Un cuerpo insaciable .
- Maestro, ¿puedo ir al baño?
- Mira niño, puedes ir al baño; pero antes dejemos una cosa clara: yo no soy maestro, yo soy profesor.
- ¡Bah! ¿Y no es lo mismo?
- Pues no, niño, hasta ahora, en la escuelita, te daba clase un maestro; pero aquí, en el instituto te da clase un profesor.
- Pues no lo entiendo porque el que me da matemáticas es el mismo que tenía en la escuela. ¿Y ése qué es, profesor o maestro?
- Niño, que te quede claro que ese es maestro, que estudió tres años nada más en la Escuela de Magisterio, y que yo soy profesor, que para eso estudié cinco años, una licenciatura. ¿Tú sabes qué es una licenciatura?
- Pues no.
- Mira, una licenciatura es una carrera universitaria que dura cinco años y que te permite obtener el título de licenciado.
- ¿Y porqué estudió usted licenciado y no maestro?
- Pues mira niño, hasta yo me lo pregunto. Resulta que, cuando yo estudiaba en el instituto, sólo los profesores podían dar clase en él. Los maestros lo hacían en la escuela. ¿Lo entiendes? Pues, como yo no quería dar clase en la escuela y quería tener una titulación superior a la de maestro, estudié licenciado y terminé mis estudios con 23 años, cuando ya algunos amigos míos que estudiaron Magisterio habían terminado a los 21 y llevaban unos años trabajando.
- Pues vale más ser maestro.
- Bueno, si tú lo dices. Yo creía que sólo nosotros, los licenciados íbamos a poder dar clase en los institutos puesto que somos personas más cualificadas, somos especialistas en la materia que impartimos. También creía que, si alguien iba a poder ser director de mi centro de trabajo, al menos ese alguien iba a tener el mismo nivel dentro de la Función Pública que yo. Y que, si alguien iba a ser mi Jefe de Departamento, como mínimo iba a tener la misma cualificación que yo.
- Eso del nivel dentro de la Función Pública no lo entiendo.
-Te lo explico. Imagínate que en un hospital los ATS hacen una huelga de celo porque quieren cobrar lo mismo que los médicos, porque quieren poder ser los directores del hospital y quieren ser los coordinadores en los quirófanos.
- Pero, profe, eso no puede ser.
- Claro que no puede ser. ¡A quién se le ocurre!
- Y entonces por qué los maestros dan clase aquí en el instituto.
- Pues mira niño, para que lo entiendas. Resulta que una vez se promulgó una ley que reformaba la Enseñanza, la LOGSE, y en esa ley se decía que todos los cursos de la ESO los iban a impartir profesores. Pero los maestros, que vieron que iban a perder alumnos, y que eran mayoría en los sindicatos, presionaron y consiguieron que primero y segundo de la ESO se siguiera dando en las escuelas durante algún tiempo. Luego, siguieron presionando y consiguieron adscribirse para seguir dando clase a primero y segundo cuando fueran trasladados a los institutos. El siguiente paso, una vez logrado el anterior, fue empezar a decir que, puesto que hacían el mismo trabajo, querían cobrar lo mismo que nosotros. Eso también lo consiguieron. Pero no pararon ahí, lo siguiente fue empezar a reivindicar el poder ser directores de los centros y nuestros políticos, unos incompetentes, por cierto, se lo concedieron. ¿Y ahí acaba todo? Pues no. Ahora quieren ser Jefes de Departamento, Jefes de Estudio, etc. alegando que eso es lo más justo y que lo otro es discriminatorio.
- Pero, ¿cómo va a ser eso, profe? Entonces hasta yo estudio maestro y no estudio profesor. Yo creo que eso no es discriminación sino justicia.
- Pues sí, niño, tienes razón, lo justo sería que las clases en los institutos las impartieran los profesores y que los maestros siguieran en las escuelas, que para eso estudiaron. Lo justo no es discriminatorio porque lo normal es que el médico esté un nivel por encima de la enfermera, del mismo modo que un profesor debería estarlo por encima del maestro. De lo contrario, cualquiera de nosotros podría empezar a pedir tener los mismos derechos que otros profesionales: los abogados que los jueces, los cabos que los sargentos y los peones que los albañiles. ¿Te lo imaginas?
- No vea las chapuzas entonces, profe.
- Pues eso niño, cada uno ocupa el lugar al que por su cualificación ha accedido y aquí a nadie se le regala nada por la cara; aunque la Consejería de Educación parece que sí quiere regalárselo a los maestros. Así nos va. ¡Eso es calidad de la Enseñanza!
- ¡Ya!
- Oye, ¿pero tú no ibas a ir al baño?
- Claro, profe.
- Pues anda, que no quiero luego venga tu padre a discutir conmigo porque, con todo este embrollo, te lo hayas hecho encima.
- Gracias, profe.
Fuente: Juan Félix Díaz Quintana :: Canarias Ahora
- Mira niño, puedes ir al baño; pero antes dejemos una cosa clara: yo no soy maestro, yo soy profesor.
- ¡Bah! ¿Y no es lo mismo?
- Pues no, niño, hasta ahora, en la escuelita, te daba clase un maestro; pero aquí, en el instituto te da clase un profesor.
- Pues no lo entiendo porque el que me da matemáticas es el mismo que tenía en la escuela. ¿Y ése qué es, profesor o maestro?
- Niño, que te quede claro que ese es maestro, que estudió tres años nada más en la Escuela de Magisterio, y que yo soy profesor, que para eso estudié cinco años, una licenciatura. ¿Tú sabes qué es una licenciatura?
- Pues no.
- Mira, una licenciatura es una carrera universitaria que dura cinco años y que te permite obtener el título de licenciado.
- ¿Y porqué estudió usted licenciado y no maestro?
- Pues mira niño, hasta yo me lo pregunto. Resulta que, cuando yo estudiaba en el instituto, sólo los profesores podían dar clase en él. Los maestros lo hacían en la escuela. ¿Lo entiendes? Pues, como yo no quería dar clase en la escuela y quería tener una titulación superior a la de maestro, estudié licenciado y terminé mis estudios con 23 años, cuando ya algunos amigos míos que estudiaron Magisterio habían terminado a los 21 y llevaban unos años trabajando.
- Pues vale más ser maestro.
- Bueno, si tú lo dices. Yo creía que sólo nosotros, los licenciados íbamos a poder dar clase en los institutos puesto que somos personas más cualificadas, somos especialistas en la materia que impartimos. También creía que, si alguien iba a poder ser director de mi centro de trabajo, al menos ese alguien iba a tener el mismo nivel dentro de la Función Pública que yo. Y que, si alguien iba a ser mi Jefe de Departamento, como mínimo iba a tener la misma cualificación que yo.
- Eso del nivel dentro de la Función Pública no lo entiendo.
-Te lo explico. Imagínate que en un hospital los ATS hacen una huelga de celo porque quieren cobrar lo mismo que los médicos, porque quieren poder ser los directores del hospital y quieren ser los coordinadores en los quirófanos.
- Pero, profe, eso no puede ser.
- Claro que no puede ser. ¡A quién se le ocurre!
- Y entonces por qué los maestros dan clase aquí en el instituto.
- Pues mira niño, para que lo entiendas. Resulta que una vez se promulgó una ley que reformaba la Enseñanza, la LOGSE, y en esa ley se decía que todos los cursos de la ESO los iban a impartir profesores. Pero los maestros, que vieron que iban a perder alumnos, y que eran mayoría en los sindicatos, presionaron y consiguieron que primero y segundo de la ESO se siguiera dando en las escuelas durante algún tiempo. Luego, siguieron presionando y consiguieron adscribirse para seguir dando clase a primero y segundo cuando fueran trasladados a los institutos. El siguiente paso, una vez logrado el anterior, fue empezar a decir que, puesto que hacían el mismo trabajo, querían cobrar lo mismo que nosotros. Eso también lo consiguieron. Pero no pararon ahí, lo siguiente fue empezar a reivindicar el poder ser directores de los centros y nuestros políticos, unos incompetentes, por cierto, se lo concedieron. ¿Y ahí acaba todo? Pues no. Ahora quieren ser Jefes de Departamento, Jefes de Estudio, etc. alegando que eso es lo más justo y que lo otro es discriminatorio.
- Pero, ¿cómo va a ser eso, profe? Entonces hasta yo estudio maestro y no estudio profesor. Yo creo que eso no es discriminación sino justicia.
- Pues sí, niño, tienes razón, lo justo sería que las clases en los institutos las impartieran los profesores y que los maestros siguieran en las escuelas, que para eso estudiaron. Lo justo no es discriminatorio porque lo normal es que el médico esté un nivel por encima de la enfermera, del mismo modo que un profesor debería estarlo por encima del maestro. De lo contrario, cualquiera de nosotros podría empezar a pedir tener los mismos derechos que otros profesionales: los abogados que los jueces, los cabos que los sargentos y los peones que los albañiles. ¿Te lo imaginas?
- No vea las chapuzas entonces, profe.
- Pues eso niño, cada uno ocupa el lugar al que por su cualificación ha accedido y aquí a nadie se le regala nada por la cara; aunque la Consejería de Educación parece que sí quiere regalárselo a los maestros. Así nos va. ¡Eso es calidad de la Enseñanza!
- ¡Ya!
- Oye, ¿pero tú no ibas a ir al baño?
- Claro, profe.
- Pues anda, que no quiero luego venga tu padre a discutir conmigo porque, con todo este embrollo, te lo hayas hecho encima.
- Gracias, profe.
Fuente: Juan Félix Díaz Quintana :: Canarias Ahora
8 comentarios
Anónimo -
Anónimo -
A otro anónimo:
Por fortuna (edad más que otra cosa) la logse que cogió muy lejos.
san marcos -
Por cierto ¿cuántas horas trabaja un licenciado en un instituto?.
otro anónimo -
Anónimo -
otro -
Respuesta para anónimo de un Padre. -
El artículo explica muy bien lo que está pasando en la actualidad con nuestros hijos. Lo que me extraña a mí es que tu no entiendas nada.
Anónimo -