, bachillerato, y en los ciclos formativos de grado medio pasaban de los 20 alumnos por clase, llegando a 27 alumnos en bachillerato, en todos estos casos nos situamos en peor situación que la media nacional.
A pesar del estancamiento en el número de alumnos, las clases se masifican, y esta tendencia puede ir a más, dadas las últimas medidas de la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias que está restringiendo la contratación de profesorado, según han denunciado recientemente los Sindicatos STEC y Comisiones Obreras.
De hecho hay colegios donde un profesor debe impartir clases a alumnos de dos cursos en una misma clase, y en los que no hay profesores de ética para los niños que no acuden a clases de religión (los profesores de religión siempre están).
Este recorte parece que no ayudará mucho a resolver que en Canarias supone el fracaso escolar cuyas tasas se sitúan muy por encima de la media nacional.
Y es que hay cifras tan alarmantes como las que dicen que el 21,9 % de los alumnos en primaria han sufrido algún retraso (la media nacional es del 12,6%), mientras que el 41,6% de los alumnos ha repetido algún curso antes de llegar a cuarto de la ESO (la media en el ámbito nacional es del 36.8%).
Resulta vergonzoso que tras los elevados crecimientos del PIB canario, que mayormente se han repartido entre unos pocos, se reduzca el peso que tiene la educación en los presupuestos generales de la Comunidad Autónoma.
Respecto a la educación universitaria está claro que existe una tendencia a que el alumno se haga cargo en mayor medida del coste de la educación. De hecho todos los años el incremento de las tasas es superior al del IPC.
En Canarias esta situación es especialmente grave y los resultados están ahí, sólo el 26,5% de los jóvenes entre 18 y 23 años realizan estudios universitarios, mientras que la media nacional se sitúa en el 41,2%.
Tenemos que tener en cuenta que casi en 70% de las familias en Canarias percibe ingresos inferiores a 781,31 euros, con lo cual es muy difícil que estas familias puedan permitirse tener a un hijo en la universidad dados los gastos que suponen y la política de becas que hemos sufrido del gobierno del PP.
Recibimos con agrado el anuncio del incremento en el número de becas realizado por el actual gobierno del PSOE, pero consideramos que el incremento no debe ser sólo de número sino de cuantía, dada la situación que hemos descrito anteriormente respecto a las familias en Canarias. Por otra parte creemos que debe haber una mayor flexibilidad en el sentido de que en algunas carreras es muy difícil sacar el número de asignaturas necesarias para optar de nuevo a beca. Esto hace que los alumnos con menos recursos casi no tengan margen de error.
Desde la Juventud Comunista defendemos una educación pública y de calidad, que no siga criterios de rentabilidad económica, sino de utilidad social, y a la cual puedan acceder todos los ciudadanos con independencia de su capacidad económica.
Fuente: Juventud Comunista en Canarias
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