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Lazos Rotos

Olor a franquismo.

Olor a franquismo. Los acontecimientos alrededor de la polémica del proyecto del puerto de Granadilla y, sobre todo, el comportamiento de la mayoría de los medios de comunicación sociales de Tenerife me han hecho recordar un tiempo que me parecía olvidado, enterrado, defenestrado en el armario del horror de nuestra historia. Todo sigue oliendo a franquismo y ya lo dijo claramente Juan Cruz en una de las muchas concentraciones de los colectivos contrarios a esta obra, en la costa de El Médano, hace unos meses. “Canarias sigue sufriendo métodos franquistas. Los medios están manipulando la información y los colectivos se están encontrando con una barrera infranqueable, inconstitucional, dictatorial”, Los acontecimientos alrededor de la polémica del proyecto del puerto de Granadilla y, sobre todo, el comportamiento de la mayoría de los medios de comunicación sociales de Tenerife me han hecho recordar un tiempo que me parecía olvidado, enterrado, defenestrado en el armario del horror de nuestra historia. Todo sigue oliendo a franquismo y ya lo dijo claramente Juan Cruz en una de las muchas concentraciones de los colectivos contrarios a esta obra, en la costa de El Médano, hace unos meses. manifestó entre otras cosas el periodista y escritor tinerfeño, megáfono en mano.

Yo viví la etapa final de la dictadura en las Islas. Fui torturado por el famoso Matute, ya fallecido; tuve que enviar a los contactos en los medios informativos (en aquel entonces era gente comprometida; ahora me cuesta creer en qué se han convertido muchos de ellos) infinidad de textos en clave para promocionar nuestras movilizaciones. Fui perseguido, mi esposa fue humillada e insultada… Y siempre los medios de comunicación callaron, desinformaron, manipularon, engañaron a una sociedad de la que emanaba su verdadero poder. Hoy parece que las cosas no han cambiado y la censura, en este caso, es tan evidente como en el franquismo.

Conozco la historia porque me he informado, porque he hecho lo que tantos otros no han hecho: acercarme a las asambleas de los colectivos, hablar con ellos, tratar de entender qué es lo que reclaman y comprobar por mí mismo si tienen o no razón. Me he encontrado con catedráticos universitarios, con profesionales de reconocido prestigio, con artistas, con amas de casa, con pescadores, con estudiantes, muchos jóvenes con ganas de participar en nuestra sociedad… Me he encontrado con gente, en definitiva, de toda procedencia, unida por la indignación de un nuevo ataque de una clase empresarial apoyada totalmente por unas instancias políticas que no son más que sus representantes en las instituciones democráticas o que son parte de esa clase empresarial a la que le importan un pimiento el medio ambiente, la salud, la justicia social o las tortugas bobas. En estos colectivos sociales he visto criterio, honradez y trabajo, y ellos me han facilitado informes contundentes y escondidos, contrarios al puerto, obviados por las administraciones, así como videos y otros tantos documentos que desmontan las tesis de la Autoridad Portuaria. He visto, en definitiva, una gran actividad bajo la certeza de que el puerto de Granadilla va a suponer un golpe mortal a nuestro ya degradado medio ambiente.

Como en el franquismo, la mayoría de los medios de comunicación han pasado bastante de la cantidad de actos, informes, conferencias y demás iniciativas de estos colectivos, que se organizaron para explicar bien la postura a la ciudadanía. Pero, no sólo no han comunicado estas opiniones -sesgando totalmente la realidad-, sino que se ha insultado y vejado a personas que merecen todos los respetos, que han hecho un servicio muy grande a esta sociedad. Se les ha ninguneado, tildado de hippies y bolcheviques, de ignorantes y mentirosos, de espías de Gran Canaria y otra serie de improperios más propios de un loco, de un estudio psiquiátrico, que de un medio informativo con gente mínimamente inteligente que vive en democracia en pleno siglo XXI.

Lo sé porque conozco a mucha gente de las diferentes comisiones de Asamblea por Tenerife y porque he estado en algunas de las iniciativas. Ni una línea en los periódicos, ni una imagen en las televisiones… Como si no existieran, como si el derecho a una información libre y responsable fuera de otro mundo, con un descaro que debería causar vergüenza a más de uno. Además, ellos saben lo que están haciendo y reciben las tremendas presiones directamente. Ellos mismos lo dicen cuando los compañeros de Asamblea por Tenerife llaman para pedir explicaciones: “Es que no podemos poner imágenes y hablar contra el puerto. Estamos cansados de tanta presión. Lo sentimos mucho pero es así”, manifestó hace pocos días a un miembro de Asamblea por Tenerife el jefe de informativos de una de las cadenas de televisión.

Fuente: Narciso Gámez :: Canarias Ahora

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