El terror, las víctimas y la paz.

Pilar Manjón fue insultada ayer en un supermercado. Es la misma Pilar Manjón que nos impresionó y conmovió a todos con el dolor, la firmeza y la claridad de ideas de su comparecencia en la comisión del 11-M. Sus agresores verbales no habían descargado, por lo que se ve, suficiente adrenalina durante la manifestación en Madrid.

Para algunas gentes hay clases hasta entre las víctimas del terrorismo. Y Pilar Manjón no es de su clase, ni utiliza el dolor de los familiares de las víctimas del terrorismo para hacer política de partido. Para los que han insultado a Pilar Manjón las víctimas de izquierdas si no se lo tienen merecido, por lo menos se lo han buscado. Son los mismos que insultan a uno de los políticos más buenos y decentes de este país, Gregorio Peces-Barba, porque, fiel a sus raíces cristianas, busca la concordia y no la confrontación, la paz y no la violencia, el perdón y no el odio. Tengo la sospecha de que a Pilar Manjón, como si no fuera suficiente con su tragedia personal, le espera un vía crucis. En este país, el que pide paz, piedad, perdón, es merecedor de las peores sospechas por parte de los cruzados de todas las intolerancias.

Por eso es importante que el sectarismo y la intolerancia no vendan a los ciudadanos su mercancía averiada, el insulto de que algunos traicionan a los muertos, la falsedad de que el Gobierno español propuso y el Parlamento español aprobó la negociación con ETA. No es verdad, sencillamente no es verdad, por mucho que ejercite la demagogia el presidente de la AVT y haga, de las víctimas, alfombra para actuar en política. El Gobierno se limitó a pedir, y obtuvo, el respaldo del Parlamento para, si ETA depone previamente las armas, abrir un diálogo para la rendición de los terroristas, diálogo del que éstos no obtengan resultado político alguno, ni el más pequeño. Se puede decir aún más claro. El Gobierno pidió permiso al Parlamento para, si llega la ocasión, hacer lo que todos los gobiernos anteriores hicieron –el de González en Argel, el de Aznar en Suiza– sin pedir ese permiso.

La democracia es transparencia, la democracia es información. Pero parece que eso no gusta al presidente de la AVT, que no ha vacilado en aprovechar la ocasión para devolver a las calles la división incivil que estaba superada. Ya sé, ya sé que todo lo que sirva para desgastar al Gobierno está bien para la oposición. Pero tengo la impresión de que esta vez, al dar voz y volumen a esta manifestación, el PP se ha pasado cuatro pueblos, como dicen los castizos. Respeto la decisión de Rajoy, comprendo incluso algunas de sus razones, pero creo que se equivoca al acudir a ese terreno. Debía ver las caras felices de algunos de los que le rodeaban, y cómo otros estiraban el cuello para acompañarle en las fotos [...] Leer más haciendo clic aquí

Fuente: Carlos E. Rodríguez - Canarias Ahora