Democracia. ¿Para quién?¿Para todos?
Un lector de Lazos Rotos nos ha remitido un correo a nuestro buzón en el que hacía varias reflexiones sobre las desigualdades e injusticias sociales a las que estamos sometidos la inmensa mayoría de ciudadanos. Nos sugería sus reflexiones como posible argumento para un artículo, y como se puede constatar a continuación hemos aceptado la invitación.
Democracia. ¿Para quién? ¿Para todos? Por supuesto que no. Democracia, una palabra cuyo significado real se ha ido desdibujando ante la ingente verborrea de los políticos que se autodefinen democráticos, es decir, entre su demagógico discurso democrático diario y su aplicación a la vida real.
Cuando se hicieron públicos los sueldos que cobran en nuestra "democracia" determinados personajes locales que desempeñan cargos que tienen que ver supuestamente con la representación y protección de la democracia, nos preguntamos. ¿Es a esto lo que se denomina democracia?. Pongamos algunos ejemplos, sólo unos pocos, representativos en nuestro municipio.
Lo que significa una subida global, con respecto a los anteriores sueldos, de 59.636,18 euros (9,9 millones pesetas). Si antes se dedicaba a ese capítulo 223.556,94 euros (unos 37,1 millones de pesetas), ahora son 283.193,12 euros (47,1 millones de pesetas) los que se destinan a sueldos, una cantidad que constituye un incremento que se sitúa por encima del 21 por ciento.
Claro que a estos sueldos hay que añadirles dietas, comisiones, asistencias a plenos, algún que otro viaje, etc, etc. Y todo esto a cargo de las arcas municipales.
Entonces, la pregunta, desde mi ingenuidad democrática, es... ¿Es necesario ganar tanto dinero? ¿Es justo ganar tanto dinero unos servidores del pueblo? Si sumamos los sueldos de los políticos, los de Icod, y los de más allá. ¿Es democráticamente ético decir que no hay dinero para subir las pensiones, aumentar las partidas en gastos sociales -tercera edad, minusvalías, marginación, etc.-, mejorar las infraestructuras de los barrios, etc?
Resulta vergonzante el subirse los sueldos tan alegremente, mientras haya trabajadores que llevan años y años cobrando 600 euros y tienen que estar sujetos a los convenios establecidos, para con un poco de suerte, se les aumente 10 o 20 euros mensuales. Lo mismo pasa con las pensiones, se enzarzan en discusiones para dilucidar si es correcto o no la subida de las mismas, para luego comprobar que todo se reduce a un aumento de quizás 5 euros.
Estos sueldos, comparativamente, son una falta de respeto hacia los ciudadanos, porque con ello los políticos nos demuestran que cuando llegan al poder, hacen todo lo que está en sus manos para llenarse los bolsillos lo más rápida y descaradamente posible, mientras tanto juegan con la buena fe de los pensionistas, los trabajadores, los jóvenes... ¿Por qué no lo hacen al revés, cobrar ellos los sueldos de los pensionistas, y a éstos pagarles los de los políticos?
Es por ello que entendemos el enfado de muchas personas de a pie ante este abuso generalizado, y que este rechazo debe trascender a la calle, por medio de una protesta pública que sólo las organizaciones ciudadanas más criticas e independientes deben protagonizar.
Como ya apuntabamos en un artículo anterior: "Una solución a esta indignidad sería poner tope a los sueldos políticos, a efectos de desanimar el ingreso de los crápulas al sistema".
Ante el titular de este artículo "Democracia. ¿Para quién? ¿Para todos?", sólo nos queda afirmar categoricamente que no concebimos la democracia así, porque democracia es mucho más que depositar el voto en la urna de turno cada cuatro años para elegir a unos candidatos, que además nos son impuestos. No olvidemos que nosotros los ciudadanos no elegimos a los que votamos. Votamos a aquellos que otros eligen previamente.
Artículo de opinión de la redacción de Lazos Rotos.
Democracia. ¿Para quién? ¿Para todos? Por supuesto que no. Democracia, una palabra cuyo significado real se ha ido desdibujando ante la ingente verborrea de los políticos que se autodefinen democráticos, es decir, entre su demagógico discurso democrático diario y su aplicación a la vida real.
Cuando se hicieron públicos los sueldos que cobran en nuestra "democracia" determinados personajes locales que desempeñan cargos que tienen que ver supuestamente con la representación y protección de la democracia, nos preguntamos. ¿Es a esto lo que se denomina democracia?. Pongamos algunos ejemplos, sólo unos pocos, representativos en nuestro municipio.
- Alcalde: 56.000 euros (9,3 millones de pesetas) anuales.
Concejales: 37.865,52 euros (6,3 millones pesetas) anuales.
Lo que significa una subida global, con respecto a los anteriores sueldos, de 59.636,18 euros (9,9 millones pesetas). Si antes se dedicaba a ese capítulo 223.556,94 euros (unos 37,1 millones de pesetas), ahora son 283.193,12 euros (47,1 millones de pesetas) los que se destinan a sueldos, una cantidad que constituye un incremento que se sitúa por encima del 21 por ciento.
Claro que a estos sueldos hay que añadirles dietas, comisiones, asistencias a plenos, algún que otro viaje, etc, etc. Y todo esto a cargo de las arcas municipales.
Entonces, la pregunta, desde mi ingenuidad democrática, es... ¿Es necesario ganar tanto dinero? ¿Es justo ganar tanto dinero unos servidores del pueblo? Si sumamos los sueldos de los políticos, los de Icod, y los de más allá. ¿Es democráticamente ético decir que no hay dinero para subir las pensiones, aumentar las partidas en gastos sociales -tercera edad, minusvalías, marginación, etc.-, mejorar las infraestructuras de los barrios, etc?
Resulta vergonzante el subirse los sueldos tan alegremente, mientras haya trabajadores que llevan años y años cobrando 600 euros y tienen que estar sujetos a los convenios establecidos, para con un poco de suerte, se les aumente 10 o 20 euros mensuales. Lo mismo pasa con las pensiones, se enzarzan en discusiones para dilucidar si es correcto o no la subida de las mismas, para luego comprobar que todo se reduce a un aumento de quizás 5 euros.
Estos sueldos, comparativamente, son una falta de respeto hacia los ciudadanos, porque con ello los políticos nos demuestran que cuando llegan al poder, hacen todo lo que está en sus manos para llenarse los bolsillos lo más rápida y descaradamente posible, mientras tanto juegan con la buena fe de los pensionistas, los trabajadores, los jóvenes... ¿Por qué no lo hacen al revés, cobrar ellos los sueldos de los pensionistas, y a éstos pagarles los de los políticos?
Es por ello que entendemos el enfado de muchas personas de a pie ante este abuso generalizado, y que este rechazo debe trascender a la calle, por medio de una protesta pública que sólo las organizaciones ciudadanas más criticas e independientes deben protagonizar.
Como ya apuntabamos en un artículo anterior: "Una solución a esta indignidad sería poner tope a los sueldos políticos, a efectos de desanimar el ingreso de los crápulas al sistema".
Ante el titular de este artículo "Democracia. ¿Para quién? ¿Para todos?", sólo nos queda afirmar categoricamente que no concebimos la democracia así, porque democracia es mucho más que depositar el voto en la urna de turno cada cuatro años para elegir a unos candidatos, que además nos son impuestos. No olvidemos que nosotros los ciudadanos no elegimos a los que votamos. Votamos a aquellos que otros eligen previamente.
Artículo de opinión de la redacción de Lazos Rotos.
0 comentarios