El accidente del "Volcán de Tacande": otro barco viejo para el Hierro. Nota de prensa de la Asociación Tinerfeña de Amigos de la Naturaleza (ATAN).
El Hierro es una isla desgraciada desde el punto de vista de la navegación marítima. Un socio de ATAN nos cuenta su peripecia, hace 10 años, para atracar en el Puerto de la Estaca con el Villa de Agaete: 11 horas dando vueltas, porque el mar impedía el acceso. Al final, atracaron en el muelle casi 16 horas después de salir de Los Cristianos.
Anécdotas lamentables como esta se cuentan a decenas en relación con El Hierro. La más reciente es la del Volcán de Tacande. Para resumir lo que dice la prensa, parece ser que, el pasado día 31 de Enero, nada más salir de Los Cristianos, a 3 millas del puerto, los pasajeros escuchan un ruido similar a una explosión. La máquina se detuvo, y pasaron seis horas hasta que rescataron a los pasajeros y los devolvieron al puerto de Los Cristianos.
No vamos a entrar en detalles acerca de las medidas de seguridad adoptadas a bordo de este barco de 31 años, ni a dudar de los métodos de rescate marítimo en las islas. Lo que sí está claro es que la antigüedad de algunas de las embarcaciones que realizan los trayectos entre islas es tremenda, a pesar de ser imprescindibles dada las condiciones específicas de este territorio fragmentado y ultraperiférico, que diría un político.
El Volcán de Tacande, fabricado en Yugoslavia en 1974, ha sido rebautizado 6 veces y ha cambiado también seis veces de compañía. Los últimos en comprarlo han sido los propietarios de la Naviera Armas, en el año 2000, cuando se encontraba semihundido en un puerto de Dunkerque, en el norte de Francia. Desde aquí, fue trasladado a los astilleros de Vigo para su restauración, antes de ponerlo a navegar en las islas. Según la página web[1] especializada en los ferries de estas características, antes de comprarlo Armas, el barco tenía continuos problemas en la máquina, que lo obligaban a perder mucho tiempo en los astilleros de Dunkerque. Pueden leer la historia completa de este barco viejo pulsando aquí.
En cuanto al accidente, el Diario de Avisos del día 2 de Febrero afirma que los submarinistas que revisaron el buque en el puerto de Santa Cruz de Tenerife localizaron una grieta de unos ocho metros de largo con restos de material basáltico, lo que los hace descartar cualquier relación de la avería con la antigüedad, ya que se trata de un accidente que le puede ocurrir a cualquier embarcación, independientemente de su edad". También se dice lo siguiente: la compañía estimó que es posible que la roca haya caído de la escollera del muelle o que haya sido arrastrada mar adentro por los recientes temporales de mar y lluvia.
Dos días después, la Autoridad Portuaria desmiente estos hechos, indicando que no se ha desprendido ninguna piedra de la escollera del Puerto de Los Cristianos. En cualquier caso, la escollera de Los Cristianos, que nosotros sepamos, no es basáltica, sino de hormigón. Entonces, se empieza a hablar de la posibilidad de que el Volcán de Tacande colisionara con alguna baja, como la del Camisón. Esta posibilidad es complicada, sobre todo si tenemos en cuenta que la marea estaba subiendo en ese momento, y que la baja, según las cartas náuticas, está a 8 metros de profundidad en marea baja. Si además tenemos en cuenta que, según el Lloyds, el calado máximo del barco es de 5,265 metros, difícilmente puede haber colisionado con esa roca, sobre todo con el poco pasaje que llevaba.
Además, suponemos que un golpe con una piedra de una escollera o de una baja, que crea una grieta de 8 metros, debe notarse por parte del pasaje, el cual, sin embargo, siente una explosión a 3 millas del puerto, donde la profundidad alcanza los 2000 metros, y es algo difícil que exista una piedra.
Por lo tanto, creemos que debe investigarse a fondo la causa de este accidente, sobre todo para que los herreños se den cuenta de la clase política que tenemos, construyendo puertos deportivos cada 50 metros de costa, para moverse con sus barcos particulares y yates, mientras los ciudadanos se mueven como ganado, en barcos más viejos que los que llevan las mercancías entre islas.
En cualquier caso, si no fuese por lo complicado que resulta colisionar con una baja en el Puerto de los Cristianos, no nos sorprendería que un barco de la Naviera Armas hubiese cometido tal temeridad. Al fin y al cabo, hace 6 años denunciábamos el paso de un barco de Armas entre los Roques de Anaga, en un viaje turístico que organizaban, alrededor de la isla de Tenerife (ver el artículo original pulsando aquí).
Este hecho fue reconocido por la Capitanía Marítima como algo peligroso y temerario para la navegación, con lo cual lo prohibieron, a pesar de que, según testigos presentes, siguieron pasando entre los roques en viajes sucesivos.
5 Marzo de 2005
Fuente: Asociación Tinerfeña de Amigos de la Naturaleza :: ATAN
[1] http://www.simplonpc.co.uk/SeaFranceMonet.html
Anécdotas lamentables como esta se cuentan a decenas en relación con El Hierro. La más reciente es la del Volcán de Tacande. Para resumir lo que dice la prensa, parece ser que, el pasado día 31 de Enero, nada más salir de Los Cristianos, a 3 millas del puerto, los pasajeros escuchan un ruido similar a una explosión. La máquina se detuvo, y pasaron seis horas hasta que rescataron a los pasajeros y los devolvieron al puerto de Los Cristianos.
No vamos a entrar en detalles acerca de las medidas de seguridad adoptadas a bordo de este barco de 31 años, ni a dudar de los métodos de rescate marítimo en las islas. Lo que sí está claro es que la antigüedad de algunas de las embarcaciones que realizan los trayectos entre islas es tremenda, a pesar de ser imprescindibles dada las condiciones específicas de este territorio fragmentado y ultraperiférico, que diría un político.
El Volcán de Tacande, fabricado en Yugoslavia en 1974, ha sido rebautizado 6 veces y ha cambiado también seis veces de compañía. Los últimos en comprarlo han sido los propietarios de la Naviera Armas, en el año 2000, cuando se encontraba semihundido en un puerto de Dunkerque, en el norte de Francia. Desde aquí, fue trasladado a los astilleros de Vigo para su restauración, antes de ponerlo a navegar en las islas. Según la página web[1] especializada en los ferries de estas características, antes de comprarlo Armas, el barco tenía continuos problemas en la máquina, que lo obligaban a perder mucho tiempo en los astilleros de Dunkerque. Pueden leer la historia completa de este barco viejo pulsando aquí.
En cuanto al accidente, el Diario de Avisos del día 2 de Febrero afirma que los submarinistas que revisaron el buque en el puerto de Santa Cruz de Tenerife localizaron una grieta de unos ocho metros de largo con restos de material basáltico, lo que los hace descartar cualquier relación de la avería con la antigüedad, ya que se trata de un accidente que le puede ocurrir a cualquier embarcación, independientemente de su edad". También se dice lo siguiente: la compañía estimó que es posible que la roca haya caído de la escollera del muelle o que haya sido arrastrada mar adentro por los recientes temporales de mar y lluvia.
Dos días después, la Autoridad Portuaria desmiente estos hechos, indicando que no se ha desprendido ninguna piedra de la escollera del Puerto de Los Cristianos. En cualquier caso, la escollera de Los Cristianos, que nosotros sepamos, no es basáltica, sino de hormigón. Entonces, se empieza a hablar de la posibilidad de que el Volcán de Tacande colisionara con alguna baja, como la del Camisón. Esta posibilidad es complicada, sobre todo si tenemos en cuenta que la marea estaba subiendo en ese momento, y que la baja, según las cartas náuticas, está a 8 metros de profundidad en marea baja. Si además tenemos en cuenta que, según el Lloyds, el calado máximo del barco es de 5,265 metros, difícilmente puede haber colisionado con esa roca, sobre todo con el poco pasaje que llevaba.
Además, suponemos que un golpe con una piedra de una escollera o de una baja, que crea una grieta de 8 metros, debe notarse por parte del pasaje, el cual, sin embargo, siente una explosión a 3 millas del puerto, donde la profundidad alcanza los 2000 metros, y es algo difícil que exista una piedra.
Por lo tanto, creemos que debe investigarse a fondo la causa de este accidente, sobre todo para que los herreños se den cuenta de la clase política que tenemos, construyendo puertos deportivos cada 50 metros de costa, para moverse con sus barcos particulares y yates, mientras los ciudadanos se mueven como ganado, en barcos más viejos que los que llevan las mercancías entre islas.
En cualquier caso, si no fuese por lo complicado que resulta colisionar con una baja en el Puerto de los Cristianos, no nos sorprendería que un barco de la Naviera Armas hubiese cometido tal temeridad. Al fin y al cabo, hace 6 años denunciábamos el paso de un barco de Armas entre los Roques de Anaga, en un viaje turístico que organizaban, alrededor de la isla de Tenerife (ver el artículo original pulsando aquí).
Este hecho fue reconocido por la Capitanía Marítima como algo peligroso y temerario para la navegación, con lo cual lo prohibieron, a pesar de que, según testigos presentes, siguieron pasando entre los roques en viajes sucesivos.
5 Marzo de 2005
Fuente: Asociación Tinerfeña de Amigos de la Naturaleza :: ATAN
[1] http://www.simplonpc.co.uk/SeaFranceMonet.html
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