Un escritor alerta de la tergiversación de los sucesos de la Guerra Civil en Canarias . Señala que se ha puesto "purpurina a la Historia".
El escritor Leopoldo O'Shanahan, nieto de un diputado de la II República asesinado en 1936, cree que en Canarias se siguen tergiversando los sucesos de la Guerra Civil y se manipulan figuras como la de Óscar Domínguez, el pintor de filiación comunista al que ahora se pretende "santificar".
Leopoldo O'Shanahan, ganador del premio de novela Ciudad de Irún, entre otros galardones, ha relatado en su nueva obra, Horror, errores y falacias sobre la Guerra Civil en Canarias, las muertes de su abuelo Luis Rodríguez Figueroa, diputado por Izquierda Republicana, y del hijo de éste, Guetón Rodríguez de la Sierra.
Este último interpretó la película rodada en Canarias El ladrón de los guantes blancos y antes de su muerte, a los 30 años, vivió en París, donde coincidió con el pintor surrealista Óscar Domínguez, con el que había compartido estudios en La Laguna (Tenerife).
O'Shanahan denuncia, en una entrevista, las tergiversaciones que en Canarias se producen en torno a la Guerra Civil y asegura que aquellos que "sufrimos directamente" la contienda "vemos el contraste tan grande entre lo que vivimos y lo que escuchamos y leemos".
En su opinión, en las Islas se ha puesto "purpurina sobre la Historia" y considera que las falacias sobre la Guerra Civil se perpetúan sobre "la gran mentira de los que necesitan justificar ese pasado para poder seguir sosteniéndose en el poder, que son los hijos y nietos de los que ganaron la guerra".
Explica O'Shanahan que hay cuatro versiones sobre la muerte de su abuelo, pues unos le han contado que lo tiraron al mar, otros que "desapareció" en el traslado de Cádiz a Tenerife, una tercera fuente que lo llevaron al Llano de Ucanca, en Las Cañadas del Teide, donde lo obligaron a excavar su tumba y otra "que lo mataron a palos".
La muerte nunca aclarada del diputado dará pábulo a su nieto "cuando sienta entusiasmo" a escribir una novela que prevé titular Las cuatro muertes de Rodríguez Figueroa, ironiza el autor.
Comenta además que su libro, que ha publicado la editorial Baile del Sol, es "una botella de náufrago lanzada al oleaje del porvenir" y señala que la obra surgió "del pensamiento de que me iba a ir de este mundo sin contar la verdad" sobre su familia.
En el libro ha incluido un apartado dedicado a Óscar Domínguez y su amigo Guetón y sobre el pintor surrealista asegura que "ha sido manipulado, al igual que Domingo Pérez Minik o Emeterio Gutiérrez Arbelo, de forma que se han creado una serie de mitos con los que se está erosionando la Historia de Canarias" .
Argumenta al respecto que el pintor era un hombre de filiación comunista al que se quiere presentar como un santo y llevar al altar como a otros intelectuales a los que se les quita toda pátina de violencia y se les santifica, mientras que a Domínguez, prosigue, le gustaba vivir y tenía sus violencias.
Óscar Domínguez y Guetón Rodríguez de la Sierra, ambos nacidos en 1906, compartieron colegio en La Laguna y más tarde, en plena juventud, disfrutaron de la vida "frívola" de París, pues eran "amigos de la juergas y explotaban su exotismo con las damas".
Como el pintor pasaba apuros económicos, Guetón le compraba obras para prestarle algo de ayuda económica, aunque luego estos cuadros desaparecieron cuando, durante la Guerra Civil, fue asaltada la vivienda de los Rodríguez Figueroa en La Laguna.
Leopoldo O'Shanahan asegura además que se está utilizando el hecho de que Óscar Domínguez conoció "de casualidad" a los surrealistas de París para justificar un centro internacional de arte en Tenerife.
Sobre este asunto advierte también de que se oculta el que la revista Gaceta de Arte tuvo una expresión "políticamente plural" y en ella colaboraban "elementos de ultrafalange", lo que propició que se retirara de ella el socialista José Arozena.
Opina el escritor que con la manipulación que a su juicio se efectúa de la figura de destacados intelectuales se busca "el negocio", al igual "se inventan pirámides en Güímar, se buscarán más con montones de descubrimientos y hasta harán aldeas de guanches porque se les agota el turismo".
El autor señala que los que "sufrieron directamente" la contienda "ven el contraste tan grande entre lo que vivieron y lo que escuchan y leen" en la actualidad
Advierte de la manipulación que se efectúa de la figura de intelectuales, y lamenta que "hasta harán aldeas de guanches porque se les agota el turismo".
Fuente: Canarias Ahora
Leopoldo O'Shanahan, ganador del premio de novela Ciudad de Irún, entre otros galardones, ha relatado en su nueva obra, Horror, errores y falacias sobre la Guerra Civil en Canarias, las muertes de su abuelo Luis Rodríguez Figueroa, diputado por Izquierda Republicana, y del hijo de éste, Guetón Rodríguez de la Sierra.
Este último interpretó la película rodada en Canarias El ladrón de los guantes blancos y antes de su muerte, a los 30 años, vivió en París, donde coincidió con el pintor surrealista Óscar Domínguez, con el que había compartido estudios en La Laguna (Tenerife).
O'Shanahan denuncia, en una entrevista, las tergiversaciones que en Canarias se producen en torno a la Guerra Civil y asegura que aquellos que "sufrimos directamente" la contienda "vemos el contraste tan grande entre lo que vivimos y lo que escuchamos y leemos".
En su opinión, en las Islas se ha puesto "purpurina sobre la Historia" y considera que las falacias sobre la Guerra Civil se perpetúan sobre "la gran mentira de los que necesitan justificar ese pasado para poder seguir sosteniéndose en el poder, que son los hijos y nietos de los que ganaron la guerra".
Explica O'Shanahan que hay cuatro versiones sobre la muerte de su abuelo, pues unos le han contado que lo tiraron al mar, otros que "desapareció" en el traslado de Cádiz a Tenerife, una tercera fuente que lo llevaron al Llano de Ucanca, en Las Cañadas del Teide, donde lo obligaron a excavar su tumba y otra "que lo mataron a palos".
La muerte nunca aclarada del diputado dará pábulo a su nieto "cuando sienta entusiasmo" a escribir una novela que prevé titular Las cuatro muertes de Rodríguez Figueroa, ironiza el autor.
Comenta además que su libro, que ha publicado la editorial Baile del Sol, es "una botella de náufrago lanzada al oleaje del porvenir" y señala que la obra surgió "del pensamiento de que me iba a ir de este mundo sin contar la verdad" sobre su familia.
En el libro ha incluido un apartado dedicado a Óscar Domínguez y su amigo Guetón y sobre el pintor surrealista asegura que "ha sido manipulado, al igual que Domingo Pérez Minik o Emeterio Gutiérrez Arbelo, de forma que se han creado una serie de mitos con los que se está erosionando la Historia de Canarias" .
Argumenta al respecto que el pintor era un hombre de filiación comunista al que se quiere presentar como un santo y llevar al altar como a otros intelectuales a los que se les quita toda pátina de violencia y se les santifica, mientras que a Domínguez, prosigue, le gustaba vivir y tenía sus violencias.
Óscar Domínguez y Guetón Rodríguez de la Sierra, ambos nacidos en 1906, compartieron colegio en La Laguna y más tarde, en plena juventud, disfrutaron de la vida "frívola" de París, pues eran "amigos de la juergas y explotaban su exotismo con las damas".
Como el pintor pasaba apuros económicos, Guetón le compraba obras para prestarle algo de ayuda económica, aunque luego estos cuadros desaparecieron cuando, durante la Guerra Civil, fue asaltada la vivienda de los Rodríguez Figueroa en La Laguna.
Leopoldo O'Shanahan asegura además que se está utilizando el hecho de que Óscar Domínguez conoció "de casualidad" a los surrealistas de París para justificar un centro internacional de arte en Tenerife.
Sobre este asunto advierte también de que se oculta el que la revista Gaceta de Arte tuvo una expresión "políticamente plural" y en ella colaboraban "elementos de ultrafalange", lo que propició que se retirara de ella el socialista José Arozena.
Opina el escritor que con la manipulación que a su juicio se efectúa de la figura de destacados intelectuales se busca "el negocio", al igual "se inventan pirámides en Güímar, se buscarán más con montones de descubrimientos y hasta harán aldeas de guanches porque se les agota el turismo".
El autor señala que los que "sufrieron directamente" la contienda "ven el contraste tan grande entre lo que vivieron y lo que escuchan y leen" en la actualidad
Advierte de la manipulación que se efectúa de la figura de intelectuales, y lamenta que "hasta harán aldeas de guanches porque se les agota el turismo".
Fuente: Canarias Ahora
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